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SILVIA PARRA

Cuando su reputación esta por el piso…

Para muchos expertos en marketing digital, la mejor tarjeta de presentación son los resultados que arrojan los buscadores.

Silvia Parra, Silvia Parra
19 de abril de 2013

Un prestigioso conferencista de talla internacional estuvo de paso por el país para realizar una magistral exposición en el auditorio de una universidad privada; colegas y estudiantes lo escuchaban con atención por su vasto conocimiento y experiencia, hasta que uno de los presentes decidió introducir su nombre en el buscador de Google, el primer resultado: unos videos del expositor en una fiesta, ebrio, bailando reggaeton y en otro video vomitando frente a su carro.

No sé qué es más cruel, si cargar con el peso de la burla de cientos de estudiantes o tener que sacrificar un nuevo “prospecto amoroso”, como le pasó a un publicista recién divorciado que cada vez que escribe su nombre en el buscador, lo primero que sale son decenas de fotos de él con su exesposa en fiestas, eventos, vacaciones y hasta un video bastante subido de tono, y que a propósito, nada que desaparece de YouTube.  

Hablando de videos eróticos, todavía se me eriza la piel cuando me acuerdo del video en ropa interior de la vicepresidenta de Cultura y Juventud de Costa Rica, Karina Bolaños, realizado para su amante, que se difundió por la red. 

Qué me dicen de la desdicha de tener que ser destituido de un cargo público por no saber controlar lo que se dice en las redes sociales, como le pasó hace un par de días a Augusto Ocampo, primer funcionario del país destituido por insultar a varios periodistas y a la veedora distrital, Adriana Córdoba, a través de Twitter. 

Tampoco se me olvida la polémica que desató el gerente de la Empresa de Energía de Bogotá, Fernando Gómez Franco, que por sus trinos groseros, morbosos e irrespetuosos se puso en bandeja de plata para la salida de su cargo.

¿De qué es lo primero que se van acordar ustedes de ahora en adelante cada vez que escuchen sus nombres? Tristemente no de sus logros en pro de la comunidad. 

Esto es lo que se llama “reputación en línea”, los  resultados negativos, positivos que arrojan los buscadores en internet cuando alguien consulta el nombre de una persona, marca, empresa, producto o servicio. Y esta reputación se va consolidando a través de todas nuestras acciones y las acciones de los demás en las redes sociales, blogs, foros, páginas web, cuentas de correo electrónico o cualquier otro recurso virtual.

Por eso, no sólo hay que “ser”, sino también “parecer”, o mejor aún, tomo las palabras de Chris Andersen, autor del prestigioso libro The long Tail: “Su marca no es lo que usted dice que es, sino lo que Google dice que es”. 

Para muchos expertos en marketing digital, “la mejor tarjeta de presentación de una persona u organización son los resultados que arrojan los buscadores porque es la primera referencia, el primer contacto que se tiene en muchas ocasiones con una persona, marca o empresa”.

Oscar del Santo, consultor y experto en Social Media y Community Managment de la Universidad Complutense en Madrid, afirma: “Toda acción que emprendemos y todo contenido que publicamos online –sea una foto, un video, un post o un simple comentario– contribuye a construir, configurar y reforzar nuestro branding personal o corporativo. En internet no sólo las empresas sino todos y cada uno de nosotros somos nuestra propia marca”.

Hay empresas que han trabajado arduamente por décadas su nombre de manera offline, pero han descuidado por completo su presencia virtual, no monitorean lo que se dice en la red de su marca y no tienen contacto alguno con sus clientes. Hasta que un día perciben que las ventas de su empresa han bajado progresivamente, y luego se enteran de que uno de sus exempleados hace más de tres años se comportó como un patán con uno de sus clientes y quedó todo registrado desde un celular y aún el video se sigue difundiendo en la red.

Sólo si se conoce bien lo que se dice sobre usted o su negocio en el ciberspacio (Google, Facebook, Twitter, LinkedIn, blogs, microblogs, foros o portales especializados), si se tiene  clara “la esencia de sí mismo”, lo que se quiere transmitir en el medio online: valores, estilo, imagen, y se trabajan estrategias online y offline de manera conjunta y sincronizada, se podrá gestionar una buena reputación en línea.

Por eso, comparto con ustedes, quienes tienen la reputación por el piso y quienes todavía no,  algunas herramientas útiles para que puedan empezar hacer su propio ORM (Online Reputation Management), monitorear y gestionar de una mejor manera su reputación en la red.


PD: En todo caso, no olvidemos que así obremos lo mejor que podamos, todos estamos expuestos a las críticas y en cualquier momento a todos se nos va a criticar tanto justa, constructiva y objetivamente, como interesada, parcial e indignamente. Como dice un amigo: “Aquí lo que toca es tener piel de elefante, dura, y ¡que todo nos resbale!