Home

Opinión

Artículo

LOS VOTOS DEL HASTIO

Antonio Caballero
16 de marzo de 1998

Pastrana. No. ¿Otra vez Pastrana? Ya nos libramos de él hace cuatro años, a costa de padecer a Samper: el precio fue alto. Pero ¿otra vez Pastrana, al que aguantamos desde niño organizando marchas de boy scouts, dirigiendo noticieros en la televisión, siendo alcalde de Bogotá para realizar horrores innombrables como la troncal de la Caracas e inaugu-rar puentes que de inmediato se caían (lo que se hereda no se hurta), el mismo Pastrana de siempre al que ya conocemos sonriente, lloriqueante, con bigotito, con barba postiza? No, por favor. Pastrana y su cola de lagarto de Valencias Cossios, no. Otra vez Pastrana, no.
Serpa. No. ¿Serpa otra vez? Llevamos cuatro años con él a cuestas. Porque el superministro Horacio Serpa ha sido tan responsable como su jefe de este catastrófico gobierno. De la corrupción moral, de la ruina económica, del derramamiento incesante de sangre, de las mentiras, de las vergüenzas, de las desvergüenzas, del desorden, del saqueo. Responsable de la preclusión, con su incalculable costo tasado en Mogollones. Responsable de la acumulación de catástrofes diversas provocadas por el cinismo y la ineptitud del peor gobierno que recuerde este pobre país de pésimos gobiernos. ¿Cuatro años más de Serpa? No. Serpa y su cola de lagarto de Guerras Tulenas (y también viene Turbay), no. Otra vez Serpa, no.
No: ni Serpa, ni Pastrana. El problema es otro, como dice el doctor López Michelsen cada vez que quiere que le digan que "pone a pensar al país".El problema son los demás.No es que los demás no constituyan ellos también, cada cual a su manera, modalidades de lo mismo que encarnan Serpa y Pastrana. Todos han politiqueado, como ellos, todos han ocupado sin dejar huella cargos públicos _ministerios, embajadas_, todos tienen, como Pastrana y Serpa, el defecto más temible en un político colombiano: que quieren ser presidentes. Pero es que de todas maneras, querámoslo o no, vamos a tener un presidente. No pudiendo escoger uno bueno _eso no puede existir, dado el funcionamiento estructural de la 'democracia' colombiana_, hay que transarse por el menos malo. Y todos _salvo Bedoya, que es peor_ son menos malos que Serpa y que Pastrana. Tal vez no despierten entusiasmo. Pero pueden al menos convocar los votos del hastío.Ahora: tal como pintan las cosas, ninguno de todos ellos _con la posible excepción de Bedoya, de cuya torpe brutalidad de ultraderecha nos libre Dios_ será capaz de llegar a la segunda vuelta. Hay demasiada dispersión en los votos del hastío frente a la solidez monolítica _quiero decir: bi-lítica_ de la doble maquinaria de Pastrana y de Serpa. Esos votos van a distribuirse por poquitos, inútilmente, entre Noemí y Mockus, entre Lleras y Valdivieso (Restrepo adherirá a la candidatura de Pastrana, llevado de cabestro por Valencia Cossio). Yo no sé cuántos son, ni si al querer sumarse más bien se restarían. Porque esas cosas pasan en la aritmética política, que es la única aritmética que conocemos los colombianos: cuocientes, residuos, sumas, restas, divisiones. ¿Ideas? No, por Dios: cifras. Cuántos votos, y cuánta plata cuestan tantos votos. Nuestra política es simplemente aritmética. No sé cuántos puedan ser esos votos, y ni siquiera sé si los hay: tal vez no sean sino abstenciones. Pero suponiendo que los haya, representan la única alternativa posible a Serpa o a Pastrana y a sus largas colas de lagarto.
Los votos: no los candidatos. Ellos se consideran, claro, imprescindibles (y es humano). Pero anda proponiendo Antonio Navarro Wolff _el ex comandante del M-19, el ex ministro de Salud, el ex copresidente de la Constituyente, el ex alcalde de Pasto_ una operación aritmética interesante para que esos votos se sumen si se restan candidatos. Una fórmula de consulta popular _contada en las elecciones parlamentarias por la Registraduría, o medida en unos debates en la televisión juzgados luego por una encuesta nacional_ de la cual emerja un solo candidato para los muchos votos del hastío, e inclusive para las abstenciones. Cualquiera: Noemí, o Lleras, o Valdivieso, o Mockus.No es que esto sea una idea. Pero a lo mejor es una cifra

Noticias Destacadas