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Ha llegado “El Matador”

No se sabe si el candidato Trump le envió un saludo de felicitación a Duterte y eso que Miss Universo 2015 es filipina…

Juliana Londoño, Juliana Londoño
5 de julio de 2016

Filipinas es un país ubicado en el sureste asiático. Es un “estado archipelágico” constituido por 7107 islas con una extensión aproximada de 300.000 kilómetros cuadrados. Tiene una población de ciento dos millones de habitantes, de los cuales el 80 % son  católicos.

Todavía se percibe en el país el ancestro de España, que en la desastrosa guerra hispano-norteamericana de 1898 perdió a Filipinas, conjuntamente con Cuba, Puerto Rico y las islas Guam después del estallido del buque norteamericano “Maine” en el puerto de La Habana.

Filipinas es uno de los países que pretenden las islas Spartly, controversia que ha generado graves tensiones en la región, que en ocasiones han llegado al borde del enfrentamiento armado entre China y los Estados Unidos.

La semana pasada asumió la presidencia filipina Rodrigo Duterte, un abogado y ex alcalde. Este hecho no pasaría de tener una connotación simplemente regional, sino hubiera sido por algunos de los pronunciamientos del nuevo mandatario, en especial sobre el problema del tráfico y consumo de drogas.

La semana anterior Duterte, ante un grupo de sus partidarios hizo un llamamiento para que la gente “mate a los drogadictos”. Después de haber asumido la primera magistratura expresó públicamente en Manila “si usted sabe que alguien es adicto, mátelo, ya que pedirle a los padres lo hagan, resultaría demasiado doloroso”.

En una alocución expresó;  “si un vendedor de drogas se resiste a ser arrestado, se niega a ser llevado a una estación de policía y amenaza con un arma o con un cuchillo a un ciudadano, usted puede matarlo. Mátelo y le daré una medalla”.

Igualmente con el ánimo de “fortalecer la economía” expresó la original tesis de que “la responsabilidad del problema de las drogas en el país reside en los consumidores y matarlos sería un buen negocio para las funerarias”. Los defensores de derechos humanos se han limitado a expresar formalmente su preocupación, mientras que los organismos internacionales guardan discreto silencio.

Seguramente si “El Matador”, con lo llaman popularmente en Filipinas, no fuera presidente de uno los países más poblados del mundo de gran importancia política y estratégica, los organismos internacionales y muchos estados, habrían hecho “severos pronunciamientos” y adoptado “enérgicas acciones” ante tan estrafalario personaje. 

Los Estados Unidos anunciaron el año pasado, que utilizarían al menos cinco bases militares en ese país en el marco de un acuerdo sobre “defensa mutua”. Un portavoz del Departamento de Estado expresó que los países de la región “debían respetar el acuerdo” y que nadie podría considerarlo como una amenaza.  

Seguramente las tropas norteamericanas en Filipinas, estarán tomando atenta nota “de la nueva política filipina antidrogas”  y algunas cancillerías habrán advertido a sus nacionales que por ahora sería mejor que prescindieran de Filipinas en sus giras turísticas.

Hay otros países en donde les podría ir mejor, que naturalmente no son ni China, ni Malasia, ni Indonesia en los que, aunque a los verdugos al parecer no les dan medallas, el tráfico y el consumo de drogas están castigados incluso con la pena muerte.  

No se sabe si el candidato Trump le envió un saludo de felicitación a Duterte y eso que Miss Universo 2015 es filipina…

(*) Profesor de la facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario

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