Home

Opinión

Artículo

OPINIÓN

La política del avestruz

En un hecho sin precedentes en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Colombia, el Gobierno Santos, como la avestruz, quiere “pasar de agache” frente al incumplimiento de sus obligaciones internacionales en la lucha contra el narcotráfico.

Miguel Ceballos Arévalo, Miguel Ceballos Arévalo
16 de septiembre de 2017

El dicho popular “no escondas la cabeza como el avestruz”, se usa para describir a una persona que en lugar de enfrentar una situación riesgosa, simplemente se limita a agachar la cabeza para pasar desapercibida. Esta figura sirve para describir la actitud que el Gobierno colombiano está asumiendo frente al memorando firmado el presidente Donald Trump  el pasado 13 de septiembre, en el cual deja abierta la posibilidad para que Colombia  entre a la lista en la que ya están Venezuela y Bolivia, de la cual hacen parte los países que “demostrablemente fallaron en cumplir con sus obligaciones derivadas de acuerdos internacionales para la lucha contra la drogas ilícitas”.

La respuesta oficial del Gobierno se dio a conocer a través de un comunicado hecho público por la Cancillería,  en el cual  manifiesta que “Colombia es sin lugar a dudas el país que más ha combatido las drogas y más éxitos ha tenido en este frente” y remata diciendo que “Nadie tiene que amenazarnos para enfrentar este desafío.” (http://www.cancilleria.gov.co/newsroom/publiques/comunicado-gobierno-nacional)

El considerar la declaración de Trump como una “amenaza”, desconoce de plano el contexto de una relación de cooperación bilateral, en la cual Estados Unidos, como respuesta a una solicitud de ayuda presentada por el propio Gobierno colombiano, aprueba recursos por cerca de 400 millones de dólares al año, para apoyar la lucha contra el narcotráfico. Por ello no se entiende que ahora el gobierno Santos se trate de “victimizar” frente a su aliado, quien después de entregarle a Colombia el equivalente a un billón de pesos del dinero de los contribuyentes estadounidenses cada año, está en todo su derecho de monitorear que su dinero sea bien utilizado y produzca resultados.

El Gobierno, como el avestruz, parece querer ignorar la dimensión de los  argumentos de Trump, limitando su respuesta a decirle  que se dedique a bajar el consumo en su país y a controlar su frontera con México.  Santos y sus ministros parecen no haberse detenido a analizar una nueva dimensión hasta ahora nunca planteada por los Estados Unidos, la cual consiste en señalar que Colombia está en la ruta de incumplir sus compromisos asumidos en los tratados internacionales de lucha contra las drogas ilícitas. En este escenario,  Washington abre la puerta para que el problema del crecimiento del narcotráfico en Colombia  salga del ámbito exclusivo  de la relación entre los dos países, para entrar en el terreno de lo multilateral, en el cual nuestro país tendría mucho que perder si Estados Unidos usa su influencia.  

En efecto, cuando se consultan las normas legales citadas por Trump en su memorando, claramente se ve que la consecuencia de llegar a ser “descertificados”, no solo es la disminución o desaparición de la ayuda económica de Estados Unidos, sino también la posibilidad de que ese país vote negativamente frente a solicitudes de crédito que presente Colombia ante instituciones financieras multilaterales.

Hoy es claro que como consecuencia de la negociación con las Farc, el Gobierno colombiano trató de pasar de agache frente al crecimiento exponencial de la siembra y producción de coca, vendiéndole a los gringos la idea de que los acuerdos con las Farc tendrían un efecto erradicador, cosa que evidentemente no está sucediendo y difícilmente sucederá, pues por lo que dejan ver los constantes bloqueos de sembradores de coca  en Caquetá, Cauca y Norte de Santander, la exguerrilla no cederá fácilmente sus zonas de influencia y muy seguramente enarbolará la bandera de la defensa de los movimientos sociales, a través de los cuales le exigirá al gobierno que antes de dejar el negocio del narcotráfico, deberá cumplirles hasta la última coma de los acuerdos de La Habana y el Teatro Colón.  

*Exviceministro de Justicia. Decano Escuela de Política y Relaciones Internacionales, Universidad Sergio Arboleda.                      

@ceballosarevalo

Noticias Destacadas