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Más preguntas que respuestas

Cada escándalo en Colombia es reemplazado por uno nuevo más grave o increíble. Antes de la siguiente ola de indignación, vale la pena detenerse un poco en el caso de Lyons el gobernador de Córdoba.

Semana.Com
28 de agosto de 2017

¿A nadie le causa curiosidad que un gobernador colombiano buscado por 20 delitos que comprenden malversación de fondos por 10.000 millones, irregularidades en el manejo de regalías por 60.000 millones, vinculación con el cartel de la hemofilia con pérdidas por 45.000 millones y por posible relación con asesinatos esté escondido en Miami y resulte de informante y testigo de la DEA?

Las funciones y jurisdicciones de la DEA no tienen nada que ver con asuntos distintos a sustancias controladas y tráfico ilícito de ellas. Greenberg, el fiscal de distrito que ha llevado la investigación y ha elevado los cargos contra el fiscal anticorrupción Moreno, tiene una trayectoria de trabajo en temas de narcóticos y trabajo con la DEA y puede pedir la cooperación a la agencia federal que más le parezca, pero presentar y llevar a juicio un caso de lavado de dinero por sobornos en el exterior va a requerir más de la experiencia y jurisdicción del FBI que de la DEA.

¿Es posible que el prontuario delictivo de Lyons incluya negocios de narcotráfico? Si no es así, entonces se trata de Lyons tomando el mismo camino de tantos narcos colombianos que prefieren correr a entregarse a los Estados Unidos y negociar justo antes de ser capturados en Colombia? Varios criminales escogen esa opción y dice mucho de la ventaja en beneficios de negociar con los Estados Unidos en vez de negociar con Colombia. Ojalá esta negociación no implique la gradual desaparición de Lyons de los ojos de la justicia y sociedad colombianas y resulte en su ilícita fortuna blanqueada y legalizada en los Estados Unidos después del pago de multas y en que él comience una nueva vida de identidad protegida en un remoto estado de la unión americana. No es poca cosa servir de señuelo en una trampa que le ha permitido a Colombia empezar a desenredar el tema de unas Altas Cortes corruptas. No es poca cosa que ahora se pueda investigar a magistrados y abogados metidos en política y en conspiraciones criminales de todo tipo, a cambio de nombramientos en cargos de distintas ramas del poder para sus familiares, de regalos en especie y en efectivo.

Porque eso sí, no nos llamemos a engaños: le hace tanto mal a la sociedad y es tan corrupto el juez que vende su concepto legal y sus decisiones a cambio del nombramiento de su esposo en un cargo público, o a cambio de un contrato para su hija como aquel que lo hace a cambio de una casa o efectivo. Pero de la misma manera, por ahora lo único que se tiene es la cabeza de un fiscal anticorrupción. Si esto no llega a más que eso, el que Lyons se salga con la suya después de afectar las finanzas de Córdoba y el país por casi 40 millones de dólares -con actividades que incluyen personas asesinadas-, es un precio muy alto a pagar por Colombia y el fiscal general para que una agencia extranjera les depure su institución; y si extraditan al corrupto fiscal ni esa cabeza tendremos. Nos dicen que Lyons va a reparar a Colombia con algo como 1,3 millones de dólares -hay necesidad de profundizar en lo ridículo de la "reparación"?- y seguramente tendrá multas en USA más altas, pero este asunto parece un negocio magnífico para todos, menos para Córdoba y los colombianos.

Dejar a Lyons tranquilo en los Estados Unidos puede ser un pequeño precio a pagar por su delación de otros corruptos, pero mal que bien cuando la justicia en Colombia se aplica a resolver cosas algunas veces los resultados son más que satisfactorios. No es preferible tener a Lyons en una cárcel en Colombia y que poco a poco vayan cayendo sus cómplices en tanta fechoría -como de alguna manera ha pasado con la corrupción del alcalde Moreno en Bogotá? Con la ola de indignación contra la corrupción, no estará entrando Colombia en algo como lo que nos pasó con el narcotráfico, que pensábamos que la extradición era un castigo más severo -claramente ya no lo es cuando prefieren entregarse a los Estados Unidos- y que las agencias americanas y su justicia iban a suplir y resolver las falencias y los problemas de las nuestras?

Puede haber una razón, esa sí poderosa, por la cual todo esto lo maneja la DEA y donde parece encajar el esfuerzo y montaje para atrapar en Miami al fiscal anticorrupción. El lío de ponerle una trampa a un fiscal colombiano para abrirle un proceso por lavado de activos por USD10.000 parece demasiado trabajo para no mucho. Aparte del show mediático de procesar a un fiscal colombiano en USA -que poco bien le va a hacer a Colombia- la justicia americana tiene más y mejores cosas qué hacer. A menos que Lyons haya sido la forma de llegarle a Moreno y que Moreno extraditado sea la forma de los Estados Unidos de tener informante y testigo contra varios magistrados, jueces y abogados que se han atravesado en investigaciones y procesos contra narcos durante muchos años.

Porque hay que ser ingenuos para pensar que los magistrados que venden fallos, archivos de expedientes, demoras con prescripción y vencimientos, solamente lo hacen para políticos en problemas. En Colombia los únicos que tienen tanto efectivo disponible como los políticos enmermelados -y los dueños de la mermelada-, son los narcos -y las Farc, que son eso y más-, así que no debería extrañarnos que la DEA tenga indicios o pruebas de maniobras relacionadas con extradiciones, procesos y bienes de narcos y que nos espere la gran vergüenza de ver pedidos en extradición a magistrados de las cortes y varios de sus socios en toda la cadena de corrupción judicial.

Si no hay narcóticos o dineros de narcotráfico de por medio en todo esto, entonces sí es un mal precedente el que el primer caso de cooperación efectiva entre Colombia y los Estados Unidos en casos de corrupción con extradición de por medio tenga a la DEA como gestora y ejecutora. Es imposible hablar de desnarcotizar las relaciones con los Estados Unidos cuando el 90 por ciento de la cocaína consumida allá es de origen colombiano y cuando a este Gobierno le duplican las hectáreas de siembra de coca en dos años llevándolas al punto más alto en la historia, pero en esto de la corrupción es necesario que se impongan los criterios y prioridades de Colombia y que se separen de los programas y operaciones contra el narcotráfico y de todos los procedimientos y costumbres que hay detrás de ello. Es muy distinto el que un narco colombiano acabe entregando a los Estados Unidos las utilidades de la venta de drogas ilícitas a que un corrupto político acabe como castigo entregando allá los impuestos que se robó en Colombia. Lyons no fue extraditado, así que no tendría que ser enviado a Colombia a que responda por ningún delito después de solucionar sus temas con la justicia americana. Más aún, como nos están presentando el tema las autoridades de los dos países, esto sería cuestión de pagar unas multas y una reparación, testificar contra otros corruptos y en poco tiempo tendríamos a Lyons de regreso ejerciendo su poder en Córdoba con todo su andamiaje electoral intacto, con su prima representante a la Cámara, y sus fichas en la Alcaldía de Montería y en la Gobernación de Córdoba todos bajo la sombrilla del Partido de la U y los alcaldes de varias ciudades reportando a Lyons bajo la sombrilla de La U y Cambio Radical. ¿Es este el tipo de justicia y cooperación internacional que nos esperan para combatir la corrupción?

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