Home

Opinión

Artículo

OPINIÓN

Venezuela sin Retorno

El tema más delicado de Colombia. La estrategia se puso en marcha y no tiene retorno. Venezuela se deteriora en ámbito internacional. Regreso de Guaidó y ultimátum a Estados Unidos pueden precipitar caída de Maduro. Solución a crisis de Venezuela no depende de Colombia. No podía jugar otro papel. Desastre de socialismo siglo XXI. Ofrecer salida negociada y pago de deuda a China y Rusia. La confrontación militar no le conviene a nadie.

Juan Manuel Charry Urueña, Juan Manuel Charry Urueña
27 de febrero de 2019

El tema más delicado de Colombia en estos momentos es la situación de inestabilidad política y deterioro económico en Venezuela, la desestabilización de la región y los intereses de las distintas potencias en ese país, aunque la solución no está en manos de Colombia.

La estrategia para expulsar el gobierno ilegítimo del Palacio de Miraflores ya se puso en marcha y no tiene retorno. Más de 40 países, reconocen al presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó. Nicolás Maduro ha radicalizado su postura, rompió relaciones con Estados Unidos y Colombia, e impidió el ingreso de la ayuda humanitaria a una población desabastecida. El Grupo de Lima, compuesto por 14 países de la región, reclama el establecimiento de un gobierno democrático y la realización elecciones libres, ha estrechado el cerco diplomático y económico contra el gobierno de Maduro, junto con Estados Unidos y la Unión Europea, también ha pedido la intervención de la Corte Penal Internacional ante la violación del DIH. La Unión Europea demanda la realización de elecciones libres en Venezuela y pide evitar una intervención militar.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a instancias de los Estados Unidos, estudia una resolución para obligar a Venezuela a recibir la ayuda humanitaria, aunque lo más probable es que sea vetada por Rusia. Sin embargo, la posición de Venezuela se deteriora en el ámbito internacional.

El regreso de Juan Guaidó a territorio venezolano implica el desafío de su detención y sus consecuencias internacionales. El ultimátum al cuerpo diplomático de los Estados Unidos de abandonar el país en 30 días, desconocido por el gobierno norteamericano, presagia un enfrentamiento entre las fuerza militares leales a Maduro y los Marines que protegen la embajada. La paulatina deserción de militares venezolanos, ya cuenta más de 400. Las anteriores situaciones pueden precipitar la caída de Maduro.

La solución a la crisis de Venezuela no depende del gobierno colombiano, aunque su liderazgo en el Grupo de Lima y su alianza con Estados Unidos, constituyen una posición clara y definida. Colombia no podía jugar otro papel, ante la dictadura, la infracción a las libertades y derechos fundamentales, y la tolerancia y el apoyo a la guerrilla del ELN. El desastre del socialismo siglo XXI, con una inflación de 2’500.000%, reducción del PIB en cerca del 50%, y un crecimiento desmesurado de la pobreza, deben convencer a muchos ingenuos izquierdistas de la ineficiencia del modelo y afectar a sus simpatizantes, como Gustavo Petro, cuyo discurso no podrá ocultar los hechos.

Ahora bien, el desenlace de la crisis dependerá de las fuerzas militares venezolanas, que deberán retirar su apoyo al régimen ilegítimo, de la persuasión del poderío militar y estratégico de los Estado Unidos, de la efectividad del cerco diplomático y económico, de ofrecer una salida negociada al círculo cercano de Nicolás Maduro, y de garantizar el pago de las deudas a China y Rusia.

Venezuela no tiene retorno, la pronto solución dependerá de mantener la coherencia diplomática y económica, así como la calma y las cabezas frías. La confrontación militar no le conviene a nadie, y la reconstrucción de ese país debe contar con la salida concertada del chavismo.

Noticias Destacadas