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El acta que Pastrana no quiere que publiquen

Pastrana dijo que si Colombia iba a la guerra con Correa del Sur, él mismo viajaría a Sucumbíos.

Daniel Samper Ospina, Daniel Samper Ospina
6 de abril de 2013

La Unidad Investigativa de esta columna obtuvo el acta de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores cuya posible publicación distanció del gobierno al expresidente Pastrana.


Acta No. 223.

Asistentes: Presidente Santos; expresidentes Betancur, Gaviria, Samper y Pastrana; excancilleres; lagartos varios.

Orden del día: Verificación del quórum; lectura del acta anterior; responsabilidad en fallo de La Haya; apoyo a guerra de Corea; consideraciones varias.

El expresidente Pastrana tardó en llegar y por ello la reunión no comenzó a tiempo. Los asistentes criticaron su retraso, y algunos de ellos comentaron que resultaba increíble que con ese retraso hubiera alcanzado la Presidencia. El expresidente Samper dijo que Pastrana había llegado a presidente porque él tenía buena espalda, y luego se echó a reír. César Gaviria escupió un diente.

La comisión tomó asiento; el presidente tomó la palabra; Belisario tomó una siesta. 

El secretario verificó el quórum y dio inicio a la sesión con la ausencia de Álvaro Uribe, quien la siguió vía Twitter.

Gaviria propuso que su hijo leyera el acta anterior en su casa, con lo cual podían evacuar la reunión con prontitud para llegar a tiempo al cumpleaños de Luis Carlos Sarmiento. La solicitud tuvo lugar.

Atendiendo el orden del día, el presidente Santos advirtió que por negligencia de los gobiernos de Uribe y Pastrana el país podía perder parte del mar Caribe. Pastrana entró en cólera y pidió que no mencionaran su nombre al lado del señor Uribe, a quien consideraba un inmoral. Acto seguido preguntó qué significaba inmoral. Y quién era el señor Uribe.

La canciller Holguín pidió la palabra, señaló que San Andrés también estaba en riesgo, y pidió consignarlo en el acta. Samper dijo que de allá era Dania Londoño, hizo un chiste con Dania Londoño y el fenómeno topográfico del hoyo soplador, y se echó a reír. La canciller anotó que donde había hombres, había prostitución. María Emma Mejía y Noemí Sanín, únicas mujeres de la sala, se miraron incómodas. Samper pidió consignar a Dania Londoño en el acto y rió de nuevo. Gaviria escupió otro diente. Belisario despertó.

Pastrana argumentó que no retiró a Colombia de la corte de la Haiga porque los kilómetros de mar que estaban en juego ni siquiera se alcanzaba a ver desde ‘El club de pesca’ de Cartagena. Belisario lo corrigió y le dijo que se decía Haya. Samper hizo un chiste sobre los callos a la madrileña y los de San Andrés. Pastrana pidió que le explicaran el chiste. Belisario comenzó a roncar.

Aprovechando el carácter reservado de la reunión, Pastrana señaló, comillas, “papá también perdió el islote de Los Monjes y a él nadie le dijo nada”, cierre comillas, e hizo un puchero. Santos dijo: “Pero acá estamos hablando de 75.000 kilómetros, Andrés”, a lo que Pastrana preguntó si eso era mucho o poco, y si era más de 100. 

Santos respondió que mucho. Pastrana lanzó un sollozo y confesó que él nunca había querido ser presidente, solo presentador de televisión, pero que su papá lo había obligado; que cada noche, mientras se chupa el pulgar para conciliar el sueño, se sigue preguntando por qué Hernán Orjuela sí pudo y él no. Y pidió que, en “consideraciones varias”, todos lo consideraran.

Belisario se despertó, se acomodó la caja y pidió pensar en soluciones frente a la pérdida territorial. Gaviria dijo que lo más práctico era que la selección Colombia clasificara al Mundial para que el país se olvidara del asunto. Pastrana sugirió reemplazar al profesor Pékerman por su hermano Juan Carlos, experto en jugar con titulares.

Santos continuó con el orden del día y planteó la participación de Colombia en una posible guerra entre las dos Coreas. Se analizaron los pros y los contras de enviar un nuevo Batallón Colombia. Pros: que Carlos Mattos daría a los expresidentes carro Hyundai con tapicería de cuero y vidrios blindados. Contras: que les tocaría ir a las fiestas de Carlos Mattos. 

Noemí Sanín se ofreció como embajadora en Seúl, toda vez que ella estudiaba a los grandes maestros de Oriente, como Marlon Becerra, que es de los Llanos Orientales. Pastrana dijo que él veía Seúl en la olla cuando era alcalde. Santos prometió erradicar esa olla. Pastrana le preguntó a Belisario si se decía “Olla” u “Oiga”. Belisario se despertó.

Pastrana dijo que si Colombia iba a la guerra con Correa del Sur, él mismo viajaría a Sucumbíos. María Emma le explicó que no hablaban de Correa, sino de Corea. En alianza con Santos, Samper pidió “vueltica” a María Emma.

A los 15 minutos de iniciada la sesión, los expresidentes convinieron que, en caso de intervenir en la guerra, Belisario manejaría a los militares; Gaviria, la cárcel de prisioneros; Pastrana, la inteligencia. Y Samper la retaguardia. 

En ‘Varios’, Belisario comentó que había aceptado el reto Corega; sus colegas lo felicitaron y le desearon lo mejor. Posteriormente, los presentes debatieron lo que vestirían en la fiesta de Luis Carlos Sarmiento, lo cual prolongó el encuentro por tres horas más, al final de las cuales Belisario le regaló un chorrión de Corega a Gaviria, mientras Pastrana preguntaba qué era eso. Acto seguido, la sesión se levantó. Pero no Belisario. 

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