Home

Opinión

Artículo

OPINION ON-LINE

Vengo a ofrecer mi corazón por la paz

El columnista hace una versión de la canción 'Quién dijo que todo está perdido' de Fito Páez, donde hace alusión a la campaña #SíMeLaJuego por la Paz.

Diego Cancino, Diego Cancino
24 de agosto de 2016

Acá va una adaptación, irrespetuosa, de la canción "Quién dijo que todo está perdido" Gracias Fito. Es un canto al momento histórico que estamos viviendo hoy. Hoy se anuncia el primer paso en ese camino emocionante, fascinante y arduo de la construcción de la paz. #SíMeLaJuego por esta paz anhelada y por vivir un país desde la fiesta, la alegría, la tranquilidad y las voces de esta Colombia que ya no quiere más sangre en sus ríos y clama esperanza.

¿Quién dijo que todo está perdido?
[Quién dijo que la guerra era perpetua]

yo vengo a ofrecer mi corazón,
[Con toda mi fuerza vengo a ofrecer mi corazón por la paz y por un país que cuide la vida]

tanta sangre que se llevó el río,
[Tanta sangre que ha derramado la guerra, tanta sangre que hay que ya hay que parar]

yo vengo a ofrecer mi corazón.
[Vengo a ofrecer-me para jugármela por la paz, para jugarme la vida por un momento irrepetible]

No será tan fácil, ya sé qué pasa,
[Para nada fácil será, habrá resistencias y habrá que tejer con calma, pero siempre la polifonía de expresiones acalladas hoy más que nunca, desde la tenacidad y la creatividad, se sentirán y jalonarán esta construcción de paz que requiere fuerza y constancia]

no será tan simple como pensaba,
[No será tan simple como la guerra, pero vale la pena]

como abrir el pecho y sacar el alma,
[como brindarse, entregar el alma y construir de la mano de todos esta Colombia soñada. Abrirse al otro desde el alma, se trata acá de hacer un brindis por la paz…de brindar-se a la paz]

una cuchillada del amor.
[y que no haya más heridas de fusiles, ni minas que destruyen cuerpos enteros; sino marcas de amor que trastocan y conmueven, marcas de amor que trazan y reconfiguran la vida]


Y uniré las puntas de un mismo lazo,
[y lograremos converger las antípodas en un mismo lazo para vernos a los ojos y re-conocernos en un mismo espacio; y que por más contradicciones jamás nos vamos a volver a matar por nuestras ideas]

y me iré tranquilo, me iré despacio,
[Me iré tranquilo y con calma cuando sea necesario, cuando ya nuestra voz requiera nuevas voces, cuando aquellos que gatean vivan un país inundado de fuerza cultural e inclusión, cuando puedan respirar un tiempo de paz y no de guerra]

y te daré todo, y me darás algo,
[y como en una relación de amor profundo te daré todo señora Paz, será un encuentro místico que reconstruya todo el sentido y tu me darás alegría, tranquilidad, justicia y emoción para seguir viviendo]

algo que me alivie un poco más.
[Algo, señora Paz, que me alivie un poco más]

Y hablo de países y de esperanzas,
hablo por la vida, hablo por la nada,
hablo de cambiar ésta, nuestra casa,
de cambiarla por cambiar, nomás.
[De cambiar esta nuestra casa que pasa de la violencia a la palabra, del miedo a la confianza y de la imposición a la creatividad. Hablo de reconstruir, desde tu mano, tu mano y tu mano esta esperanza que nos arrebataron hace 52 años. Hablo de lo más profundo y es hablar por la vida, hablo de que la paz es una apuesta por la vida…hablo de cambiar esta nuestra casa con las voces múltiples de la Colombia profunda]

¿Quién dijo que todo está perdido?
yo vengo a ofrecer mi corazón.
[¡Con toda vengo a ofrecer mi corazón por la paz!]

* Asesor de Paz territorial del alto comisionado por la paz y Redpropaz.