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Una conferencia para ofrecer oportunidades

Sergio Fajardo, Petro o un ex combatiente de la anti-política, serán los fuertes competidores del vicepresidente Vargas Lleras o del negociador De la Calle Lombana.

Semana.Com
31 de agosto de 2016

Con el acuerdo final celebrado entre el gobierno y las FARC, se volvió un imperativo categórico para este grupo, que su décima conferencia sea para ofrecer oportunidades, no para solicitarlas.

Oportunidades para que sus miembros, distintos a los comandantes que todos conocemos, aspiren a ocupar las curules a las que tendrán derecho en el legislativo por cuenta de los acuerdos definitivos en materia de participación política.

Las FARC tendrán que elegir entre sus miembros a los líderes que por sus méritos deban ocupar esos escaños, dando los primeros destellos de democracia pluralista y participativa.

Entre otras cosas, porque así espantarían la preocupación que algunos contradictores del proceso proclaman sobre la justicia transicional como una manifestación de la impunidad o lo que expresan quienes han tenido que aceptar a la brava el proceso y sus acuerdos, pero que no están del todo conformes con él, y que hasta han llegado a decir que tienen que "tragarse el sapo", por ejemplo, de ver a quienes fueron los comandantes de este grupo insurgente, -autores intelectuales de delitos graves a la conciencia universal– apropiarse de una curul en el Congreso de la República.

Con una decisión de esta magnitud estarían implementando en su interior una política ejemplarizante, porque siempre exigieron lo que ahora podrán ofrecer: oportunidades en términos de igualdad para sus combatientes del pasado con las armas y los partidarios del hoy con la política.

Como uno de los fines fundamentales de los acuerdos definitivos logrados entre el Estado y las FARC es la inserción de sus miembros a la vida civil mediante la mutación de grupo al margen de la ley a partido político, deberá ser la democracia su pilar esencial interno que proyectará el significado de esa Conferencia o Congreso Nacional de las FARC.

En la página web de las FARC se desarrolla ese contenido igualitario cuando señalan que en la Conferencia o en el Congreso de las FARC "se ejercita la democracia revolucionaria, la democracia proletaria, no la democracia de la pequeña burguesía revolucionaria, sino la democracia de los proletarios revolucionarios".

Como en los partidos políticos, los proletarios revolucionarios que resulten elegidos llevarán la vocería del ejército del pueblo y los comandantes que lograron los acuerdos, con la misión cumplida, pasarán a constituirse en los jefes máximos que conducirán el barco hasta su objetivo final.

Esta obligación deberá convertirse en la fórmula que presente un discurso para un país que irá en contravía de la política tradicional o de la anti-política, con grandes réditos electorales en las próximas elecciones presidenciales.

Sergio Fajardo, Petro o un ex combatiente de este grupo que acaba de deponer las armas para enarbolar las banderas democráticas, serán los fuertes competidores del Vicepresidente Vargas Lleras o del negociador De la Calle Lombana. Por eso la contienda no será fácil ni para unos ni para otros.

La nueva izquierda tendrá que innovar la política dentro de la que participará como un actor más, porque de lo contrario, envejecerá con las malsanas costumbres causando desazón y congoja en los ciudadanos que creemos en la Colombia del posconflicto.

No desluce exhortar a los compatriotas a votar por la paz para corroborar que solamente con el sí todos estaremos de acuerdo.

* Abogado Constitucionalista.

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