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Las juntas directivas de las ciudades

Un buen Concejo es clave para la gestión exitosa de un buen alcalde y puede ser vital para evitar los costosos errores de uno malo

Semana
20 de octubre de 2007

Siempre me ha producido pudor sugerir a los lectores los nombres de los candidatos que creo mejores. Aunque es verdad que muchos colombianos no asumen sus responsabilidades y no votan, la inmensa mayoría de quienes leen revistas o periódicos sí es consciente de sus obligaciones con la democracia, está informada y tiene sus propios criterios sobre quienes aspiran a ser elegidos. Es pretencioso pensar

que las inclinaciones personales del columnista pueden influir en la decisión de estos ciudadanos o, incluso, que las opiniones de quien escribe importan para algo más que para dejar en claro su perfil político, en caso de que no lo estuviera.

Con todo, estas elecciones tienen la particularidad de que nada se ha dicho sobre los candidatos a los concejos municipales. Opacados por el peso enorme de los alcaldes, no sobra recordar que los concejos municipales conforman las juntas directivas de las ciudades y son fundamentales en el control político de la administración. Un buen concejo es clave para la gestión exitosa de un buen alcalde y puede ser vital para evitar los costosos errores de uno malo y denunciar las prácticas de los corruptos.

Las explicaciones que dan los medios de comunicación sobre este vacío de información giran todas sobre el hecho cierto de que son muchos los candidatos y la verdad a medias de que no es posible darles espacio a todos. Quise hacer una serie de programas en el Canal Capital con aspirantes al Concejo de Bogotá. Los directivos del canal me sugirieron con respeto que lo olvidara. Estaban convencidos de que serían abrumados por peticiones de otros aspirantes de recibir el "mismo trato" y de que tras las peticiones vendrían las tutelas y las discusiones con el Consejo Nacional Electoral y la Comisión de Televisión. Ante tal lío, dijeron, lo mejor es abstenerse. Algo parecido ha sucedido con los canales nacionales y con los periódicos y revistas.

Ocurre que, sin embargo, no existe tal deber de dar cabida en los medios a todos los candidatos. La obligación de guardar equilibrio en la información no puede significar que se dé el mismo tiempo y relevancia a todos los aspirantes y que no se reconozcan las diferencias que hay entre ellos por su peso político, la naturaleza y contenido de sus propuestas, su seriedad y su probabilidad de éxito y apoyo en las encuestas. La pretensión de trato igual terminó por traducirse en la invisibilidad absoluta de los que quieren hacer parte de los concejos municipales.

Para aumentar la confusión, proliferan las listas. Y como el sistema electoral permite el voto preferente, no basta con escoger el partido por el cual votar: es indispensable conocer también el número del candidato al que se va a apoyar. De manera que, para lo que pueda ser útil, daré aquí mi opinión sobre algunos candidatos a concejales.

Todos son profesionales, con sólida formación académica y conocimiento a fondo de los problemas y las necesidades de sus ciudades, comprometidos con la renovación política y la lucha contra la corrupción -ese cáncer que nos devora-, que rechazan sin ambigüedades la violencia política y los grupos armados ilegales. Son jóvenes, menores de 35 años, pero con experiencia de gobierno o en el control político y administrativo.

En Bogotá está Aníbal Fernández de Soto, #9 del conservatismo, que ha examinado palmo a palmo la ciudad con la fundación 'Fábrica de Desarrollo' y tiene un plan de gobierno como pocos en la historia de la capital. Otras opciones son Carlos Galán, cabeza de lista de Cambio Radical, y en ese mismo partido, Cristina Plazas #9, con una interesante propuesta de desarrollo turístico de la ciudad y Juan Miguel Durán #4, que hace énfasis en educación bilingüe y apoyo a las microempresas. Lariza Pizano, #7 del Partido Liberal, es imperdible y tiene ya una reconocida gestión como concejal.

María Piedad Velasco se "cansó de analizar y criticar" en Cali. Graduada en Harvard y con amplia experiencia en asuntos de competitividad y responsabilidad social, es la #35 del movimiento ciudadano 'Cali puede'. En Medellín está Diego Corrales, cabeza de la lista de los jóvenes fajardistas. Fue asesor de la Alcaldía, consultor de Naciones Unidas y está jugado por Alonso Salazar.

Dina Luz Pardo, ex directora de la asociación para la recuperación del centro de la ciudad, es mi opción para Barranquilla. Es el #2 de la Alianza Social Indígena. En Cartagena está Andrés Betancourt, es el #36 del movimiento 'Por una sola Cartagena' y fue impulsor del voto en blanco en las pasadas elecciones. No hubo espacio para otros municipios.