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La querida prima

Son 7.8 millones que recuperan los señores parlamentarios, luego de que el Consejo de Estado, tumbara las llamadas primas de salud y localización.

Guillermo Rodríguez M., Guillermo Rodríguez M.
13 de octubre de 2013

Como un baldado de agua fría cayó el beneficio económico, que recibirán los congresistas luego de que el gobierno de Juan Manuel Santos creara la prima especial de servicios, para reajustar sus honorarios. Unos dicen que lo recibirán y otros que lo donarán a fundaciones. 

Son 7.8 millones que recuperan los señores parlamentarios, luego de que el Consejo de Estado, tumbara las llamadas primas de salud y localización.

¿Cohecho? ¿Fraude a resolución judicial?  

¿Qué fin tiene para el presidente Santos, dicha decisión?, ¿Acaso pretende a través de dicho favor, ganarse a los parlamentarios que tienen en sus manos decidir importantes proyectos para el gobierno, entre ellos, la reforma a la salud?

Quizás no solamente sea ese el motivo, también está de por medio, el proceso de paz y sin duda el interés reeleccionista del presidente Santos. El mensaje, podría ser: Yo me preocupo por ustedes, ahora necesito también su apoyo. 

Como quien dice, con la prima ofrecida y recibida, más se arrimaran los congresistas al gobierno y prácticamente marcharán a su compás y cederán a sus caprichos. Una gran mayoría de la opinión pública no ve con buenos ojos, el regalito para los parlamentarios, en medio de tantas dificultades económicas, desempleo, posible reactivación del paro agrario, en los próximos días. Dicha decisión también podría afectar  aún más,  la imagen de favorabilidad del mandatario colombiano Sin duda alguna, el nuevo regalito suntuoso le resultará costoso políticamente al gobierno y los ciudadanos pasarán la cuenta de cobro, el día de elecciones.

No es posible que en un país donde se viene hablando de austeridad hace diez años, y más cuando hace apenas tres, esa austeridad se aplicaba sin “torcedura” alguna, situación que ayudaba sin lugar a titubeos a mayor inversión social, mayores obras de infraestructura, todo para hacer de Colombia un país competitivo y hacer una frontal lucha a la desigualdad.

El mensaje del gobierno es claro, poco importan las necesidades sociales, un país con tanta desigualdad, ad portas de graves crisis económicas, ad portas de un nuevo paro agrario y judicial, y el gobierno de forma “olímpica” le hace esguince a una resolución judicial, de ser así muy probablemente estaríamos en un presunto delito que es contemplado en nuestra legislación, como es el cohecho y el fraude a la resolución judicial.  Es que lamentablemente no hay más que pensar máxime cuando el ministro del interior manifiesta que en el congreso saludan: “¿Qué hay? En lugar de ¿Qué hubo? Triste saber en manos de quien estamos y a donde nos llevan; mientras tanto en la Habana sigue el festín de mojitos, hablando supuestamente de paz, sin que los colombianos sepamos en “plata blanca” que es lo acordado y para donde vamos.

Twitter: @GuilloRodrig
*Abogado, docente Universitario, Director Ejecutivo Gobierno Seguridad y Desarrollo.

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