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El testigo

Así como me atreví a defender a Plazas Vega en su momento, ahora debo decir que está en marcha una campaña infame contra la fiscal Ángela Buitrago y que hay pruebas claras de que el testigo no fue suplantado.

Daniel Coronell
25 de junio de 2011

La labor del periodismo es buscar la verdad, no hacer justicia. Cuando un reportero tiene que escoger entre lo que es cierto y lo que es justo, debe elegir lo que es cierto. Los culpables deben ir a la cárcel -de eso tiene que encargarse la justicia-, pero no pueden ser condenados por hechos que no cometieron.

Hace tres años -en febrero de 2008-, cuando el tema no estaba de moda, una de estas columnas, llamada 'Un culpable conveniente', reveló inconsistencias en el testimonio del cabo Édgar Villamizar Espinel, testigo en contra del coronel Alfonso Plazas Vega.

Afirmé en ese momento que ese testigo intentaba desviar el proceso para que Plazas terminara pagando lo que otros militares hicieron. (Ver artículo)

Algunos de los sufridos familiares de las víctimas de la toma y retoma del Palacio de Justicia me reclamaron airadamente. Sentían que el enfoque de la columna era "militarista" y que amparaba la impunidad. Otros, incluso, me señalaron como "cómplice" del detenido coronel Plazas Vega.

Los mismos que me cubrían de oprobio en esa ocasión aplaudieron cuando dirigí una investigación periodística que demostró que el magistrado auxiliar Carlos Horacio Urán salió vivo del Palacio de Justicia, pero apareció muerto después en sus ruinas con señales de tortura y un tiro de gracia en la cabeza. (Ver artículo)

Meses después, esas personas se volvieron a molestar conmigo cuando investigué el alcance de un cable firmado por un embajador norteamericano sobre los hechos del Palacio de Justicia. Según algunos, esa era una comunicación del Departamento de Estado señalando la culpabilidad de Plazas Vega.

Encontré al embajador Curtis Kamann, autor del cable, jubilado en una pequeña ciudad de Estados Unidos. Él me confirmó que hizo el reporte en el que daba cuenta de lo que le dijeron en una conversación -por cierto, años después de la toma-, pero aclaró que no se trataba de una posición oficial y menos de una información emitida por una agencia de su gobierno.

Hace unas semanas, y desde un sector de la ultraderecha, se viene diciendo que la Fiscalía suplantó a un testigo para poder condenar al coronel Plazas.

Así como me atreví a defender a Plazas Vega en su momento, ahora debo decir que está en marcha una campaña infame contra la exfiscal Ángela Buitrago y que existen pruebas claras para demostrar que el testigo no fue suplantado.

Édgar Villamizar Espinel se presentó en la Escuela de Caballería mientras la fiscal Buitrago y un grupo del CTI, con acompañamiento de la Procuraduría, buscaban restos en esa instalación.

El nombre del testigo quedó mal escrito en la declaración. Ahora quienes quieren acabar con la fiscal sugieren que la firma de Villamizar es falsificada y argumentan que no es la misma de su cédula. Esa diferencia no significa nada. El exsuboficial ha usado al menos media docena de firmas en los últimos años. (Ver las seis firmas de Villamizar)

Hay algo más revelador: en esa misma diligencia, Villamizar escribió su nombre de puño y letra. La caligrafía es idéntica a la que aparece en el folio de vida del suboficial cuando era miembro del batallón de inteligencia Charry Solano y subalterno de otros implicados en la investigación. (Ver comparación firmas)

En su reciente retractación, Villamizar asegura que jamás ha entrado a la Escuela de Caballería. Sin embargo, en su hoja de vida oficial figura que tomó, aunque no concluyó, el curso de contraguerrilla urbana en esa instalación militar. (Ver hoja de vida)

También dicen -los que solo ven por la derecha- que no hubo hombres transportados en helicópteros desde la Séptima Brigada, en el departamento del Meta, durante los días de la toma, como lo sostuvo el testigo en su declaración inicial.

Al respecto, resulta muy reveladora una comunicación entre el general Arias Cabrales (Arcano 6) y su segundo al mando, el coronel Luis Carlos Sadovnick (Arcano 5), sobre la llegada de hombres de la Buque Ratón 1 (Primera Brigada) y Buque Ratón 7 (Séptima Brigada) y en la que el coronel le dice al general: "Arpón despachó un grupo en dos helicópteros, cambio". (Ver video)

Según Plazas Vega, el veredicto en su contra debe anularse. Según la exfiscal Ángela Buitrago, hay numerosas pruebas, más allá de ese testimonio.

La justicia determinará quién tiene la razón.

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