Un improbable 'empechement'

El nivel de aceptación de Trump es cada vez menor, hasta el punto de que ya en algunos medios se especula sobre un eventual empechement, especialmente después de la tibia reacción que tuvo después de los hechos en Charlottesville, Virginia. 

Un grupo de extremistas que protestaban contra la decisión del Consejo de la ciudad de retirar la estatua del general Robert E. Lee, uno de los grandes jefes militares de los estados confederados, favorables a la esclavitud durante la guerra civil, atacó a una manifestación de algunos que respaldaban la medida. Uno de los extremistas condujo un carro contra ellos matando a una mujer e hiriendo 19 personas.

Las primeras declaraciones de Trump sobre los hechos le generaron muchas críticas e incluso algunos congresistas republicanos se le apartaron, dando lugar a especulaciones sobre un posible empechement por falta de suficiente apoyo de sus partidarios en el Congreso. Se repetiría así la dramática situación que afrontó el presidente Nixon con ocasión del caso Watergate, cuando el líder de la bancada republicana, Barry Goldwater, se le presentó y en forma lacónica le expresó: “Presidente: no tenemos la mayoría para apoyar su Gobierno”.

Sin embargo, esa posibilidad en el caso actual es muy remota. Trump a su manera está cumpliendo el lema fundamental de su campaña "Estados Unidos primero”, por lo que muchos norteamericanos clamaban. La inmigración ha descendido notablemente y la economía cada día está mejor, lo que es fundamental en el medio norteamericano.

Incluso, para algunos, cada acto de terrorismo en Londres, París o en Barcelona, como sucedió esta semana, fortalece los postulados de Trump sobre limitación del ingreso de personas de ciertos países musulmanes a los Estados Unidos. Entre tanto, la situación de creciente tensión con Corea del Norte comienza a descender, ya que la posibilidad de un ataque contra los Estados Unidos o Corea del Sur parece cada vez más remota. Además, el nuevo presidente surcoreano, el liberal Moon Jae-in le expresó a Trump que era indispensable que contara con su aquiescencia antes de que los Estados Unidos adoptara cualquier acción, incluyendo un ataque militar, contra Pyongyang, en lo que Trump estuvo de acuerdo.

No podía ser en otra forma, ya que, en el caso de un ataque de Estados Unidos contra Corea del Norte, sería imposible evitar una inmediata reacción que causaría en los 20 primeros minutos la muerte de unos 300.000 coreanos del sur.

Episodios como los de Charlottesville, sacan a la superficie preocupantes sentimientos de racismo, discriminación y fanatismo contra los que Obama trató de luchar y que subyacen en algunos sectores de ese país. ¿Cómo es posible, que hace algunos años, existieran en La Florida grupos que se entrenaban militarmente para invadir a Cuba o desestabilizar a su Gobierno, sin que las autoridades norteamericanas lo impidieran? Con la condición de que no se podía ni siquiera vigilar sus movimientos, porque los que lo hicieran eran acreedores a prisión perpetua.

Entre otras cosas ¿Qué Estados en ese entonces permitían la estadía de grupos armados colombianos en su territorio?

(*) Profesor la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario