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Los dos Uribes

Cuando era presidente, Uribe no se oponía a la elegibilidad de los guerrilleros y hablaba de la necesidad de que la amnistía y el indulto cobijaran incluso a los autores de delitos atroces.

Daniel Coronell, Daniel Coronell
22 de octubre de 2016

Siendo presidente Álvaro Uribe afirmaba que la fórmula para hacer la paz con las guerrillas era exactamente la contraria de la que hoy propone. Una reveladora grabación del año 2006 muestra que para ese momento era partidario de que los guerrilleros pudieran llegar al Congreso. Uribe también decía que los miembros de las FARC y el ELN que firmaran la paz podrían gozar de amnistía e indulto, incluso los autores de delitos atroces. El intransigente dueño del No aseguraba, en esa época, que su llamada ley de “Justicia y Paz” era insuficiente para hacer la paz con la guerrilla.
 
La incontrovertible grabación en audio y video fue efectuada durante una conferencia de prensa del, en esa época, presidente en  respuesta a una interpelación telefónica del periodista Juan Gossaín quien preguntó qué tan lejos estaba dispuesto a ir para lograr el intercambio humanitario con las FARC, como se conocía el canje de secuestrados por guerrilleros presos.
 
La respuesta del entonces presidente Uribe fue más allá del canje y planteó la posibilidad de buscar un acuerdo de paz: “Es muy claro, Juan, todo colombiano que aspira al acuerdo humanitario, en el fondo del corazón tiene la ambición de que el acuerdo humanitario sea un escalón hacia la paz. Entonces por eso es prudente y aconsejable, al hablar de acuerdo humanitario, también hablar de acuerdo de paz”.

 
Fue entonces cuando Uribe reconoció que la ley de justicia y paz –tan promovida hoy por él como la norma adecuada para tratar a las FARC- era insuficiente para lograr un acuerdo de paz con la guerrilla: “Seguramente un acuerdo con las FARC o el ELN va a exigir unas normas mucho más benignas que las que están en la ley de justicia y paz. En la ley de justicia y paz no se reforma el impedimento constitucional para que personas que estén condenadas por delitos distintos al delito culposo, al homicidio o al delito culposo vayan al Congreso.”

 
Si señores, lo pueden leer otra vez o ver el video en semana.com, Álvaro Uribe no se oponía a la elegibilidad de los guerrilleros. Además apoyaba que un acuerdo de paz modificara la Constitución: “Si un acuerdo de paz exige que (los guerrilleros) vayan al congreso, eso hay que removerlo, ese obstáculo seguramente habrá que removerlo con una norma constitucional”.


Los guerrilleros que proponía que fueran al congreso no eran únicamente los condenados por delitos políticos, como hoy lo predica. Cuando era presidente, Uribe hablaba de la necesidad de que la amnistía y el indulto cobijaran incluso a los autores de delitos atroces: “Por ejemplo, la ley de justicia y paz nunca pretendió alterar lo que hay en el ordenamiento jurídico, que prohíbe la amnistía y el indulto para los delitos atroces, seguramente en un acuerdo con las guerrillas eso habrá que llevarlo al texto constitucional y seguramente y eso hay que anticipárselo al país, los paramilitares pedirían que se les extienda, por principio de favorabilidad, el beneficio que conceda esa norma constitucional”

 
Otra curiosidad de la  declaración es que Álvaro Uribe no reclamaba la entrega de armas de la guerrilla usaba el mismo término “dejación” que tanto ha criticado en su sucesor: “Entonces hablar de eso, con la previa condición de la dejación de armas no le hace daño al país. Además un punto bien importante, ¿por qué yo hablo de esos temas? Porque el gobierno tiene la misma firmeza para mantener la seguridad democrática que la apertura para buscar acuerdos de paz”.

 
El ahora obcecado propietario del No sostiene que “es mejor quedarse 20 años más en La Habana negociando con las FARC” en lugar de darles lo que él mismo les ofrecía en octubre de 2006, sin siquiera haberse sentado a la mesa. (Ver 20 años.jpg)
 
Sin embargo, en esa misma conferencia de prensa, Uribe defendía la necesidad de una negociación de paz expedita. La transcripción oficial de la declaración del, por aquellos días, Presidente Uribe, muestra además que se ofrecía personalmente para reunirse con la cúpula de las FARC: “Si hay buena fe, un proceso expedito de paz, no un engaño y esa reunión diere una contribución, yo no tendría inconveniente en hacerla”. (Ver transcripción.jpg)
 
¿Por qué  Uribe ofrecía elegibilidad para los guerrilleros, incluso los responsables de delitos atroces; justicia especial para dar amnistía e indulto a los alzados en armas, sin excepción; e incorporación a la Constitución de las nuevas normas? Porque sabía muy bien que sin esas herramientas no es posible llegar a un acuerdo de paz.

 
¿Y por qué ahora no es aceptable lo mismo que él proponía siendo Presidente? La respuesta la debe dar el senador Uribe.

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