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Claudia Gurisatti: ¿periodista o fiscal?

El verdadero periodista entrevista a Dios y al Diablo con la misma lucidez e imparcialidad. Su función es documentar para informar; no interrogar para juzgar.

David Bustamante, David Bustamante
31 de agosto de 2016

El pasado viernes 26 de agosto vimos en RCN a la directora de Noticias NTN24, Claudia Gurisatti, entrevistar al comandante del ejército nacional, Alberto José Mejía Ferrero. Quien haya visto la entrevista habrá advertido que no se trató de una ‘entrevista‘ como uno de los géneros del periodismo sino de lo que en un proceso penal se conoce como ‘contrainterrogatorio‘. Claudia no solamente intentó implicar las respuestas en todas sus preguntas: su talante autoritario y grosero hizo a todo periodista serio del país sentir una profunda vergüenza ajena.

El columnista León Valencia escribió el 30 de mayo de 2015: "NTN24 no ha sido un lugar del periodismo; es un órgano de propaganda –en el más puro sentido leninista– para atacar día y noche a las izquierdas de América Latina y propagar las ideas de las derechas del continente". Y agrega: "La señal de Gurisatti, de RCN Televisión y de la familia Ardila Lülle está en contravía a las transformaciones urgentes de la vida nacional".

Este viernes quedó demostrado por enésima vez. Como el abogado que pretende hacer decir al testimonio lo que él desea y no lo que el testimonio oyó o vio (lo que sabe en fin), la señora Gurisatti se dedicó a hostigar al comandante. ¿Por qué no escribe una columna de opinión y se explaya a su total antojo en lugar de intentar manipular –a todas luces e insistentemente– la fuente? La fuente que con claridad expone la realidad que tanto trabajo le cuesta aceptar. Cuanto digo, que tuerce las cosas como un abogado en una defensa tuerce la forma de redacción de la ley por no poder torcer su espíritu, a fin de obtener la libertad de su defendido porque la justicia (verdad) es reemplazada por el valor que el abogado (periodista) le da a la victoria (versión personal de los hechos).

¿Por qué será que hasta el Código de Procedimiento Penal prohíbe a las partes en un proceso hacer preguntas insinuantes (cuando de la primera parte del interrogatorio se trata)? Porque en la búsqueda de la verdad (lo que pareció desear negar o falsear la señora Gurisatti) la idea es obtener un testimonio exento de prejuicios o de impresiones implantadas directa o indirectamente por quien interroga. Lo contrario sería como tomar una gota de agua limpia y clarísimamente clara para introducir colorantes de nuestro gusto. Eso se llama manipulación y, en forma más profunda, manipulación del material probatorio (testimonios). En el caso de Claudia se trató, sin embargo, de una tentativa de manipulación, pues quien pretendía juzgar se encontró mejor preparado que la fiscal.

El mes pasado entrevisté a un miembro del Centro Democrático y, pese a mi profundo recelo hacia dicho partido y el uribismo que lo encarna (por su caracterización reaccionaria, pareciéndose cada vez más a una secta que a un partido), jamás se me habría ocurrido asumir una actitud igual o semejante. Distingo bien tanto entre la profesión y la opinión como entre las personas y sus orientaciones políticas (o no tendría amigos). Antes, se notó el aprecio y la humanidad. ¿Tras que me concede una entrevista voy a cuestionarlo en lugar de entrevistarlo? Aún cuando un periodista controvierte las contestaciones del entrevistado, lo hace bien documentado exhibiendo interés por la veracidad de la información al crisol de la imparcialidad, no de la agresión.

Señora Gurisatti, la dejo aquí con las palabras del teórico de la educación y uno de los grandes escritores del siglo XX, Paulo Reglus Freire (1921-1997), quien en 1976 escribió en su libro ‘Política y Educación‘: "Si mi apatía por A o B provoca en mí un malestar que va más allá de los límites, que me imposibilita o, al menos, dificulta leerlos (o criticarlos), debo obligarme a una posición de silencio con relación a lo que escriben (o dicen)". Pero: "También debo criticarme por no ser capaz de superar mis malestares personales (o prejuicios)". Es entonces cuando toma forma la célebre máxima de Sócrates: "Conquístate a ti mismo". Usted tiene mucho qué aprender y, sobre todo, un mejor ejemplo que impartir en el marco de la democracia y el posconflicto que ya comienza, especialmente a los periodistas en ciernes en las Universidades de Macondo.

Al distinguido General no me queda más que felicitarlo por la paciencia que en nombre de nosotros los colombianos tuvo a fin de informarnos y de ofrecernos seguridad; pudiendo haberse parado e ido ante tan aborrecible maltrato.

Colofón I: El expresidente Álvaro Uribe parece haber recolectado firmas para una cosa y presentado para otra. Lo cierto, sin embargo, es que dejó entrever la crudeza de su cinismo. Le parece que ‘el acto legislativo para la paz‘ constituye una "sustitución de la Constitución". Pero no le pareció una "sustitución de la Constitución" cuando pretendió, ahí sí, trastocar la identidad de la misma o el sistema de ‘pesos y contrapesos‘ a los fines de perpetuarse en el poder mediante una tercera elección o segunda reelección presidencial.

Colofón II: Como Revista Semana y El Espectador, también la papelería Hilu Papers, debajo de la Universidad Externado de Colombia, se dedicó a difundir el Acuerdo de Paz alcanzado el 24 de agosto entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). "¡Llévese el Acuerdo; lea el Acuerdo; no vote sin leer el Acuerdo!", gritan a pulmón herido a la masa de estudiantes que por allí pasa. Es un ejemplo de ética cívica que este país precisa por parte de todos en vísperas de comenzar a experimentar la reconciliación. Felicitaciones.

* @BustamanZuleta - donquijotebustamante.blogspot.com

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