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"Yo asistí al recital de Uribe"

Después apareció el hijo del doctor Zúñiga o Zuluaga, no recuerdo. Y qué muchacho. Imitó a Uribe, pero mucho mejor que su papá.

Daniel Samper Ospina, Daniel Samper Ospina
1 de marzo de 2014

(Testimonio de una ‘Uribe- fan’ que asistió al evento de poesía del año).

“Te digo la verdad: yo soy partidaria del doctor Uribe desde hace años, cuando no lo habían acusado de ningún crimen y todavía tenía el cabello negro. Por él hago lo que sea. Hace poco nos pidió asistir a un evento de un señor de apellido Zuluaga (ahora te confirmo el nombre, porque se me acaba de ir) y allá estuvede primeras, a pesar de que asustaban. No había nadie. Hacía un frío terrible, soplaba un viento helado. Y yo estaba ahí, sola, mirando cómo rodaba una bola de paja por la plaza vacía mientras este señor que te digo decía por el micrófono un montón de cosas sobre la economía y acusaba a Santos de que se le robaba las ideas.

Por eso, cuando supe que hace un par de semanas el doctor Uribe pensaba dar un recital de poesía con el fin de recaudar fondos para su campaña, le dije a Jorge, mi esposo, ‘¡gordo, prepare el millón de pesos que vale el puesto porque nos vamos al recital de Uribe!’. (Jorge es ganadero y por eso siempre ha admirado la poesía del doctor Uribe).

Por fortuna, el evento no era en el club el Nogal, del que somos socios, porque el club se ha dañado mucho desde que el abogado de Petro, un tal Julio César Ortiz, asumió como presidente: al señor le ha dado por repartir pases de cortesía a diestra y siniestra para congraciarse con los funcionarios de la Alcaldía y se nos pegoteó el club. Uno ya no sabe quién es escolta y quién invitado. El turco de mujeres está lleno de señoras que en su vida se han depilado. La taberna vive repleta de señores de chompa blanca que piden sabajón y al guardarropa no le cabe una mochila más. Y me duele, no creas que no, porque el club siempre ha sido el lugar más exclusivo de quienes vivimos en Bogotá. Y somos de provincia. Acá se han hecho homenajes al general Rito Alejo; por acá han pasado Juan Carlos Ortiz, Tomás Jaramillo: toda gente prestante, como para que ahora se lo tiren todos ellos. Qué rabia.

Pero te sigo contando: siempre he sido amante de la poesía y asisto seguido a los encuentros literarios que hace mi amiga Gloria Luz Ramírez. Por eso, cuando llegamos al hotel donde tuvo lugar el recital del doctor Uribe, por poco me da un síncope.

Primero nos dieron la cena. Como era bufet, lo precedía el abogado Jaime Granados. Con su bufet. Había ruido de cubiertos, apenas normal para un recinto atiborrado de exmilitares. De golpe bajaron la luz y apareció él en persona: se veía un poco viejo, no te digo que no, pero de sus ojos color miel brotaba esa luz que a mí, en lo personal, me produce escalofríos. Y a Jorge también.

Leyó unos poemas propios, de su inspiración, que fueron los que no salieron a la prensa. Inició con un soneto erótico llamado 'Tómame mis carnitas, mamacita', que decía:

Yo, que grabé en el DAS tantos cidís;
Que luego en Peñalosa fui la sal,
Que apoyo la belleza de Cabal,
Y amo las curvas hondas de Yidís;

Yo, que soy de frisoles y guayabas,
Que tengo el corazón de sangre azul,
Quiero sacarte ahora mi curul
Y tocarte despacio todo el sabas.

Venite a mi carnita y mi huesito,
Sobame sin pudor, dame el gustico,
Con esa mano negra que me halaga.

Aprovechemos ya, ponete en bola,
Que la plaza se empieza a quedar sola
Porque empezó el discurso de Zuluaga.


Acto seguido, recitó la rima 'A mi potranca', que a Jorge le sacó dos lagrimones:

El amor por mi potranca
Es un amor pensativo
La amo como zona franca,
Como falso positivo;
Mi amor por ella es pulquérrimo,
Y, con mi macheta al cinto,
La monto por el Ubérrimo
Mientras me tomo mi tinto.

Luego leyó el 'Haikú del articulito':

La Uribe está terrible.
El Uribe está terrible.
Cambié un articulito.

Siguió con 'Madrigal por los ausentes':

No lloro, no es de machos:
Pero extraño a Restrepo y a Noguera
Y a la Coneja Hurtado hecha una fiera.
¡Ay mis buenos muchachos!
Les regalo mi verso y mi poesía;
Un hato con mil reses
Mi foto con Meneses
Una matera y una notaría.

Después dio paso a la 'Oración al Padre Marianito':

Sueño con que te tengo en mi despacho
Y contigo repito otro periodo:
Lo importante es el qué, jamás el modo,
Desde que el copiloto no sea Pacho.

Venite, gono%$·, si eres macho:
Te saco la peinilla, como en todo:
Celebro, pero nunca empino el codo
porque me sale el diablo, cacho a cacho.

Estas hectáreas son de mi peculio
Igual que Óscar Iván y José Obdulio,
El Pincher y Paloma, hasta Pachito.

Déjame entrar por siempre en tu garaje
Que llevo esmoquin corto como traje
Y conozco en persona a Marianito.


Y cerró con sus 'Coplas aclaratorias':

Yo no es porque sea bocón
Sino por hacer el bien
Pero es que es un derrochón
Y se pasa de la raya:
Quiere vender Isagén;
Y hay que llamarlo canalla:
Con los gringos es servil
Y su gobierno es de espanto:
(Aclaro: no hablo de mí
sino del gobierno Santos)

Después apareció el hijo del doctor que te digo, Zúñiga o Zuluaga, ahorita no lo recuerdo, y, óyeme, qué muchacho: imitó a Uribe, pero lo imitaba mucho mejor que su papá. Te digo que él debería ser el candidato. Luego le cedió la palabra a su papá, y ya después el gordo me despertó y nos vinimos para la casa porque al día siguiente madrugaba al gimnasio del club: ahora llego tempranísimo para no ver a Vera Grabe en trusa y calentadoras.