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Mal presagio

Óscar Fernando Sevillano Jaramillo reflexiona sobre los últimos acontecimientos al interior del partido de La U, la columna vertebral del gobierno de Uribe en el Congreso.

Semana
9 de septiembre de 2006

Cuando las cosas se hacen mal, no se puede esperar que todo sea un camino de rosas. Es lo que debieron haber pensado los creadores de la nueva fuerza política de La U, quienes llevados por la euforia que causaba el nombre del actual mandatario de los colombianos conforman una coalición con distintos caciques políticos sin importar su militancia anterior, su tendencia y manera de mirar al país. En este agrupamiento prima el interés general de mantener al presidente Uribe en el poder y según parece a juzgar por los recientes hechos podría decir que la vida comienza a cobrar ese garrafal error, pues ya empiezan a surgir divisiones en el interior del partido y la prueba está en la elección de los miembros del Consejo Nacional Electoral, en donde no todos los miembros de La U votaron conforme a lo establecido y solo sacaron un magistrado. Esta situación tiene molesto a más de uno de sus miembros como la senadora Marta Lucia Ramírez quien propuso examinar las huellas dactilares en los votos depositados para descubrir quienes fueron los que no sufragaron en la manera como se había acordado.

Sostener esta fuerza no será nada fácil. Una unión que se teje a retazos en menos de lo que canta el gallo se empieza romper. Por esta razón no creo que esta especie de residencia política se sostenga en el tiempo con sus actuales inquilinos. Es difícil pensar que en mas de un cuatrienio convivan juntas personas que vienen del conservatismo. Liberalismo y de fuerzas independientes. Eso es como un sancocho que se hace con todo cuanto se puede (carnes, frutas y verduras), el estómago lo recibe, pero de ahí a que lo asimile bien debido a tanto ingrediente hay mucho trecho, y finalmente el resultado no puede ser más que una indigestión que termina por acabar con el alimento ingerido.

Ojalá que lo recién ocurrido en el Partido de La U, ponga a pensar a más de un dirigente nacional en lo que se debe tener en cuenta a la hora de crear un partido político, que se reflexione en que no se lo puede hacer pensando exclusivamente en una situación coyuntural, porque la moda pasa ¿y qué queda?, nada. Ni tampoco se lo puede hacer alrededor de una sola persona como es el caso del País que Soñamos, movimiento creado por el ex alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa o el Partido Visionarios del también ex alcalde Antanas Mockus. Estos, aunque le ofrecen propuestas atractivas a Colombia, giran alrededor de una sola persona que en este caso son sus mismos creadores y cuando estos faltan el movimiento o partido desaparece.

Por esta razón creo que de no darse una posible unión con el liberalismo tiene más posibilidades de sostenerse en el espectro político Cambio Radical, que el Partido de La U, pues luego de que el presidente Uribe termine el segundo período ¿qué razón tendrían Gina Parody, Martha Lucía Ramírez, Luis Guillermo Vélez, etc., para mantenerse juntos?.

Los hechos que ocurren en el interior de esta casa política no se los puede comparar con las crisis por la que han atravesado los partidos tradicionales Liberal y Conservador ya que por más problemas que puedan tener con el pasar de los años, siempre se han de mantener en el panorama político nacional, pues en ellos pesa la experiencia que les han dado los años de gobierno y la identidad con un pensamiento claro que de una u otra forma les otorga facultades para proponer soluciones a los problemas del país. Tampoco se lo puede comparar con la creación del Polo Democrático Alternativo al que de forma similar lo conforma una coalición de fuerzas independientes, pero a diferencia de La U, el Polo tiene un objetivo claro y es la lucha por las reivindicaciones sociales y el establecimiento de una sociedad más equitativa.

Podría decir que el surgimiento de La U es un caso atípico en Colombia por la manera como fue hecho Por eso las palabras de su entonces director y hoy ministro de Defensa, Juan Manuel Santos cuando en momentos de su creación decía que es un proyecto a largo plazo, sonaba como a un mal chiste.

Estoy seguro de que una cosa es tejer una unión con distintas fuerzas para subir o mantener a una persona y otra es construir un proyecto político con seres que manejan objetivos individuales y visiones distintas. En el momento de trabajar será muy difícil ponerse de acuerdo y por más de que la orden impartida sea una, no se puede esperar mucho en el momento de ver los frutos. Y tampoco es valedero culpar a la ley de bancadas, pues si los grupos que están dentro del Congreso son conformados por personas que tienen un objetivo claro como colectividad, la manera como se del voto, bien sea de forma pública o secreta es lo de menos, ya que el resultado ha de ser exitoso

Sin embargo esperemos a que este error se corrija a tiempo en el próximo ‘Congreso Ideológico’ del partido de La U, y que el mal presagio que tengo en el momento, no termine por ser un hecho y que sus miembros se tomen un tiempo para un retiro espiritual en el que reflexionen y le ofrezcan al país una visión y soluciones a los problemas en el largo tiempo.

ÓSCAR FERNANDO SEVILLANO JARAMILLO
sevioscar@hotmail.com

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