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El 'show' de Arauca

Gústenos o no, la 'micropolítica' es el estilo de Uribe. Y es la clave de la forma sorprendente como se ha sintonizado con la opinión

Semana
21 de julio de 2003

No faltaron, obviamente, quienes saltaron a criticar el traslado de tres días del gobierno del presidente Uribe a Arauca.

Los argumentos eran previsibles: que era un "viaje publicitario", que los costos del viaje fueron muy elevados y los paga el contribuyente, que desde el punto de vista administrativo esas salidas son aparatosase inconvenientes, y que es más seguro y másbarato que despache desde Bogotá.

También se alcanzó a decir que Arauca, capital Arauca, seguirá siendo la misma Vietnam que antes de la visita presidencial. Porque al fin y al cabo, en el fondo lo que hubo fue un 'golpe militar' de tres días encabezado por el Presidente de la República. La población se paralizó, se suspendieron las actividades del municipio, se restringió el transporte, lo que, según los críticos, impuso en Arauca un aire artificial y sobre todo temporal de seguridad que volvería a invertirse tan pronto como el Presidente, su comitiva y el Ejército recogieran sus trastos y la sede del gobierno nacional regresara a la capital.

No tiene porqué ser vergonzante el hecho de que en el fondo, este viaje presidencial a Arauca tuviera un fin propagandístico. No hubo noticiero de televisión, ni programa radial, ni periódico nacional que no registrara declaraciones o imágenes de Uribe "en la boca del lobo", como alguno de estos medios describió en un titular el comienzo de esta odisea.

¿Y cuál era el mensaje que se quería transmitir? El de la cercanía y la presencia del Presidente en la propia cueva de las Farc.

Y no hay duda de que se transmitió el mensaje. Una encuesta realizada entre los días 16 y 17 de la semana pasada indican que la popularidad de Uribe superó la barrera del 75 por ciento, una de las cifras más altas de la historia.

Así, Uribe no sólo desafió a ese grupo guerrillero que hace poco más de un año era el dueño del show en Arauca. También desafió a todos aquellos sectores de opinión que insisten en que es muy malo que el Presidente de la República recorra el país porque es caro, porque es peligroso, y porque es más fácil hacerlo por larga distancia.

Este facilismo es el mismo que se utiliza para criticarle a Uribe los consejos regionales. Desde el comienzo de su gobierno al Presidente lo han criticado dizque porque hace los papeles de ministro y viceministro, de gobernador, de alcalde y hasta de sargento. Porque se la pasa todos los sábados "dejándose manosear" por los pobladores de diversos rincones nacionales que lo buscan para contarle sus problemas. Estos críticos sostienen que el Presidente se está desgastando en hacer 'micropolítica', cuando los presidentes deben estar atendiendo los grandes problemas nacionales en lugar de estar asumiendo las funciones de sus subalternos.

Gústenos o no, la 'micropolítica' es el estilo de Alvaro Uribe. Y quizás es la clave principal de la forma sorprendente como ha logrado sintonizarse con la opinión, lo cual le ha permitido gobernar hasta ahora girando contra la chequera de su popularidad en los temas más impopulares como lo es, principalmente, meterse con los bolsillos del pueblo colombiano, con una decisión frente a las circunstancias económicas del país que no se le había visto a ningún otro mandatario reciente.

Sin embargo, no hay popularidad que dure cien años ni cuerpo que la resista. Lo impresionante es que a Uribe se le haya subido de esa forma su popularidad cuando simultáneamente está abriendo de manera inevitable múltiples frentes opositores a su mandato. Al mismo tiempo se han venido anunciado medidas económicas que afectan a los sindicatos, a los viejitos, a los empresarios, a los colegios, al mercado, a los enfermos. Y todo esto ad portas de un referendo en el que no sólo se están jugando medidas económicas clave para enderezar las cifras del país, sino donde también se está jugando, y principalmente, la gobernabilidad futura de Uribe.

No debe ser un secreto que si el Presidente pierde el referendo pierde mucho más de lo que parecería a simple vista. De ahí que haya tanto 'abstencionista' alebrestado y tanto gobiernista nervioso. El referendo es clave para el Presidente, para que eso vaya quedando claro de una vez por todas.

Por eso ir a Arauca no sólo tenía el propósito altruista de enterarse de cerca de los problemas aterradores de su población. También contenía un ingrediente de show político, un propósito propagandístico de gobierno, un ánimo publicitario de comunicación con el país.

Eso es lo que explica que otro de los elementos fundamentales del 'estilo Uribe' sea el de gobernar como si aún estuviera en campaña, por una razón muy sencilla: porque está en campaña.



ENTRETANTO. Felizómetro: ¿Habrá hombres más felices en Colombia que el fiscal Osorio siendo Fiscal? ¿Que Ricardo Santamaría después de haber encaramado la circulación de 'El Espectador'? ¿Que el vicepresidente Pacho Santos después de su regreso de Europa? ¿Que Jaime Castro amenazando con su candidatura a la Alcaldía para 'tirarse' a Peñalosa? ¿Que Diego Palacio de ministro de Protección Social? ¿O que Juan Guillermo Ríos repartiendo empleos en la televisión?

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