¡Puro cuento!

Frente a la declaración del jefe de gobierno, en el sentido de darle las "gracias" a las FARC por reconocer sus actos "terroristas", es decir cuando las FARC actúan como corderos huérfanos en La Habana son "insurgentes" pero cuando se trata de matar y ejecutar actos sistemáticos de terrorismo les dice gracias. ¿A he juega el gobierno? 

O son terroristas o son insurgentes. Claramente Colombia y la comunidad internacional saben que las FARC son terroristas, sumando que según la DEA esta banda terrorista es el principal cartel de narcotráfico en el mundo. Los ataques de las FARC en medio de negociaciones de paz no deben sorprendernos. De tiempo atrás había claridad que ellos no darían hechos de paz y reconciliación. 

La supuesta paz que vende el actual gobierno a la opinión pública estuvo desde su génesis mal estructurada, llama la atención las declaraciones del jefe de gobierno, cuando afirma que condena los atentados terroristas porque eso no estaba contemplado dentro de las reglas de "juego" para los actuales diálogos. 

Llama la atención que se hable hoy de reglas en esta paz que supuestamente se negocia, desde el primer día todos los colombianos sabíamos que en este proceso no hay reglas ni las habrá, sencillamente porque no se le exijo desde el principio a las FARC un cese unilateral de actividades de terrorismo y de tráfico de drogas, pero esa posición el actual gobierno no la tendrá con las FARC. 

Sencillamente eso no sucederá porque no tiene los suficientes argumentos, y autoridad para exigirles a los terroristas no más o hasta aquí llega esto, ¿Qué tiene que pasar para que caiga en la cuenta el gobierno que a las FARC no les interesa la paz? Los recientes atentados del grupo terrorista en Anorí, donde derribaron un helicóptero a "bala" y lo negaron, tanto el gobierno como las FARC, el atentado en pradera, en el valle del Cauca, no deben entenderse como hechos aislados de violencia. No sólo tratándose de quien provienen sino en el contexto he suceden, es decir en un supuesto ambiente de paz, la principal banda narcoterrorista trata de mostrar su "poder" de destrucción al país, a sus instituciones, a sus autoridades y a la democracia.   

También no sobra indicar que no hay nada más irracional que la misma declaración del primer magistrado, nada más absurdo al indicar que se exprese : "que hay preocupación que las FARC cometan una irracionalidad". Desde que tenemos uso de razón las FARC a cometido cientos de miles de irracionalidades, desde reclutar niños, cultivar, procesar y exportar coca, extorsionar, secuestrar, hacer volar casas de campesinos con burros bomba, carros bomba, y cuanta salvajada existe, hasta atentar contra figuras del pensamiento político contrario mientras se aprobaba el "marco jurídico para la paz", los días de falta de rigor institucional que envuelven nuestra patria son largos, la falta de respeto por la ley y la constitución parece no tener límites. 

No falto el eufemismo de Santos, al afirmar que todo lo que se denuncia de su gobierno, de su mermelada, de su genuflexión con las FARC, del carrusel de la reelección, que todo esto ya cuanta verdad se diga de su gobierno es "puro cuento". Puro cuento: las locomotoras del desarrollo, puro cuento la unidad nacional, puro cuento las cifras de crecimiento, puro cuento las cifras de seguridad, puro cuento las cifras de criminalidad, puro cuento la transparencia, puro cuento las obras que se han ejecutado, puro cuento que se respeta la justicia, puro cuento de la paz, puro cuento "jamás nunca", puro cuento que la justicia no es obstáculo para la paz, puro cuento la reelección.  

También sabemos de tiempo atrás que el gobierno esta dedicado a otras cosas, por ejemplo con el respeto debido y los deseos de recuperación a un magnífico futbolista, que el primer magistrado visite a figuras del fútbol pero se aparta de visitar a las víctimas del terrorismo, ojalá así de probó y celero hubiese sido para visitar las familias de las víctimas del helicóptero en Anorí, ojalá también hubiese visitado las víctimas de pradera, valle, ojalá visitará y corroborara las condiciones de lujo y confort de los terroristas en la Habana, ojalá admitiera que las FARC son el cartel de drogas más grande del mundo, ojalá hiciera respetar el ordenamiento legal, ojalá respetará las regalías de los departamentos productores de crudo, ojalá hubiese gobierno; por ahora el único "puro" y no es cuento es el que se fuman fascinerosos en el catamaran de La Habana.