El eclipse de la democracia

Existe un relato Chino en el que se indica que los eclipses ocurren porque un dragón gigantesco estaría comiéndose el Sol. Por ello, lo tradicional era hacer mucho ruido, tocar tambores, postes y todo lo que estuviese al alcance de la gente para con el ruido espantarlo, lo que en consecuencia traería la salvación de la luz de la vida.

Por esto que los Estados Unidos, donde mal gobierna Trump, haya sido el sitio en el que pudo apreciarse de mejor manera el eclipse de este lunes anterior, es casi una premonición pues la verdad, liderazgos como los de Trump, Maduro,Temer, Ortega, Uribe han sido y son la mayor explicación para el eclipse democrático que se vive en las Américas.

Los sistemas de control social, político y judicial a los gobernantes están siendo impedidos de maneras diferentes pero eficaces.

En unos casos mediante el aprovechamiento de los miedos de la gente a situaciones de crisis como la que se evidencia en Venezuela. En otros, estimulando la venganza contra un sector de la sociedad como herramienta del poder.

También y como sacado de un cuento sobre la estupidez humana existe el caso donde de manera descarada, el poder del Estado se pone en función de una familia como lo hiciera Somoza en la Nicaragua de los setenta.

En el caso de Colombia con lo conocido sobre la corrupción del caso Odebrecht, los carruseles de contratos y las coimas para evadir la justicia se constata una vez más que el imperio de la democracia en el Estado colombiano, ha sido impedido mediante una permanente sumatoria de corrupción y sangre.

Los ejemplos anteriores sirven para mostrar que la amenaza al modelo democrático es real y que los impactos que estamos viendo no son fantasía pasajera.
El creciente criterio supremacista blanco en los Estados Unidos puede llegar para quedarse, el aplastamiento de un sector de Venezuela por otro fundado en decisiones “constituyentes” que excluyen opciones políticas diferentes a las oficialistas no son el reflejo de decisiones democráticas. La prolongación del poder en manos de Daniel Ortega y de Rosario Murillo a través de sus hijos y familiares son una versión de corrupción como la de Somoza.

Tampoco, en las filas del establecimiento colombiano existen hoy muchos que puedan ser excluidos de la corrupción y prácticas violentas para mantenerse en el poder.

No podemos seguir pensando que los eclipses ocurren porque un dragón se quiere comer el Sol.

El actual eclipse de la democracia en la región ocurre porque hemos sido sordos a la necesidad de cambio, porque no hemos atendido los riesgos que enfrenta la democracia de manera clara y porque siempre pensamos que la estabilidad es más segura que arriesgarnos con opciones nuevas.

En esencia porque actuamos de manera conservadora.

Es hora de abandonar la comodidad de lo seguro, es un tiempo para arriesgarnos por nosotros mismos y no para pretender que todo está escrito, necesitamos recuperar el espíritu por lo novedoso y creer que es posible conseguir transformaciones profundas en la situación del país, es necesario decididamente defender la democracia.

Con votos libres y no con ruidos de tambores podremos espantar este eclipse antidemocrático que pretende impedir el futuro anclándonos al pasado.

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@alvarojimenezmi