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Construir esperanza, la primera tarea

Podemos conseguir que el Congreso refleje los mejores valores del país y no la ausencia de liderazgo moral como sello de la política electoral.

Álvaro Jiménez M, Álvaro Jiménez M
28 de agosto de 2017

¡Abandonar el pesimismo¡ Se reclamó en emisoras, periódicos revistas y canales de televisión meses atrás.

Pareció un encargo publicitario.

El presidente Santos dijo por allá en mayo de este año que el pesimismo lo causaban los medios ante 50 empresarios y así empezó la campaña contra el pesimismo.

Mi opinión es que antes que abandonar el pesimismo, la tarea es construir esperanza.

Debemos convertir en alcanzable lo que deseamos.

De otra manera nuestra incapacidad como individuos y como sociedad quedará demostrada.

En política reclamamos democracia, compromiso e integridad en quienes representan la voluntad ciudadana luego de cada elección.

Pues bien, ello depende de a quién o quiénes elegimos. Pero también de que muchos que son referencia pública de compromiso democrático, valor ciudadano y honestidad nos brinden la oportunidad de elegirlos.

El Congreso ha mostrado ser buen escenario para dar batallas de Quijote contra el paramilitarismo, la corrupción, el abuso de poder y la antidemocracia.

No se han obtenido victorias definitivas porque los batalladores han actuado como quijotes solitarios cuyo máximo logro es ganar prestigio y ampliar su caudal electoral para debates electorales posteriores.

Petro, Robledo y Claudia López son una buena representación de ello. Pero también tenemos casos de legisladores en los partidos Liberal y Conservador que a su paso en el Congreso trajeron nuevos aires a las sucias cortinas, paredes e historias de sus partidos.

No hemos tenido cuerpos políticos que defiendan como uno solo, valores apreciados por la sociedad como esenciales.

En la mayoría de los casos, los congresistas son seres pequeños, defendiendo intereses menores cuando no personales o enmudecidos sin decir ni pio, posiblemente como dicen muchos por la mermelada recibida.

Los electores construiremos esperanza con nuestro voto.

Muchas figuras de la academia, intelectuales y líderes de opinión pueden construir esperanza permitiéndonos votar por ellos.

Podemos conseguir que el Congreso refleje los mejores valores del país y no la ausencia de liderazgo moral como sello de la política electoral.

Tengo la esperanza de votar por una lista que con el objetivo de una Colombia democrática incluya a personas como Rodrigo Uprimmy, Abadio Green, Ricardo Silva, Claudia Morales, Moisés Wasserman, Juanita León, Alejandro Eder, Héctor Abad, Adriana Córdoba, Marta Ruiz, Carlos Guillermo Álvarez, entre otros más, muchos porque buena gente es lo que hay en el país, no en el poder.

Todas estas personas tienen liderazgos probados en su ámbito.

Poseen el liderazgo moral y social que se requiere para edificar una sociedad moderna.

Todos ellos con su trabajo en diferentes espacios, han mostrado con creces que tienen ilusión y compromiso democrático, han mostrado que ven claramente la necesidad urgente de abandonar el siglo XX con su prácticas de exclusión, intolerancia y mediocridad en que nos hemos debatido los colombianos.

Personas como ellos, acompañados de liderazgos individuales ya existentes en diferentes partidos, organizaciones sociales y movimientos regionales pueden construir un Congreso decente, y de verdad aplicado al interés colectivo.

Es claro que el fin de la guerra no pudo convertirse en el pegamento de una nueva interpretación para la sociedad colombiana, por lo que construir un interés de nación, un sueño colectivo es el reclamo de todos los días en diferentes salas y conversaciones del país.

Un Congreso que haga del control político su primera prioridad puede conseguir que el Ejecutivo cumpla lo prometido a los ciudadanos y a respetar las leyes existentes.

Esperanza es que ciudadanos, notables por su compromiso diario con la nación, comprendan que meterse al baile es lo que anima la fiesta.

Si no conseguimos el ingreso de otro tipo de liderazgos al Congreso y demás órganos legislativos, seguiremos viendo presidentes, gobernadores y alcaldes que repetidamente usan al Legislativo con base en prebendas que anclan en la corrupción y violencia el intento de democracia que somos.

@alvarojimenezmi
ajimillan@gmail.com

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