¡Maduro está que cae!

Las Fuerzas Armadas de Venezuela, deberían ser más responsables con su pueblo. Por estarle guardando la espalada a un gobernante ignorante y falto de preparación para manejar los destinos de su País, no pueden empezar a masacrar a su pueblo. Las imágenes que se han presentado en las últimas horas lo dicen todo.  

La Comunidad Internacional, frente a los últimos acontecimientos, ya está tomando conciencia y no demorarán en tomar acciones valederas para rescatar a nuestros hermanos Venezolanos de la gran encrucijada en que se encuentran. 

Cuando el rio se desvía de su cauce por razones ajenas a su voluntad, o empujado por fenómenos extraños que lo motivan, por donde pasa, va dejando un inventario de ruina y desolación, solamente el regreso a su normalidad le permite enderezar su destino y congratularse nuevamente con sus moradores. 

Lo anterior para decir, que fue exactamente lo que pasó en Venezuela, con la implementación de un esquema de gobierno totalmente ajeno a su desarrollo institucional, y a sus aconteceres históricos y democráticos. En los actuales momentos ese rio desviado por la tan cacareada revolución socialista con el nombre de República Bolivariana de Venezuela, está pidiendo a gritos regresar nuevamente al cauce de su nacimiento, liderado precisamente por quienes se han opuesto a semejantes desfachateces, entre ellos, el hoy encarcelado, sin ninguna justificación: Leopoldo López, que el gobierno de Nicolás Maduro, irresponsablemente lo está exhibiendo ante el Mundo, como un trofeo de su ya manguada dictadura. 

Venezuela en estos momentos es un hervidero de necesidades insatisfechas, pero, lo más grave, escases de productos de primera necesidad, el aparato productivo está más que frenado, las materias primas no se consiguen y el acoso laboral está por doquier. Todo esto, por las políticas equivocadas del gobierno, en defensa de una revolución, que ni el mismo sucesor de Hugo Chávez, q. e. p. d., Nicolás maduro, cree en ellas, siempre sale a dar explicaciones en contravía de lo que está pasando, es decir: estupideces. 

Nuestros hermanos de Venezuela están viviendo en los actuales momentos la crisis de seguridad jamás vivida en la historia de un País Latinoamericano: los homicidios, los desplazamientos, los atracos callejeros, las violaciones a los más elementales derechos humanos, la mordaza a la prensa, entre muchos otros, son el pan de cada día, todo atizado por el desespero de sus habitantes que están muriendo de hambre; los supermercados se encuentran vacios, conseguir productos para la canasta familiar es más que un milagro, pero, soportando inmensas colas y humillaciones.          

   

La reyerta que se vive en estos momentos en Venezuela, es producto de lo que ha venido sucediendo desde que el fallecido ex presidente Hugo Chávez, asumió el poder en 1.999, con el voto de las mayorías, hasta el mes de marzo del 2013. Durante ese periodo de 14 años, fueron miles los errores garrafales que cometió, al querer cambiar la idiosincrasia de un País  -que nació en la cuna de la libertad Bolivariana-, aplicándole injertos revolucionarios que chocan contra los aconteceres democráticos de todos los gobiernos de la América Latina. 

La mal llamada Revolución Bolivariana de Venezuela, no es más que un menjunje de ideas mal estructuradas y sin ningún futuro, que si bien en el Gobierno del Presidente Chávez, logró venderlas a algunos Países, fue gracias a su potencial emporio petrolero, que lo gastó sin ningún control  y siempre a espaldas de sus gobernados. A cualquier País a donde llegaba, siempre llevaba su valija llena de petrodólares para solucionar problemas, que en su País eran latentes. 

Recordemos muy bien que cuando se inicio su gobierno, Chávez, la emprendió contra la Comunidad Andina de Naciones, Can, afectando gravemente el Comercio Colombo – Venezolano, uno de los más dinámicos de la Subregión, fueron tanto los obstáculos que puso al ingreso y salida de mercancías, que miles de comerciantes e industriales de ambos países quedaron en la bancarrota. Como consecuencia de todo esto el gobierno de Nicolás Maduro continúa con una deuda pendiente con varios exportadores Colombianos, heredada de su antecesor. 

Soy de los que cree que la salida de Nicolás Maduro de la presidencia de Venezuela está muy próxima, considero que todas las protestas que se han venido presentando en los últimos días, tienen toda  razón de ser, es un movimiento programático que viene gestándose con una fuerza de presión, desde los mismos inicios de su fundador Hugo Chávez Frías. Es decir es un movimiento de protesta estructural.

El hermano Pueblo Venezolano, tiene que retomar los senderos de la democracia plena, desde luego, que sus dirigentes de oposición, tendrán que actuar con mucha diplomacia para permitir una transición dentro de la mayor calma posible. 

Latinoamérica y el resto del Mundo, está expectante de lo que pueda suceder en Venezuela en los próximos días, si las Fuerzas Armadas, actúan con sentido de responsabilidad, podrían ser el puente para permitir que el hermano País regrese por los causes de la verdadera democracia plena, totalmente obnubilada en los últimos años por los constantes altibajos y abusos de poder.

Hay que reconocer que las dos últimas elecciones en Venezuela han dejado un sabor a fraude electoral, especialmente las que eligieron a Nicolás Maduro. Recordemos cómo fueron los días posteriores a su elección. Todo quedó bajo un manto de duda y la amenaza continua de una Fuerza Pública arrodillada. 

Como consecuencia de todo lo anterior, es preciso evaluar, las nuevas manifestaciones que se han venido presentando en los últimos días, donde los actores no son los de siempre, en esta ocasión: estudiantes, empresarios, amas de casa, obreros, comerciantes y en fin, es la sociedad en general la que le está diciendo al Presidente Nicolás Maduro: no más arbitrariedades, Venezuela requiere regresar con urgencia a retomar sus propios senderos democráticos.

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