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'El Tuerto', Ramón y Yidis

La contundencia del video y la confesión del abogado no dejan lugar a dudas. Humanamente me estremeció la captura, pero la evidencia no permite discusiones.

Daniel Coronell
19 de febrero de 2011

Decenas de veces he hablado con el abogado Ramón Ballesteros. Durante años sostuvimos una relación de periodista y fuente. Lo conocí cuando él era miembro de la Dirección Nacional Liberal, y me pareció una persona amable y ponderada en sus opiniones. Un tiempo después, lo volví a encontrar, cuando asumió la defensa de Yidis Medina.
 
Hasta ese momento, la excongresista y el abogado no tenían mayores contactos. Ella nunca lo mencionó. Ni en el año 2004 cuando grabó su confesión frente a un camarógrafo y dos reporteros de Noticias Uno, ni en 2008 cuando rompió el pacto de sigilo que había impuesto y se abrió paso la publicación de la entrevista.
 
Claro, los dos son de Santander. Sin embargo, mientras Ballesteros era liberal de línea serpista, Yidis fue conservadora uribista hasta el día que se hizo público que había vendido su voto para reformar la Constitución y permitir la reelección de Álvaro Uribe.

Nueve meses antes, el 19 de agosto de 2007, Yidis Medina denunció públicamente que el entonces senador Luis Alberto Gil, conocido como 'el Tuerto', tenía fuertes vínculos con paramilitares del Magdalena Medio. En una declaración que ustedes pueden ver en Semana.com, ella aseguró que Gil, presidente del partido Convergencia Ciudadana, operaba políticamente de la mano de las llamadas autodefensas y que, gracias a ese apoyo, personajes como 'Jorge 40' y 'la Gata' hacían sentir su influencia en Santander. (Ver video)

Gil guardó silencio ante las acusaciones. Argumentó que estaba enfermo y no tenía fuerzas ni ánimos para salir a controvertir las afirmaciones de la excongresista.

Sin embargo, apenas cuatro días después, llegó el contragolpe. Un hombre de Gil llamado Álvaro Alférez fue el encargado de cobrar la afrenta. En un programa local de televisión conducido por Alférez -que luego se convirtió en congresista por las listas de Gil- tuvo lugar el desquite.

A propósito de nada, el presentador y militante de Convergencia Ciudadana invitó al exsecretario de Hacienda de Barrancabermeja Ricardo Sequea, quien sugirió que Yidis Medina había ordenado su secuestro y ejecución en diciembre del año 2000. (Ver video)

Las cuentas televisivas entre Yidis y 'el Tuerto' quedaron empatadas, pero no las judiciales. La Corte empezó la investigación por parapolítica contra Luis Alberto Gil, pero no hubo denuncia penal contra Yidis por secuestro. La insinuación de Sequea solo se convirtió en afirmación y denuncia nueve meses después, cuando se hizo pública la venta del voto de Yidis a favor de la reelección.

Luis Alberto Gil y Yidis Medina han sido, pues, enemigos irreconciliables; por eso causó perplejidad la noticia, hace dos años, de que Ramón Ballesteros, abogado de Yidis, se encargaría de la defensa de Gil.

El desconcierto también fue grande en Santander, y las directivas de Vanguardia Liberal decidieron suspender una columna que Ballesteros escribía para el diario.

En la primera ocasión que tuve, le pregunté a Ramón si no le parecía incompatible ser apoderado de esos dos clientes. Me respondió que todo el mundo tenía derecho a la defensa.

Traigo a colación estos recuerdos a propósito de la detención del abogado Ballesteros, grabado mientras le ofrecía un soborno a un testigo para que declarara a favor de Luis Alberto Gil y en contra del magistrado investigador de la parapolítica Iván Velásquez.

La contundencia del video y la confesión del abogado no dejan lugar a dudas. Humanamente me estremeció ver el momento de la captura, pero la evidencia no permite discusiones.

Lo que me parece increíble es que ahora -con el propósito imposible de borrar la compra de la reelección, ya probada judicialmente- algunos quieran extender a Yidis Medina la culpa de una maniobra que solo beneficiaba a su archienemigo.

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