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Con los motores prendidos

Todavía no ha sucedido nada con el referendo. No ha sido aceptado ni rechazado. Por ello en Colombia no se sabe a ciencia cierta si habrá o no votaciones el próximo mes de octubre. Almabeatriz Rengifo, registradora nacional, escribe sobre el estado actual y el futuro del referendo.

Semana
26 de mayo de 2003

De puertas para fuera de la Registraduría se vive un ambiente de poca claridad sobre las elecciones que se realizarán en este año: unos le apuestan a la votación del Referendo y otros comenzaron a preparar sus candidaturas para las elecciones de gobernadores y alcaldes, asambleas departamentales, concejos municipales y juntas administradoras locales, previstas por la Ley, para el 26 de octubre.

Y, digo que, ese ambiente se vive de puertas hacia fuera de la Registraduría, porque en el interior estamos preparándonos, con el presupuesto de funcionamiento habitual, para la ejecución de las dos contiendas, de modo tal que ninguna decisión nos coja fuera de base.

Tengo la obligación de estar lista y de planificar todos los detalles preelectorales, para que cuando se tome la decisión correspondiente y se nos entreguen los presupuestos, ya sea el que está asignado por el Ministerio de Hacienda para las elecciones de octubre o el nuevo para la votación del Referendo, o ambos si fuera del caso, pasemos a la fase de ejecución sin ninguna prisa y sin traumatismos.

En primer lugar, he tomado la decisión de que las futuras elecciones se realicen en espacios cerrados, contando con la colaboración del sector educativo. Creo que la votación del Referendo, por tratarse de un formulario atípico, requiere la máxima concentración y se necesita que los electores se puedan sentar, analizar en silencio su contenido y en calma colocar sus respuestas, como si se tratara de un examen. El más importante examen que se nos presenta a los colombianos y a las colombianas, por primera vez, en la historia del país. Y, para las elecciones ordinarias la votación en sitios cubiertos brinda seguridad y otorga máxima confiabilidad a electores y a elegidos.

Para que esta propuesta pase a ser una realidad hemos programado visitas a cada una de las Registradurías del país, a fin de comprometer a los registradores en la consecución de estos espacios y, además, para una rápida, pero clara, explicación sobre esos procesos electorales futuros que deben ser diáfanos. El 80 por ciento del país ha sido visitado. Y un 60 por ciento de las Registradurías ya ha adelantado conversaciones y acuerdos para que la propuesta materialice.

Hemos diseñado un nuevo cubículo electoral que día a día se perfecciona.

De otro lado, estamos depurando el censo electoral para dejarlo cero kilómetros. En primer lugar, estamos sacando del censo a los muertos. Les informo a los lectores de SEMANA que no son tantos los muertos que votan, como se afirma sin ningún conocimiento. Con registros de defunción de las Notarías y de otras instancias administrativas, estamos realizando esta labor dispendiosa pero indispensable, para que sepamos de manera clara cuántos somos los ciudadanos que podemos votar. De 2.500.000 que tenemos que cotejar ya llevamos 900.000 cédulas revisadas y sólo un 14 por ciento se han encontrado vigentes.

Para esta actividad disponemos de 50 computadores y 50 digitadores (empleados de la Registraduría) que, por turnos, trabajan desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde.

Pero, no sólo los muertos nos trasnochan. Los ciudadanos con doble cédula son otro factor que altera la transparencia del censo electoral. Esos, también, se están dando de baja.

Así mismo, trabajamos en la inclusión de los nuevos ciudadanos. Los estamos registrando uno a uno y revisando con lupa, para que ninguno quede por fuera. Aspiro a que en pocos días le pueda dar al país la buena noticia de un censo electoral limpio.

En diversas oportunidades he afirmado que la Registraduría Nacional del Estado Civil necesita 100 días para preparar la votación del Referendo. El Presidente de la República fue el primer notificado. Ese período se empleará en :

-Capacitación de funcionarios, supernumerarios, jurados de votación y ciudadanía en general.

- Elaboración del kit electoral.

- Realización de por lo menos dos simulacros de votación.

La inscripción de cédulas para la votación del Referendo se está adelantando en todas las oficinas de la Registraduría, hasta que de acuerdo con las sabias decisiones de la Corte Constitucional, se encienda la luz verde que le dé viabilidad o no al Referendo, en ese momento se reforzarán las campañas de información y se fijará una fecha límite de inscripción.

La Registraduría Nacional seguirá ejecutando todas estas acciones así como las que por Ley se deben efectuar para comenzar a cubrir las actividades del calendario electoral para las elecciones de octubre, porque como Notaria de la Democracia no puedo descansar un minuto en la preparación de esa infraestructura, con el fin de que los debates electorales se efectúen como Dios y la Ley lo mandan.

* Registradora Nacional del Estado Civil