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El editorial de 'El Tiempo"

¿Qué tal el caso Mockus, que duró un año preparándose en Oxford para que el principal periódico le informe que apoyará a otro?

Semana
4 de septiembre de 2005

No acabo de entender por qué dos días antes de que apareciera publicado, por todo Bogotá se oía la misma pregunta: ¿supo que el domingo el editorial de El Tiempo apoyará la reelección de Álvaro Uribe?

Su publicación resultó un tanto desconcertante, sorpresiva e inquietante en sus motivos para muchos. Pero nadie puede negar que hacerlo requirió a la vez valor y un grado considerable de osadía.

¿Qué pudo haber llevado a El Tiempo, con la extemporaneidad de un año antes de las elecciones presidenciales, sin que la Corte Constitucional se haya pronunciado sobre la viabilidad de la reelección, y cuando ninguno de los demás candidatos ha tenido oportunidad de hacer conocer sus programas, a dar ese paso tan rotundo?

Lo único que yo puedo garantizar es que no fue, como muchos maldicientes pusieron a circular, por motivos de intereses personales de sus directores y propietarios. Al tiempo que se producía el apoyo del periódico a la reelección, había comenzado a circular el tema de Avantel, una empresa en la que entiendo que el periódico tiene menos del 10 por ciento, y que supuestamente habría recibido ventajas gubernamentales para ascender a 'la familia' del celular. Todos los que conocemos la trayectoria y la tradición de El Tiempo no le damos ni la menor posibilidad a que allí una decisión editorial se tome por motivos comerciales. La sola suposición es mezquina. Por lo cual quedan abiertas todas las demás interpretaciones posibles sobre por qué se produjo esta adhesión tan anticipada.

Escuché a uno de los directores explicar que el editorial se le anticipó a la decisión de la Corte porque después habría podido ser interpretado como un acto de oportunismo periodístico y político. Jugársela antes de la decisión de la Corte fue una posición arriesgada. Pero el mismo editorial aclara, como debemos hacer todos los colombianos, que cualquiera que sea la decisión de la Corte, será acatada plenamente.

Faltaba más, desde luego, que un periódico no pueda opinar sobre la forma como se llevó a cabo el debate, público por cierto, de la reelección en el Congreso. Comparto la opinión del editorial de El Tiempo de que no hubo vicios de forma capaces de viciarla de inconstitucionalidad, y dar esta opinión en público no puede servir de pretexto de los enemigos de la reelección para afirmar que El Tiempo está intentando presionar el fallo de la Corte. ¡Hasta allá no puede llegar el taponamiento de la libertad de expresión, por favor!

Para dar esa opinión, el editorial de El Tiempo tuvo primero que hacer la lista de todas las cosas que en los últimos meses ha dicho sobre Uribe: que la reelección no se debería estrenar con el Presidente en ejercicio -con lo cual estoy totalmente de acuerdo- por los enredos que podría, y que está, generando. Que la reelección ha relegado a segundo interés el trámite de reformas de primer orden como la pensional, la tributaria, la judicial, la estatal, etc. Que la reelección no ha dejado en claro las garantías de sus opositores. Pero El Tiempo considera que "en la Colombia de aquí y de ahora Uribe es un mandatario difícilmente reemplazable", que es exactamente la disyuntiva en la que muchos colombianos nos encontramos. Objeciones para la reelección inmediata las hay muchas, pero razones para apoyar la reelección de Uribe también. ¿Qué le vamos a hacer?

Finalmente, sí creo que a los demás candidatos el editorial les debió caer por donde sabemos. Si yo fuera Serpa, Peñalosa, Navarro, Mockus, Pardo, Cecilia, Carlos Gaviria, González, sentiría una gran frustración de no poder conquistar el editorial de El Tiempo con el lanzamiento de mi programa de gobierno.

¿Qué tal por ejemplo el caso Mockus, que duró un año largo en Oxford preparándose para llegar pisando duro con sus aspiraciones presidenciales, y que el principal periódico del país le informe en su editorial que aunque le publicará todo lo que proponga, y que aún no ha propuesto, apoyará a otro?

Pero pensemos por un momento en que la reelección se caiga, y El Tiempo tenga que apoyar a uno de los candidatos anteriores, como seguramente terminará haciéndolo para ser consecuente con su transparencia editorial. No quisiera ni por un momento tener la responsabilidad de hacer esa escogencia ni de escribir ese editorial.

Optar por Uribe en el actual escenario es, por lo tanto, todo menos una posición oportunista y su extemporaneidad tiene una lógica que puede que muchos no compartan, pero que a mí me parece inevitable.

Por todas las anteriores consideraciones, yo también habría escrito el mismo editorial, y hasta de pronto 15 días antes.

Lo increíble es que a pesar de la trascendencia que tiene, como noticia no hubiera dado para un debate de más de un día.

ENTRETANTO?¿Habrá alguna posibilidad de que en lo que queda de este siglo, alguien bautice a una niña con el catastrófico nombre de Katrina? Y peor aun: ¿qué hace uno si a estas alturas se llama Katrina Rueda?

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