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LA CARICATURA

Semana
5 de abril de 1999

MI querida sor Betty:
Como apenas si nos vimos en la posesión de monseñor Múnera en San Vicente (¡qué calorón, mija!, entre
tanto obispo, a mí me destiñó el nuncio y me dejó el hábito hecho fucsia), te vuelvo a escribir, porque tú sí eres
una bolarda completa para contestar. Eh, avemaría.Por aquí las cosas sostenidas y cada vez veo más
preocupado al ministro de Hacienda. Ese pobre. Y yo corriendo detrás de Victorgé; la guerrilla lo tiene de aquí
para allá. Pero esta vez voy a hablarte de algo que sé que nos gusta: de la caricatura, sorbetico.
Una aquí en Bogotá y con lo que le toca ir a los medios y cosas así, conoce a muchos de estos muchachos
que hacen las caricaturas que tanto nos divierten. Qué día me invitaron a un ágape de todos ellos _eso fue a
finales del año_ y son lo más comunes y corrientes. Allí estaban casi todos: Grosso, que pinta como niño, a
mí me encanta; Jairo Linares, ese fisonomista desmayado; Vladdo, que suena tanto, y al que por cierto le
conté que ya estamos en otro gobierno. Estaban también Arlés Herrera, o sea 'Calarcá' _que además estuvo
dibujando para los damnificados de Calarcá. _ y hasta Osuna. Estos últimos ya no son tan muchachos.
Una tarde tristona, Osuna, que como sabes es tan familiar conmigo, me confesó que no le hubiera gustado
ser caricaturista, le pregunté: ¿entonces, qué hubiera querido ser? Me contestó que Papa. Tan raro. Tú que me
preguntabas por Alvaro Montoya, el que firma 'Alfín'. Estaba también esa noche, como siempre animando
hasta un velorio.No vi a Pepón, pero, en cambio, sí estaba en Salitre Plaza, que es un centro comercial,
pintando para los damnificados del Eje. Tampoco estaban, en la tenida que te cuento, Guerrero ni Alfredo
Garzón, que es lo contrario de su hermano Jaime, pero estalla de risa cuando menos tú piensas. Debe ser
que lleva el humor en la sangre. Hay muchos muy jovencitos y Palossa, que no parece salir de los 15. Betto
(casi todos se colocan los diminutivos familiares, cuando no unos horribles nombres de payasos) fue el que
los organizó en un barcito de la 54. Que no sepa la madre Leonor que yo andaba por allá, aunque a mí me
tienen hace rato como rueda suelta.
Yo los considero mucho. Es posible que se diviertan dibujando y, bueno, esa es su tarea. Porque, avemaría
si son ociosos. Pero hay que pensar en lo difícil que debe ser levantarse y ver en la mesa de dibujo una hoja
en blanco. Algo así como debió ver mi Dios al mundo antes de que se le ocurriera el chistecito del big bang.
Y hágale. Todos los santos días. O todas las santas semanas. Y tienen que estar enterados y chismosear
aquí y allí. O aislarse, como hace el que más conozco, viviendo su vida, como si nada. O integrarse en sus
propios chistes y divertirse cantidades, como el amigo Alvaro Montoya, tú lo conoces, el hermano de
Constancita y de sor Claudia: él es el que los anima a todos. Porque los hay muy serios y melancólicos.
¿Quién ha visto a Timoteo?, ¿quién le arranca una palabra a Cuéllar? Hay también chicas caricaturistas como
Nani, la de 'Magolita'. Pero no la vi.
Ellos entre sí no se quieren, porque cada uno hace lo suyo. Y los artistas, tú sabes. No es como nosotras
que bordamos y comparamos. Pero se toleran y no compiten: posiblemente saben que ese arte es duro y
que acaba por cansarlos de todo y del país. Principalmente de este país, que tan poco se presta para el
humor. Viene una catástrofe natural, y un poco también de casas mal construidas, que no aguantan un seis en
la escala de Richter (como lo aguantó Manizales, mija ), y lo único chistoso que pueden hacer es una tanda
de dibujos a beneficio. Viene una masacre y qué pueden decir. Ponte en su mesa de dibujo.
Es que el humor tiene sus limites y sus barreras. Es un arma poderosa, pero no sirve para todo. ¿Para qué
otra cosa no sirve? Para elogiar. Como los caricaturistas no pueden decir que nada es bueno, acaban por
pensar que todo es malo. Héctor les dice 'caricaturistas de tiempo completo' a esos que se vuelven cansones
en la vida particular o que creen que de dar una pelea con un gobierno hay que acabar con el siguiente, sin
solución de continuidad. Yo también creo que una de las cosas de la caricatura es la oportunidad y ésta no se
regala.
Queridita, no te aburro más con mi computador deslenguado. Chao, que Dios te bendiga y que te hagan
pronto superiora de la provincia de Caquetania,

Sor Teresa Palacio
B., O. P.
Comisionada del DespachoPresidencia