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El triunfo del temor y la ignorancia sobre el mundo exterior

El análisis de la composición de la votación en las elecciones de Estados Unidos muestra una sociedad profundamente dividida en campos difícilmente conciliables, opina el analista de la Universidad del Rosario Francisco Thoumi.

Semana
8 de noviembre de 2004

Los resultados de las elecciones en Estados Unidos presentan algunos efectos interesantes para el analista pero preocupantes para el ciudadano. La reelección de George W. Bush es solamente uno de los resultados importantes. El análisis de la composición de la votación muestra una sociedad profundamente dividida en campos difícilmente conciliables.

La elección estadounidense presentó cuatro temas sobre los cuales existen profundas diferencias entre el electorado: el terrorismo, la guerra en Irak, los problemas económicos (desempleo, seguro médico, pensiones, déficit fiscal, endeudamiento del sector público) y los morales y de comportamiento (aborto, matrimonio homosexual e investigación con células madres).

Más del 75 por ciento de quienes consideran que el principal problema de Estados Unidos es el terrorismo o la moral votaron por Bush. Más del 75 por ciento de los que consideran que los problemas más importantes son económicos o la guerra en Irak votaron por Kerry. Los estados de la costa este de la ciudad de Washington al norte, los de la costa oeste y los de los grandes lagos conectados con el mundo exterior votaron por Kerry. El resto, es decir, todos los estados confederados durante la guerra civil del siglo XIX y los del centro del país votaron por Bush. Así como los habitantes de los 11 estados en los que se aprobaron enmiendas a las constituciones estatales prohibiendo los matrimonios entre personas del mismo sexo. El partido republicano también aumentó su mayoría en el Senado y en la Cámara pero además, los nuevos congresistas republicanos son mucho más radicales que los que fueron reemplazados. Por eso, la fuerza de la extrema derecha en el Congreso se ha aumentado sustancialmente.

El presidente fue elegido por personas religiosas, incluyendo un grupo muy importante de fundamentalistas cristianos ('cristianos renacidos') y personas que reflejan el tradicional aislacionismo y temor del mundo exterior característicos del ethos estadounidense. El grupo ganador tiende a ver el mundo en blanco y negro, sin grises, y a interpretarlo apelando a explicaciones simples, basadas en la Biblia ("somos los elegidos") o en simplificaciones como "los terroristas nos odian porque hemos tenido éxito". Estas explicaciones permiten evadir el estudio de otras culturas y la búsqueda de las razones profundas de los conflictos actuales.

La reelección de Bush es aplaudida en Colombia porque teóricamente su administración dará más ayuda al gobierno colombiano en la lucha contra el narcotráfico y contra los grupos armados ilegales. Pero la situación no será tan benévola en el otro frente. La reelección de Bush obstaculizará la colaboración de los países europeos fuertes en la solución de los conflictos en Irak y Afganistán. Con Kerry hubiera sido muy razonable pensar que Alemania y Francia enviaran al menos 'soldados de paz' (peacekeepers) a esos países. Con Bush es probable que eso no ocurrirá.

Por otra parte, a principios de los 90, el profesor Samuel Huntington pronosticó un choque de culturas entre el Islam y Occidente, el cual se está confirmando actualmente. Las elecciones en Estados Unidos muestran que en el mundo posguerra fría hay otros choques culturales graves: uno entre Estados Unidos y los países de la Europa occidental y otro en Estados Unidos.

El choque cultural dentro de Estados Unidos es preocupante y se presenta en varias dimensiones. Primero, entre quienes ven al mundo exterior como una fuente de amenazas a su seguridad y a su 'forma de vida' y quienes ven a su país como parte integral y líder de ese complejo mundo. Segundo, entre los que consideran que el Estado debe intervenir más activamente para garantizar derechos básicos a la salud, la educación, la alimentación y la vivienda, y quienes consideran que esas son funciones principalmente del sector privado y que el Estado debe limitarse a proporcionar seguridad a los ciudadanos. El déficit fiscal actual hace que este conflicto sea muy fuerte. Tercero, un conflicto corolario al anterior surge respecto a la naturaleza de los impuestos y la financiación del Estado. El grupo actualmente en el poder considera que los impuestos a la renta deben ser bajos y progresivos, mientras que quienes perdieron las elecciones apoyan la posición opuesta.

Estados Unidos enfrenta hoy problemas estructurales profundos en su economía. La globalización hace que sus obreros tengan que competir con chinos, indios y muchos otros que reciben salarios mucho más bajos. Además, el déficit fiscal actual es insostenible en el mediano plazo; la clase media se ha debilitado; más de 45 millones de estadounidenses no tienen seguro médico; el sistema de pensiones requerirá transferencias intergeneracionales importantes en el futuro.

Un presidente elegido para luchar contra el terrorismo y la amoralidad podrá nombrar miembros conservadores para la Corte Suprema pero tenderá a desatender estos problemas. Además tendrá que continuar la guerra en Irak basado en una coalición internacional débil en la que la participación de muchos países es simbólica y en la que no están quienes podrían ayudarle.

En conclusión, la derecha estadounidense se ha fortalecido pero probablemente fracasará frente a los problemas económicos y el choque cultural interno que su ideología no le permite ver ni entender.

* Profesor de la Universidad del Rosario

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