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¿El coronavirus nos hará más desiguales en Colombia?

Es importante establecer como sociedad cómo enfrentaremos la crisis. Porque la ola de miedo que ha generado el coronavirus ha exacervado el individualismo.

Fernando Rojas Parra
19 de marzo de 2020

Hoy nos enfrentamos a una pandemia: el covid-19. Los esfuerzos para evitar su propagación necesitan de la colaboración de todos, pero también de un liderazgo que esté a la altura de las circunstancias. Ahí tenemos un gran desafío en Colombia porque debemos tomar la decisión de qué camino vamos a seguir. En ese sentido, el caso de Corea del Sur ha llamado mucho la atención porque es un gobierno que se centró en resolver la crisis, que convocó a la sociedad y estableció, sin dilaciones, una amplia red de diagnóstico. Así, mientras en Estados Unidos entre enero y marzo fueron examinadas 4.300 personas, en Corea del Sur hicieron la prueba a 196.000. Esto redujo sustancialmente los efectos más negativos de la pandemia en su población.

Por ahora, la apuesta del Gobierno de Colombia no es clara. Con un coeficiente de Ginni de 0,517, parece apostarle a un paquete de medidas de las que no se tiene claro su verdadero impacto en el tejido social de un país profundamente desigual. El teletrabajo, la suspensión de las clases en jardines, colegios y universidades fueron presentadas como acciones para frenar el riesgo de contagio del coronavirus. Sin embargo, teniendo en cuenta que la informalidad laboral en Colombia llegó al 61% en 2018, según la OIT, un amplio sector de la población no podrá darse el lujo de guardarse y tendrá que hacer milagros porque viven al diario. Si no trabajan, no comen.

Claro que hay que cuidarse y que hay que reducir los efectos negativos de la pandemia. Sin embargo, en una sociedad tan desigual como la colombiana estas medidas pueden enviar un mensaje muy duro: se salva el que tiene. Si bien el riesgo de contagio no está asociado directamente a si se es rico o pobre, hay una diferencia en cómo se preparan unos y otros para vivir y enfrentar la amenaza del coronavirus. Y las sociedades desiguales incitan al miedo frente otros.

Por eso es importante establecer como sociedad cómo enfrentaremos la crisis. Porque la ola de miedo que ha generado el coronavirus ha exacervado el individualismo. Así lo anticipó el urbanista italiano Bernardo Secchi, en su ensayo “La ciudad de los ricos y la ciudad de los pobres”, publicado en 2015. Allí señaló que “el miedo desarrolla la intolerancia, rompe la solidaridad y disgrega la sociedad, sustituye la ciudadanía y la virtud cívica.” De esa idea fuimos testigos cuando vimos que algunos con recursos, en avalancha, arrasaron, primero con el papel higiénico, y luego con otros productos de consumo básico sin importar a quienes afectaban o dejaban sin posibilidad de acceso.  

¿Saldremos de esta pandemia más desiguales o será una oportunidad para generar un cambio profundo? En países de Europa y Asia la crisis pudo generar resquemores, pero está enviando el mensaje de que gobierno y ciudadanía reman juntos. Acá, el riesgo es que superemos la pandemia, pero no los efectos negativos de la desigualdad, ni la desigualdad misma. Y el débil liderazgo del gobierno nacional no genera muchas esperanzas.

Como sociedad creo que es mucho más poderoso el #SimulacroVital propuesto por la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, o las iniciativas de los alcaldes de La Ceja, Cartagena, Santa Marta, del Eje Cafetero, entre otros, porque le apuestan a la idea de ayudarnos, de autorrestringirnos, de convocarnos. Y eso, es diferente. Apoyar ese esfuerzo vale la pena.

* PhD en Historia, politólogo con maestrías en gestión urbana e historia. Consultor independiente. @ferrojasparra

 

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