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El señor Náder

Lo que es una lástima es que quien, como Carlos Náder, tenía acceso a Escobar, no hubiera podido salvar la vida de otros, como Luis Carlos Galán

Semana
25 de septiembre de 2005

Adiós por que me tengo que ir a jugar golf con mi novia caraqueña", le dijo el señor Carlos Náder a La W, y se despidió.

Con esta sencilla frase Náder dio por terminada una entrevista en la cual no le faltó por salpicar absolutamente a nadie. ¿Qué clase de personaje es este, que no tiene reparo en aventar a quienes según él son "mis mejores amigos"? ¿Que confiesa haber cedido ante el

chantaje inmoral de Pablo Escobar? ¿Quien cobraba dinero por gestionar entrevistas con el capo antioqueño, y quien posa de haber logrado salvarles la vida a personajes del establecimiento político, social y periodístico?

El grado de cinismo con el que refutó la afirmación que hizo el ex presidente López Michelsen en una declaración ante la Fiscalía, en la cual manifestó que tenía entendido que Alberto Santofimio se conoció con Pablo Escobar a través de Carlos Náder, es desconcertante.

Lo que le interesaba rectificar a Náder no era su cercanía con el capo de la droga, uno de los hombres más peligrosos de la historia criminal del planeta, sino un asunto menor: el de supuestamente haber 'presentado' a Santofimio con Escobar. Pero a Náder que le saquen a relucir esto último le parece más grave que haberse sentado con Escobar a escuchar sus planes de volar El Tiempo con una bomba arrojada desde un avión. O haberle oído decir que todo el que oliera en Colombia a César Gaviria o a Luis Carlos Galán era hombre muerto. O haberle escuchado que iba a matar a los López y a los Santos. Y que planeaba secuestrar a Francisco Santos, como efectivamente sucedió. "¿Se imaginan lo que habría sucedido si Pablo se entera de que lo estaba delatando?" le dijo a La W, como hablaría un cómplice del sicariato, y como si fuera un acto heroico alertar sobre los siniestros planes de su amigo a sus amigos, los primos de la víctima.

Pero como si no fuera suficiente la tolerancia social que Náder encarna y que hace extensiva más allá de su persona hacia el fenómeno del narcotráfico, del sicariato, de la corrupción política y del amedrentamiento general, también expresa muy claramente que la Constitución del 91 fue inspirada por Pablo Escobar para incluir en el artículo 35 la prohibición taxativa de la extradición de nacionales en Colombia.

Escobar, según el relato de Náder, contrataba conceptos de abogados para neutralizar la extradición, pero Náder le insistía que eso sólo era posible a través de una reforma constitucional. Incluso se ofreció a llevarle esos conceptos a su primo, el lamentablemente desaparecido ex presidente Carlos Lemos Simmonds. Qué tristeza que uno, después de muerto, quede en boca de semejante primo.

La entrevista deja la sensación de que hay muchos en Colombia que le quedaron debiendo su vida a las gestiones de Náder con Escobar. "Ahí le entrego la vida de esos hp", le dice el capo a Náder, en el colmo de la magnanimidad. Al parecer, lo único que Náder tuvo que decirle a Escobar, para disuadirlo de sus sangrientos planes, fue: "¿No, Pablo, pero cómo vas a hacer eso? ¿Cómo vas a volar 'El Tiempo'? ¿Cómo vas a mandar a matar a los López y a los Santos?"

Lo que es una lástima es que quien, como Náder, tenía acceso a Escobar, no hubiera podido salvar la vida de otros, como Luis Carlos Galán, quien según unos casetes prácticamente inéditos que circulan por ahí sobre las conversaciones de esas épocas, no le produjo a Náder un sentimiento de solidaridad por su vida truncada, sino una exclamación de alegría por su asesinato.

"Más bien muerto que un hp", le dijo Náder a Escobar, según las grabaciones.

Él dice que no se acuerda de haberlo dicho, porque "eso fue hace 20 años".

Pero, como dice el tango, cuando uno lleva esa condición en el alma, 20 años no es nada.

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