Home

Opinión

Artículo

La abstención muestra que el modelo no es democrático (Por Manuel Restrepo)

Para que un sistema sea realmente democrático debe cumplir al menos con cinco criterios: elecciones libres; existencia de una oposición organizada y libre; derecho real a la alternancia política; existencia de un sistema judicial independiente del poder político, y existencia de medios libres.

Semana
23 de marzo de 2006

La abstención una vez más, se convirtió en la gran triunfadora del proceso electoral Colombiano. No basta con argumentos fáciles que acusan lluvias intensas o coches bomba en las carreteras. Ocurre de manera estructural que desde la imposición del Frente Nacional, como lo recuerda Alfredo Molano, este tiene una deuda no saldada de trescientos mil muertes y una reforma agraria a favor de los más ricos, resultante de los masivos procesos de desplazamiento de los campos para llevarlos a los cordones de miseria de las nacientes ciudades. Los mismos apellidos de aquella época continúan vigentes, los Uribes, los Irragorri, los Mosquera Chaux, los López, los Samper y los hoy generales hijos de los generales de aquella época. Los pájaros se transformaron en paracos y siguen anunciando con el silencio cómplice del gobierno la misma frase del “Condor León Ma. Lozano” de que “El único delito es estar contra el gobierno, lo demás son pendejadas”. El corte franela, fue sustituido por las decapitaciones y se repite desde la costa norte hasta el sur y desde el pacifico hasta la llanura. De la estrategia militar se derivaron las operaciones avispa que llamara el expresidente López a eso de abrir las listas en pequeños fragmentos para controlar mejor los votos y captar mayor volumen. Si diez fuerzas indeterminadas unas, visibles otras, imprecisas las demás apoyaban al gobierno, que no es gobierno sino candidatura y las dos cosas a la vez, es obvio que hubo diez veces más capacidad de usar (y lavar) recursos económicos de campaña, todas a una anunciando per-se la necesidad de refrendar al Mesías, de igual modo ocurrió en la reelección de Fujimori, hoy encarcelado en Chile. Todos los miembros del club de avispas, repiten que el único delito es estar contra el gobierno. Así las andanzas de los paracos expertos en motosierra son faltas, errores de guerra (cuál guerra?), los delitos de peculado y corrupción son faltas menores, la compra de electores gajes del oficio. El único delito es estar contra el gobierno, es decir contra los que gobiernan inclusive establecimientos menores, se impone el silencio mientras el poder es usado para crear falsas verdades encubiertas con una alta dosis de autoritarismo y de exclusión. Por estas razones se puede pensar que el modelo no sirve y detrás de la abstención hay cosas de fondo.

Las cuentas electorales funcionan matemáticamente, pero se omite información relevante.

1. El triunfo lo obtuvo la abstención, que superó ampliamente el 60%, esto es, que de cada 10 personas solamente votaron entre tres y cuatro. Los otros siete, no sabemos que pasó, pero ello no indica indiferencia. Si el gobierno, llámese la derecha en términos políticos, manifestó que votar era un acto de adhesión a él y un triunfo contra la insurgencia, sencillamente el gobierno perdió, situación que da para presumir que según los silogismos ganó la insurgencia este primer pulso, y el derrotado natural fue el gobierno.

2. Si la legitimidad es producto del consenso, mediante el cual las mayorías coinciden en una decisión, guardando el debido respeto por las minorías, entonces el gobierno volvió a perder, su respaldo lo constituyen no las mayorías sino minorías representadas apenas por cerca de 5 millones de electores a favor, ante 2.5 en su contra (sin contar votos en blanco) de 26 millones habilitados para ejercer el voto, lo cual es menos del 20% de la capacidad electoral en términos simples y en contexto menos del 10% de la población colombiana.

3. Si de legalidad se trata, el proceso fue más o menos trasparente, salvo las llamadas “escaramuzas aisladas” que reportan no menos de una decena de alteraciones, vehículos quemados, urnas desaparecidas y uno que otro apagón justamente en zonas de rigor paramilitar, lo cual sin duda no empaña la legalidad de las formas electorales, pero si su contenido, lo que queda en cuestión es si son legales o no ciertos apoyos representados en nombres de elegidos que sufren mutaciones: fueron legales en el proceso de reelección, ilegales en la campaña y legales a la hora de ser elegidos.

Por qué de la Abstención?. No lo sabemos aún, pero vale poner en cuestión que muchas y muchos abstencionistas lo son porque sencillamente no creen en este modelo democrático, impuesto desde arriba, protegido con balas, motosierra y hambre. Así las cosas la estructura del modelo esta pervertida, resulta ser una caricatura contraria a la democracia misma. El Estado de Derecho es incompleto, no se evidencia la separación de poderes y las leyes responden a intereses particulares de la clase en el poder, que a la vez es la más cuestionada. Desde este punto de vista, cuando gana la abstención no pierde la democracia, sino el modelo sobre el cual se levanta la retórica democrática carente de ideas pero rica en proclamas que sustituyen la verdad de lo que ocurre. La estructura del partido político moldeado por las líneas de la división social, los sistemas electorales y el régimen político se perdieron entre la maraña de publicidad. La operación avispa, similar en su estilo a la “operación Condor de las dictaduras”, se acompañan del slogan de nueva política con un viejo discurso. Con la abstención no pierde la democracia, sino la autocracia fungida democrática. Ganó la democracia y quedo claro también que en Colombia hay izquierda y hay derecha. Perdió el centro cuando “Jorge 40” jefe paraco, anuncio que el centro es la opción de ellos, luego el centro según el silogismo impuesto por el poder, es peor que la derecha. Ganó la abstención porque el modelo vigente no sirve y sus ejecutores no quieren reconocerlo, no hubo compra anticipada de abstención, como si la hubo de votaciones estimuladas con rebajas del 10% en matriculas, pasaportes y beneficios laborales.

Manuel Restrepo. Profesor UPTC.
Observatorio social humanístico UPTC

Noticias Destacadas