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Luces y sombras: Todas las formas de lucha

“Yo te saludo, patria, a ti, que eres el paraíso del incognito, en cuya lisa superficie se desbordan ríos como los corazones demasiado hermosos”. Eduardo Carranza

Alejandro Cruz, Alejandro Cruz, Alejandro Cruz
17 de mayo de 2013

Los hechos de las últimas semanas han puesto nuevamente en evidencia la dificultades en torno a derechos como el acceso a la información, la libertad de prensa y el respeto a la vida y ponen sobre la mesa el asunto de la autoría intelectual de hechos violentos en Colombia.

Vienen a la memoria tantos crímenes sin esclarecer en nombre de la pureza de las costumbres, de los negocios truncados por ciudadanos valientes que hacen públicas sus preocupaciones por no poder acceder a la tierra, por que no se castiga a los culpables de manejos inadecuados de recursos públicos, por que siempre prima la ley del más cafre…porque el Estado Social de Derecho es una ficción que castiga a los de ruana y premia a los doctores, que redimen sus pecados entregando información que muestra el funcionamiento del social network.

Y es que mientras nos alegramos por las glorias deportivas, nos emocionamos con las romerías a Jericó y nos indignamos por el escándalo de moda, dejamos de lado una pregunta central para resolver nuestros males ¿Quién está detrás de la empresa? ¿Quién hace el análisis de riesgos y toma las decisiones?

Esta cultura bélica pseudointelectual podría empezar con la financiación de Pájaros y Chulavitas [fundamentadas en la lucha por el poder político local y regional], el Capitán Venganza y Sangre Negra, Yair Klein y sus aprendices y/o los sicarios que le dispararon a Álvaro Gómez, Jaime Garzón o Carlos Castaño. En su momento fue sencillo echarle la culpa al villano de cada época, al arrastrado canalla, que como buen pobre surgido de la nada, arreglaba todo a las patadas por ser hijo de una comuna o un barrio de la periferia. Ahora que los capos duran menos y que nos empezamos a dar cuenta de que los guerrillos, los paracos o los gatilleros de las BACRIM cada vez tienen menos poder concentrado, y que no pueden actuar sin la colaboración del status quo, empezamos a repensarnos.

Tantos años de conflicto armado nos hicieron creer que si se acaba la guerrilla se van a acabar de paso los corredores de bolsa torcidos, servidores públicos y los políticos de todos los niveles que pactan con bandidos, o los miembros de la fuerza pública que se hacen los locos cuando pasan camionados de ejércitos privados, pagados por empresarios y avalados por la gente bien. En últimas, hemos decidido creer que el problema de fondo son los soldados, los de la ruana, los hijos de familias sin acceso a los bienes y servicios ofrecidos por el Estado, capturado  por una élites no tan cultas y muy provincianas.

De Kiko al Procurador hay miles de ejemplos, en los que se utilizan todas las formas de lucha para ejercer el poder. Se convive entre lo legal y lo ilegal para garantizar sostenibilidad empresarial, ideológica y social. Se utilizan Fundaciones que reciben recursos públicos para proyectos sociales como hizo el Clan Castaño en su momento, y se financian simultáneamente grupos radicales criollos, que adaptan ideologías arcaicas a fenómenos sociales locales, mostrando nuestra sagacidad e incapacidad para construir imaginarios a partir de nuestras realidades propias. Se combinan las visitas a los “puebluchos” y los abrazos a los viejitos, con cocteles de gente estirada que tomando single malt decide financiar ejércitos privados y poner un alcalde fácil de malear en municipios con recursos naturales o con alta relevancia geoestratégica.  Y nos es que seamos unos genios, es que somos buenos aprendices de Sun Tzu, la CIA, los amigos de Carranza y el Mossad.

Dado que se combinan las múltiples formas de lucha y casi todos estamos untados de alguna manera, es difícil conocer siempre el resto del iceberg. Las pandillas sofisticadas que llamamos BACRIM tienen también sus colaboradores en las altas [y las que se creen altas] esferas del poder y se cooperan mutuamente. Esta doble moral es la que no nos permite avanzar hacia el perdón y el olvido, o hacia procesos serios de rendición de cuentas y control social. Ante este sistema de creencias e ingeniería social, no queda otra que poner los reflectores en los que actúan desde la sombra, para mostrarles que los estamos observando y rechazando. Toca que empezar a concentrarse más en los pastores y falsos mesías, sin descuidar a los rebaños, los soldados y los sicarios.

Seguimos siendo una patria provinciana y feudal, más preocupada por lo que pasa en Europa y los realities que por lo que pasa con los periodistas locales, los reclamantes de tierra o los soldados que violan derechos humanos sin saberlo. Siguiendo ordenes de Mi General, Seguimos Defendiendo la Democracia Maestro…

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Panta Rei

La falta de planeación por parte de algunas empresas del sector minero-energético, acompañada de la debilidad institucional del Estado condujeron a la disminución de la producción de carbón durante el primer trimestre del año [21.4%].  Mientras tanto se está tratando de disminuir la capacidad de las administraciones locales en el desarrollo de la locomotora que sigue andando, apuntándole más al crecimiento del PIB que a la sostenibilidad de las operaciones. Este fue uno de los temas  tratados durante estos días en Cartagena durante el IX Congreso Internacional de Minería y Petróleo y por su relevancia requiere de un debate público serio y continuo.

@alecroix

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