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"El desempleo no puede servir de pretexto para tolerar la proliferación de ventas ambulantes"

El contrabando, la piratería y la falta de higiene son solo algunos de los problemas que se tapan con el sofisma de la falta de empleo, opina el presidente de Fenalco, Guillermo Botero.

Semana
31 de octubre de 2004

El desempleo no puede constituirse en un pretexto para tolerar la proliferación anárquica de las ventas ambulantes en nuestras ciudades. Con semejante sofisma, entonces tendríamos que justificar el atraco, el robo, el hurto y otros delitos cometidos por los individuos bajo el amparo de la necesidad de procurarse unos ingresos. El caso de Bogotá es bien aleccionador: justo en el peor momento de su historia económica, cuando el desempleo se acercó al 20 por ciento, cuando la economía se desplomó en 1998 y 1999, cuando la informalidad y el subempleo crecieron exponencialmente, la administración mantuvo a raya el problema de las ventas ambulantes, y no sólo eso sino que redujo su tamaño.

No resiste análisis decir que la proliferación del comercio informal en nuestras calles es una defensa al desempleo. Por supuesto que hay que enfrentar el problema con audacia, pero lo peor que puede suceder es no hacer nada. El problema de los vendedores ambulantes requiere de un tratamiento integral donde la acción policiva es apenas un componente.

Tampoco resiste análisis decir que del espacio público invadido ilegalmente solo una ínfima proporción lo aportan los vendedores ambulantes. Lo que estaría ocurriendo, más bien, es que parte del espacio público recuperado por las administraciones anteriores ha sido apropiado por los ambulantes.

Y ¿qué tal la invasión de vías emblemáticas de las ciudades con la venta de alimentos preparados al aire libre, en condiciones higiénicas deplorables? ¿Qué tal eso de que se debe aceptar que una persona instale en plena vía pública una estufa y un cilindro de gas, y se ponga a hacer arepas y venderlas, sin las más mínimas normas de salud ocupacional, seguridad industrial y aseo, todo porque esa persona se encuentra desocupada?

Tampoco podemos hacernos los de la vista gorda con la distribución ilegal de muchas mercancías de contrabando, que inclusive sirven de lavadero de divisas de actividades poco santas. Y mucho menos debe la sociedad aceptar como práctica normal las vías de hecho para protestar.

No creemos que el Alcalde de la Capital de la República sea tolerante con la proliferación de ventas callejeras. Debemos ayudarle a planear fórmulas que controlen el desbordamiento del problema.

* Presidente de Fenalco

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