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Maduro y las Farc

El 18 de mayo de 2004, Granda vuelve a mencionar supuestos negociados que involucrarían a altos miembros del chavismo, entre ellos Maduro.

Daniel Coronell, Daniel Coronell
20 de julio de 2013

Hay una parte casi desconocida del computador de ‘Raúl Reyes’. Se trata de las menciones del hoy presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en la correspondencia de las FARC. A diferencia de otras partes del computador que fueron usadas, interpretadas y difundidas calculadamente para desacreditar a enemigos del gobierno de entonces; las alusiones a Maduro han pasado prácticamente desapercibidas. 

En la mayoría de esos correos el actual Presidente de Venezuela no es descrito por los hombres de las FARC como un “camarada” o compañero de luchas de la guerrilla, sino como un político corrupto que medra en el entorno de Hugo Chávez. 

El 7 de junio de 2002 el llamado canciller de las FARC, ‘Rodrigo Granda’, le envía un correo a ‘Raúl Reyes’, copiado a ‘Olga Lucía Marín’ y a ‘Marco León Calarcá’.

En la comunicación se refiere a la supuesta corrupción de miembros del chavismo. En ese contexto son mencionados los entonces diputados Nicolás Maduro, su esposa Cilia Flores y Pedro Carreño: "El cojo ha estado renuente a dar la cara y lo han tomado como "trompo pagador" por la doble identidad y ahora se habla de una cuenta donde depositó 77 millones de bolívares. De Carreño, Maduro y Cecilia Flores (esposa de Maduro y Diputada Nacional). Se habla con persistencia de que están metidos en corrupción.” (Ver Correo I.435

Dos años después, el 18 de mayo de 2004, ‘Granda’ vuelve a mencionar supuestos negociados que involucrarían a altos miembros del chavismo, entre ellos Maduro. En ese correo electrónico asegura que los presuntos enriquecidos del régimen empiezan a ver a Chávez como un obstáculo para sus ambiciones: 

“Por varias fuentes me he informado que los problemas al interior de la coalición gobernante se han acrecentado. Ismael García, Jefe del Comando Ayacucho e integrante del Partido Podemos, ha amasado fortuna y poder. Igual pasa con José Albornoz, presidente de Patria Para Todos y ha comenzado a sonar, en ese combo, el Negro Rafael Uzcátegui. Por parte de Quinta República aparecen Diosdado Cabello, William Lara, Nicolás Maduro. Se comenta, que estos han realizado grandes negociados a través de PDVSA y que necesitan salir de Chávez para legalizar sus fortunas.

En el fondo estaría Alí Rodríguez que ha reenganchado al 80% de los gerentes despedidos de PDVSA y jubilado a otros. Se dice que Alí y este grupo contaría con algunos Generales entre ellos García Carneiros y Acosta Carlés a los cuales les pasan buena cantidad de dinero. Al parecer Chávez ya conoce la cosa pero tiene una situación difícil por los ataques concentrados sobre él desde todos los ángulos. Baduel conoce del tema y plantea que lo han querido ausentar del presidente.” (Ver correo I.711)

La opinión de ‘Raúl Reyes’ sobre Maduro está reflejada en un correo de noviembre de 2005, meses después de la captura de Granda. El cabecilla de las FARC deja ver, de paso, lo que pensaba sobre el hoy alcalde de Bogotá: “Gustavo Petro cada que viaja a Venezuela, cumple la tarea de despotricar de las FARC, utilizando para ello el mismo lenguaje de Uribe y los militares “narcoguerrilla” como Diosdado, Maduro y sus compinches de la corrupción. Ahí si como suelen decir con esos amigos para qué enemigos” (Ver correo I.1495)

Sin embargo, el 8 de agosto de 2006, al comentar la segunda posesión de Álvaro Uribe, ‘Reyes’ celebra el nombramiento de Maduro como Ministro de Relaciones Exteriores: “La oligarquía está muy dolida por la ausencia de los presidentes de Venezuela, Argentina, Brasil, Uruguay y Bolivia el 7 de Agosto. Así como por la llegada de Nicolás Maduro a la Cancillería venezolana, la ruptura de relaciones con Israel y la expresa solidaridad con Palestina y Líbano”. (Ver correo I1934)

Sin embargo ese correo estaba dirigido a ‘Hernán Ramírez’ para ser compartido con miembros del Partido Comunista de Venezuela PCV. A diferencia de las anteriores no era una comunicación interna de las FARC.

Las afirmaciones de los cabecillas de las FARC no están respaldadas por ninguna prueba. No sería justo asumir –automáticamente- como ciertos los señalamientos de esos correos electrónicos. 

La utilidad de estas comunicaciones –algunas de ellas remitidas por miembros de la actual mesa de negociación en La Habana- es otra: Prueban que, en contra de lo que la mayoría podría imaginarse, existe –o por lo menos existió- una enorme desconfianza de las FARC hacia Nicolás Maduro. 

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