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El Transmetro: ¿Hay confianza?

Semana
6 de junio de 2002

En Barranquilla hace mucho tiempo que un proyecto no tiene la acogida mayoritaria de la población como la que ha obtenido el Transmetro, versión local del nuevo sistema de transporte público colectivo de Bogotá Transmilenio. En una encuesta reciente, realizada por El Heraldo vía Internet, el 80 por ciento de los participantes votó a favor de la ejecución del proyecto.



Es fácil reconocer el deterioro paulatino que ha sufrido la calidad de vida de la ciudad: poco queda de sus zonas verdes y peatonales, el transporte público colectivo ha perdido toda efectividad por el incremento incontrolado de rutas y buses, el exceso de taxis, la falta de autoridad, planificación y altos índices de accidentalidad.



El Transmetro surge entonces como alternativa alrededor de la cual se puede construir una nueva visión de ciudad, alimentada desde una perspectiva de inclusión y preferencia por la gran mayoría de ciudadanos que indefensos se movilizan a pie o en bus a lo largo del gran caos urbano.



Sin embargo, al tiempo que el Transmetro ha generado una gran expectativa, el alcalde, Humberto Caiaffa Rivas, no ha logrado reconstruir la confianza que se perdió en las últimas administraciones. Durante la precedente, el entonces alcalde, Bernardo Hoyos Montoya, prorrogó, renegoció y otorgó concesiones (Triple A, Amoblamiento Urbano, Señalización, Semaforización, Alumbrado Público, Recaudos de Impuestos y Malla Vial) a sus aliados políticos, que han condenado a la ciudad por 20 o más años y se han convertido según el promotor de la Ley 550 del Distrito, Luis Javier Cleves, "en el motor de la crisis financiera de Barranquilla".



El lema de Caiaffa Rivas fue precisamente unir a Barranquilla y corregir el nefasto efecto de esa serie de concesiones, que él mismo, en su momento, llamó "exóticas". Poco o nada se ha hecho por mejorar la situación del Distrito frente a éstas, y lo que se ha renegociado ha sido a puerta cerrada y en detrimento de las finanzas de la ciudad.



Una encuesta publicada el martes 4 de Junio, realizada por programa Probidad de Confecámaras, muestra que los empresarios consideran que la corrupción en Barranquilla se ha incrementado en un 77 por ciento. El 75 por ciento de los encuestados respondió que la alcaldía está poco o nada interesada por combatir la corrupción. En el tema de los sobornos la actual administración resultó más ambiciosa que la anterior superándola en cinco puntos pasando del 18 por ciento al 23 por ciento de comisión. ¿Será que ahora también ajustan el soborno a la inflación?



Por lo anterior, no es una casualidad que durante el foro sobre el transporte público en Barranquilla (organizado por Semana, la Cámara de Comercio y el Comité Intergremial) el público rompiera en aplausos cuando el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, le enfatizara al Alcalde Caiaffa sobre la transparencia del proceso Transmetro. Bajo los mismos parámetros, El Heraldo advirtió en su editorial de Mayo 21 titulado "Sobre el Transmetro": "No obstante el riesgo que implica toda generalización, puede afirmarse que a Barranquilla le ha ido mal en las concesiones que sucesivos gobiernos han contratado para el manejo de los servicios públicos."





Un clima de desconfianza palpable en la administración Caiaffa ha inundado la ciudad. La solicitud de transparencia en el proceso de ejecución del Transmetro ha sido la constante y las críticas arrecian ahora que se pretende intervenir la Calle 30 con una inversión de 7.000 millones de pesos, por la cual circulará el Transmetro y que después tocará volver a adecuar para el nuevo sistema de transporte. También se perdería la contrapartida del 70 por iento que aporta la Nación para este tipo de obras. El proyecto se encuentra desarticulado frente a las obras que viene realizando la Administración Distrital y el Área Metropolitana .



Tampoco se conoce quién es o será el "supergerente" con responsabilidad plena para el Transmetro, tal y como se lo recomendó Enrique Peñalosa a Humberto Caiaffa Rivas durante el citado foro.



Frente a tanta desconfianza e incertidumbre por todos lados brota la inquietud: se ha constituido el Comité de Vigilancia Ciudadana y Urbana, el presidente del Comité Intergremial del Atlántico, Arnold Gómez Mendoza, en reciente misiva le aconsejó al Alcalde establecer un grupo de trabajo interinstitucional con el liderazgo de la Alcaldía y la participación formal de entidades como Analtra, la Cámara de Comercio, Camacol y la Sociedad de Arquitectos. En términos similares se han dirigido al Alcalde la directora de Protransparencia, Deyana Acosta Madiedo y Enrique Berrío Mendoza, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio.



Los barranquilleros parecen haber aprendido de las malas experiencias, al punto que se encuentran en alerta. Así lo registra El Heraldo en su editorial de junio 3 titulado "Civismo como participación": "Antes sólo se preocupaban por la ciudad pocas personas. Ahora son cada vez más los barranquilleros que se interesan concretamente por los problemas urbanos" …. "No menos notable es el esfuerzo que se está haciendo por darle transparencia al Transmetro."



Los resultados positivos de Transmilenio en Bogotá han demostrado que sí se puede. La ciudadanía barranquillera sabe que está en juego su futuro y no está dispuesta a otra condena por 20 años más. Ya se habla de la revocatoria del mandato al burgomaestre, queda por ver, si éste y el futuro "supergerente" del proyecto estarán a la altura del nuevo reto.



*Industrial de Barranquilla



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