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Cuando Colombia ocupó militarmente un área en litigio

Colombia en 1908 ocupó mediante una operación militar, el noroeste del Chocó que, de otra manera, podría haber sido panameño.

Juliana Londoño, Juliana Londoño
10 de febrero de 2018

En marzo de 1908, el presidente Rafael Reyes ordenó la ocupación por tropas colombianas de la región de Juradó, entre la costa del Pacífico y el río Atrato, al noroeste del departamento del Chocó, que se encontraba en litigio con Panamá.

La sorpresiva operación, que se llevó a cabo luego de una penosa travesía terrestre a través de las selvas chocoanas, generó gran revuelo en Panamá.

Cuando Reyes asumió la presidencia en 1904, el país estaba en ruinas como consecuencia de la Guerra de los Mil Días, que había contribuido a la separación de Panamá. Objetivo y práctico, desde un principio el jefe del estado consideró que era indispensable superar las diferencias con los Estados Unidos, ya que la segregación panameña era un hecho irreversible.

A principios de 1905 se iniciaron negociaciones en Washington con la participación de Panamá. Al tratar sobre la determinación de la frontera entre los dos países, el representante panameño exigió que el límite fuera el que se había establecido para la provincia de Darién en un decreto de 1847.

La disposición fijaba el límite por el río Atrato desde su desembocadura en golfo de Urabá, aguas arriba hasta la confluencia del río Napipí, por este hasta su nacimiento y luego por una línea recta hasta la bahía de Cupica en el Pacífico, de fácil acceso desde Panamá. Todo el Urabá chocoano y noroeste del departamento, incluyendo las posibles rutas interoceánicas adicionales a la de Panamá, serían panameñas.

El representante de Colombia, Enrique Cortes, no aceptó la tesis panameña y expresó al Secretario de Estado norteamericano que después de haber generado la pérdida de Panamá, lo menos que podían hacer los Estados Unidos, era apoyar nuestra posición de que la frontera comenzara en el Cabo Tiburón en el Atlántico hasta un punto equidistante entre las puntas Cocalito y Ardita en el Pacífico, que es la que existe actualmente.

Aunque el secretario Elihu Root, respaldó la posición colombiana, Reyes resolvió ocupar militarmente la zona disputada. Panamá se indignó y pidió a los Estados Unidos que hicieran respetar su soberanía a lo que se habían comprometido. Washington, que no quería meterse en más líos con Colombia, no acogió la solicitud.

Sin embargo, en el tratado Cortes-Arosemena, mediante el cual Colombia reconoció la independencia de Panamá y se fijó la frontera, se dispuso que en la región de Juradó, el límite sería definido por un tribunal de arbitramento.

Tanto dicho tratado, como el Cortes-Root con los Estados Unidos, firmados el 9 de enero de 1909, cuando fueron presentados para la aprobación legislativa en Colombia, generaron una oposición tan pugnaz y violenta en todo el país, que el gobierno tuvo que retirarlos de la consideración del congreso. Incluso al poco tiempo, el presidente Reyes se vio obligado a renunciar: el tribunal de arbitramento establecido para definir el límite en la región Juradó, fue motivo fundamental del rechazo.

Cinco años después, en el tratado Urrutia-Thomson, los Estados Unidos acordaron con Colombia que la frontera colombo-panameña sería la sostenida por nuestro país en 1905. Panamá, afirmó ante el Departamento de Estado que aceptaba que dicha línea fuera su frontera con Colombia, sólo “por consideraciones de orden superior”. No obstante, durante muchos años se sintió ofendida.

La ocupación militar dispuesta por Reyes de 1908 contribuyó a ratificar muestra soberanía sobre Juradó. Posteriormente la región, dejada “a la buena de Dios” por los gobiernos colombianos, fue ocupada posteriormente por grupos armados y narcotraficantes.

(*) Profesor de la facultad de relaciones internacionales de la Universidad de El Rosario