Colombia joven: constructores de un nuevo país

En Colombia, según la ley de la juventud (Ley 375 de 1997), se considera joven a toda persona entre 14 y 26 años de edad. Se trata de un sector poblacional bastante numeroso pues constituye una cuarta parte de la población total del país y presenta unos altos niveles de complejidad, derivados de diversos grupos culturales, sociales, económicos y políticos.

Para muchos, los jóvenes encarnan la mayor parte de los problemas del país: concentran el mayor impacto del desempleo, se incorporan mayoritariamente en las fuerzas comprometidas en el conflicto armado, son los mayores consumidores de drogas, protagonizan la mayor cantidad de accidentes de tránsito debido a los altos consumos de alcohol, tienen los niveles más altos de aborto inducido en el país y representan más de la mitad del total de la población desplazada por la violencia.

Otra visión, la de los mismos jóvenes, resulta de la encuesta nacional de jóvenes de junio de 2000, según la cual el ser joven tiene un significado positivo pues es sinónimo de divertirse, de disfrutar la vida, de ser activo, de salir adelante, de ser útil para el país, de ser responsable, de servir a la sociedad y aportar, de alcanzar metas y de tener una alta capacidad de triunfar.

Estas perspectivas diferentes, que sin duda se complementan, han determinado la formulación de políticas públicas y de acción filosófica del Estado en materia de asignación de recursos para el sector y han enriquecido el debate entre una visión que considera a los jóvenes como un sector de riesgo y por lo tanto diseña políticas reactivas, y otra que lo ve como un sector de oportunidades y, en consecuencia, privilegia las políticas de promoción o proactivas.

El Programa Presidencial Colombia Joven, antiguo Viceministerio de la Juventud, ha sido concebido como resultado de la segunda visión mediante una serie de estrategias que privilegian ante todo políticas de promoción de carácter poblacional. De esta manera el principal beneficiario de Colombia Joven es la juventud colombiana a través de acciones tendientes a incentivar su participación en todos los ámbitos y sectores sociales, gracias a las ventajas derivadas de políticas intersectoriales en los diferentes niveles de la administración.

De ahí se derivan dos de los principios básicos de acción del Programa Presidencial: uno de estrategia —la participación— y otro de metodología —la intersectorialidad—. Las acciones de Colombia Joven responden a estos principios básicos en el diseño de sus políticas. Dos ejemplos en los cuales se ponen los recursos del Estado disponibles al servicio de las necesidades juveniles, permiten ilustrar el concepto.

En primer lugar el Sistema Nacional de Juventud, cuyo elemento fundamental es el Consejo Municipal de Juventud, una estructura que busca fomentar la participación política de los jóvenes mediante la creación de espacios y herramientas de participación. El Consejo como tal es el espacio participativo y el proceso electoral para la creación de los mismos es la herramienta. El producto final les permite a los jóvenes incidir en las políticas de desarrollo municipales.

En segundo lugar las ferias de trabajo juvenil Expocamello, cuyo objetivo es el de fomentar la participación económica de los jóvenes mediante la generación de trabajo. Esta es una estrategia que busca responder al alto nivel de desempleo juvenil a través de la creación de un espacio en el que la oferta institucional es divulgada y discutida por los diferentes sectores involucrados en el tema del trabajo juvenil y en el que los jóvenes puedan establecer los vínculos necesarios para la creación de empresas.

Tanto para los consejos como para Expocamello un alto nivel de intersectorialidad es requerido para llevar a cabo las iniciativas con éxito pues se trata de procesos de gran complejidad social. Una política nacional de juventud es el resultado de las acciones emprendidas en favor de los jóvenes desde los distintos sectores. Los dos ejemplos anteriores muestran cómo la política se construye desde diversos escenarios en tiempos y velocidades distintas. Para su buen desarrollo, ésta necesita directrices claras enmarcadas dentro de iniciativas de largo plazo que respondan a intereses de Estado.

Siguiendo los principios de participación y de intersectorialidad, el Programa Presidencial Colombia Joven, en su calidad de orientador de la política nacional de juventud, se ha planteado el desarrollo de una agenda juvenil para los próximos 10 años. Con este propósito ha convocado al Diálogo Nacional Presente y Futuro de los Jóvenes, por medio del cual a través de mesas sectoriales y temáticas abiertas llegará a la elaboración de esta agenda. De la participación activa de los diferentes sectores en las mesas dependerá la variedad y la calidad de las propuestas.

En síntesis, el trabajo del Programa Presidencial Colombia Joven está constituido por varias iniciativas, que tienen como objetivo final la formulación de una política nacional de juventud. Su orientación realza los aspectos positivos de la condición propia de ser joven y por lo tanto asume el sector como una oportunidad y no como un riesgo. Para el Programa es importante lograr que a través de este esquema Colombia vea a sus jóvenes no como la causa sino como la solución de sus problemas y les brinde las herramientas para ser realmente los constructores de un nuevo país.

*Director Programa Presidencial Colombia Joven