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El mercado laboral empeora

Si el crecimiento anual del PIB es inferior a 3,0 por ciento en 2016 y 2017, será muy difícil volver a los niveles de desempleo del 2015.

Semana.Com
21 de abril de 2016

Desde hace un año el mercado laboral colombiano viene perdiendo ritmo con una tendencia de aumento de la tasa de desempleo a más de dos dígitos, es decir, por encima de 10,0%. Dado que las tasas de crecimiento del PIB que se pronostican para 2016 y 2017 están por debajo de 3,0%, indudablemente se va a cambiar la tendencia que se tuvo de 2000 a 2014 de reducción del desempleo y volver a un ciclo negativo en que el desempleo aumenta y las condiciones laborales en general se deterioran.

En efecto, dadas tasas de crecimiento demográfico alrededor de 1,1% y  de aumento de la productividad promedio laboral (producto interno bruto dividido por el total de empleados) superior a 1,2%, tasas de crecimiento de 2,5% o menos no permiten disminuir el desempleo abierto ni el subempleo objetivo y subjetivo. Es decir, dados estos valores junto con tasas de crecimiento del PIB iguales o menores a 2,5%, la economía no puede absorber el total de los nuevos demandantes de trabajo, con lo cual la tasa de desempleo tiende a aumentar. De ahí la necesidad de crecer a tasas superiores a 5,0% para en un plazo no muy largo tener tasas de de desempleo inferiores a 8,0% y de subempleo por debajo del 30,0%.

La última encuesta laboral del DANE para el mes de febrero de 2016  permite sacar diversas conclusiones sobre lo que está ocurriendo en el mercado laboral colombiano.

A nivel nacional el desempleo abierto varió de 9,9% en febrero de 2015 a 10,0% en febrero de 2016, manteniéndose prácticamente constante, cambiándose la evolución de antes de 2014 de disminución en la tasa de desempleo.

En valores absolutos el empleo creció en un año en 498.000 personas, que corresponde a parte del incremento en la fuerza laboral, ya que se tuvieron  más de 94 000 desempleados.

Otro indicador que hay que mirar es el total del subempleo objetivo y subjetivo (comprende las personas que desean o han hecho gestiones  para mejorar sus ingresos, el número de horas trabajadas o tener una labor más propia de sus personales competencias) que también dejó de bajar, manteniéndose en 38,0% en febrero de 2016 en comparación con febrero de 2015, pero el total de personas subempleadas aumentó de 9.014.000 en febrero de 2015 a 9.211.000 en febrero de 2016.

Para trece ciudades y áreas metropolitanas que explican la mitad del empleo en Colombia, el desempleo aumentó ligeramente de 10,2% a 10,3%  en el mismo período de análisis y la suma de los empleos objetivo y subjetivo  aumentó de 38,1% a 38,3%.

Otro análisis es el que se hace comparando trimestres. Así, al mirar los trimestres diciembre 2014-febrero de 2015 y diciembre 2015-febrero de 2016, el desempleo abierto nacional aumentó de 9,8% a 10,2%. Por cabeceras, es decir, el desempleo urbano, la situación es bastante crítica, ya que aumentó de 10,6% a 11,3%, por encima del desempleo de 11,0% en diciembre de 2013 a febrero de 2014.

Por el resultado en las zonas rurales, el desempleo nacional no fue más alto. En efecto, el desempleo rural viene bajando desde 2007 de 9,0% a 6,6% en  2015 y a 5,9% en 2016.

Para 23 ciudades y sus áreas metropolitanas, la situación es grave ya que el desempleo abierto  en el trimestre diciembre 2015- febrero de 2016 de 11,5% es superior al de diciembre de 2014-febrero 2015 de 10,5% y por encima también del valor de 10,2% en diciembre 2013-febrero de 2014.

Por ciudades, en el trimestre diciembre 2015 a febrero 2016, las de menor desempleo fueron Bucaramanga, Cartagena y Barranquilla con 8,8% cada una, y las de peor desempeño fueron Quibdó (19,3%), Cúcuta (17,5%) e Ibagué (16,5%).

El desempleo por ocupaciones en el período diciembre de 2015-febrero de 2016  muestra que una alta proporción está en el sector informal, en los que son trabajadores por cuenta  propia, empleados domésticos y trabajadores sin remuneración. La composición del trabajo por ocupaciones  en este trimestre es:

Obrero, empleado del gobierno 4,0%
Jornalero o peón  3,0%
Obrero, empleado particular  38,3%
Subtotal   45,3%
Trabajador por cuenta propia  43,1%
Trabajador sin remuneración   4,6%
Empleado doméstico  2,5%   
Patrón o empleador  3,9%            

Por sectores, la comparación entre los trimestres diciembre de 2014-febrero de 2015 y diciembre de 2015-febrero de 2016 muestra que el empleo decreció en la industria manufacturera (-7,7%) y transporte y almacenamiento (-2,4%) y creció en las demás ramas, en primer lugar en el sector de actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (7,7%), comercio, restaurantes y hoteles (5,1%) y construcción (94,5%).

La población ocupada según ramas de actividad se concentra en el sector terciario, en las ramas de comercio, restaurantes, hoteles; servicios comunales, sociales y personales y actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, con 54,9%; a continuación los sectores productivos de industria manufacturera y agropecuario con 27,4%; construcción con 6,5% y otras ramas con 2,8%, resultados que se muestran a continuación:

Comercio, restaurantes y hoteles   28,1%
Servicios comunales, sociales y personales  19,0%
Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquileres  7,8%               
Agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca  16,0%               
Industria manufacturera  11,1%
Construcción  6,5%
Otras ramas (minas y canteras, electricidad, gas y agua e intermediación financiera  2,8%
Total  100,0                                                         

Una observación final a estas cifras. El papel del sector de minería, cuya población ocupada aparece en otras ramas es mínimo, lo que confirma las críticas hechas al modelo de crecimiento basado fundamentalmente en el desarrollo del sector minero, por lo menos en lo que hace referencia al trabajo directo. Pero aun considerando el trabajo indirecto, el porcentaje no pasa de 2,0%.

Los resultados de la encuesta laboral de febrero y las realizadas en meses anteriores, muestran que el mercado laboral comenzó a empeorarse desde 2015, es decir, la tendencia declinante de las tasas de desempleo y subempleo se  paró y comenzó un ciclo de estabilización y de crecimiento lento pero continuo de las tasas de desempleo y subempleo.

Si las tasas de crecimiento de 2016 y 2017 son inferiores a 3,0%  será muy difícil volver a la situación previa a 2015.

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