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Iván en el paraíso

Es necesario que el senador Moreno Rojas le cuente al país si tiene más cuentas en paraísos fiscales, qué dineros ha manejado allí y cuál es su procedencia.

Daniel Coronell
23 de octubre de 2010

Por encima de sus exuberantes bellezas naturales, las Islas Vírgenes Británicas se han hecho famosas por ser el mayor paraíso fiscal del Caribe. Uno de los principales renglones de su economía es el registro y manejo bancario de sociedades extranjeras offshore. Las leyes locales establecen que a cambio de un generoso pago, las compañías quedarán amparadas por un patriótico y absoluto silencio sobre sus fondos y actividades. No podrán ser obligadas a publicar balances, a declarar ingresos ni a pagar impuesto sobre la renta.

El negocio es tan bueno que las minúsculas British Virgin Islands son la economía número 25 del mundo. Tienen un Producto Interno Bruto superior al de Canadá, Bélgica, Suecia y Dinamarca, e incluso al del Reino Unido que las gobierna.

La mayor de esas islas se llama Tórtola. En ese caribeño paraje, consta que bajo el cuidado de una firma de abogados que lleva el emblemático nombre de Morgan & Morgan Trust Corporation, está registrada una empresa extranjera llamada Balmor International, INC. (Vea el documento)

Los documentos no describen la actividad de la sociedad Balmor y legalmente no tienen por qué hacerlo. Los asientos mercantiles solo indican que como compañía internacional de negocios no tiene permitido tener actividad comercial en las Islas Vírgenes. A renglón seguido, señalan que las averiguaciones locales no han determinado la naturaleza exacta de la empresa ni el alcance de sus operaciones. (Vea el documento)

El registro en Tórtola data de junio de 1988 y la compañía matriz aparece radicada en Miami, Florida. Nació el 29 de abril de 1988, apenas 40 días antes de registrarse en el paraíso fiscal. Los documentos del departamento de Estado muestran que la persona que la creó se llama Moreno, Iván. (Vea el documento)

Podría tratarse de un homónimo, es verdad. Sin embargo la dirección de Bogotá, registrada en Miami por el empresario Iván Moreno, corresponde a la casa ocupada -aún hoy- por sus padres Samuel Moreno Díaz y María Eugenia Rojas.

Ese viernes primaveral de Miami fue muy activo para el emprendedor Iván Moreno. El mismo día creó otra compañía llamada Saimor International Trading, INC. Volvió a poner como dirección de referencia la de la casona de sus progenitores. (Vea el documento)

Las dos empresas están inactivas en la división de corporaciones de Florida. En cambio, y de acuerdo con los documentos oficiales, Balmor sigue teniendo vida y actividad en las Islas Vírgenes Británicas.

Un detalle que olvidó mencionar Iván Moreno Rojas cuando se posesionó como senador e hizo su registro de intereses privados. En esa ocasión declaró de su puño y letra que no tenía "participación en ninguna sociedad anónima o limitada o en cualquier actividad privada económica o sin ánimo de lucro". El documento está en el portal votebien.com. (Vea el documento)

Iván Moreno ha sido senador, representante, alcalde, viceministro, ministro y concejal. Todas labores muy importantes pero ninguna que justifique, a primera vista, tener cuenta en un paraíso fiscal.

La única irregularidad relacionada con este tema -y probada hasta ahora- consiste en haber omitido la mención de ese interés en su declaración ante el Congreso. Esto no indica por sí solo la comisión de otras faltas o delitos por parte del legislador pero merece una explicación completa.

Es necesario que el senador Moreno Rojas le cuente al país si tiene más cuentas en paraísos fiscales, qué dineros ha manejado en ellas y cuál es su procedencia.

Las persistentes dudas no resueltas, y alimentadas por las declaraciones del empresario Miguel Nule, tienen en jaque a la Alcaldía de Bogotá y al borde de la extinción al Polo Democrático, algunos de cuyos miembros han tenido un papel muy destacado en la denuncia de actos de corrupción, abusos de poder y atropellos contra derechos humanos.

Para ellos, especialmente para Jorge Enrique Robledo y Germán Navas Talero, es imprescindible apoyar decididamente la investigación más allá de cualquier cálculo o solidaridad política.

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