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Preguntas al todo poderoso

Hasta el momento, el fiscal ha optado por la táctica de acallar a sus contradictores con la amenaza de los estrados judiciales. Pero el palo no está para cucharas.

María Jimena Duzán, María Jimena Duzán
9 de diciembre de 2017

Ya va siendo hora de que el fiscal Néstor Humberto Martínez le cuente al país cuál fue su relación con los señores de Odebrecht, en vez de judicializar a todos los que se atreven a correr ese velo. Por el bien de la Justicia, o mejor, de lo que queda de ella, luego de que el cartel de la toga la volvió pedazos, el fiscal Néstor Humberto Martínez debería decirle la verdad al país.

Le pregunto al fiscal todopoderoso:

–¿Es cierto que usted ayudó a gestionar ante la multinacional brasileña 4.000 millones de pesos para la campaña del presidente Juan Manuel Santos, como lo afirmó la semana pasada el senador Armando Benedetti?

–¿Tiene usted en la Fiscalía el registro de la entrada de esos 4.000 millones?

–… Si los tiene, ¿sabe si estos 4.000 millones que, según Benedetti, habrían sido gestionados por usted fueron debidamente registrados en las cuentas de la campaña o si terminaron entrando por medio de una compañía de propiedad de Esteban Moreno, quien en ese momento era asesor del jefe del Partido Liberal, Simón Gaviria?

–Si usted ayudó a conseguir recursos para la campaña del presidente Santos, ¿no debería por lo menos declararse impedido para investigar todo lo relacionado con el escándalo de Odebrecht y la financiación ilegal a las campañas?

–Usted ha salido a decir que las dos campañas presidenciales de 2014, es decir, tanto la de Óscar Iván Zuluaga como la de Juan Manuel Santos recibieron dineros de Odebrecht. En el caso de Óscar Iván Zuluaga, usted ha dicho que hay evidencias claras de que Odebrecht pagó los servicios de Duda Mendonça. Sin embargo, hasta ahora no le ha abierto ninguna investigación a Óscar Iván Zuluaga. ¿Por qué no lo ha hecho?

–¿Por qué no ha compulsado copias a la Comisión de Acusación contra el presidente Santos si usted mismo salió a los medios a decir en febrero de este año que tenía prueba de que dineros de Odebrecht habían entrado a esa campaña?

–Si como afirma el senador Benedetti usted gestionó ante los señores de Odebrecht esos 4.000 millones para la campaña de Santos, ¿de dónde salieron esos dineros? ¿Los enviaron del Brasil sin el conocimiento de sus socios en Colombia? ¿Salieron del dinero del consorcio colombiano?

–¿Es cierto que su Fiscalía está trabajando un principio de oportunidad con Martorelli y demás directivos de Odebrecht?

Dirá NHM que un hombre tan poderoso como él, que tiene a los medios comiendo de la mano –las filtraciones siempre son bien recibidas– y que cuenta con una corte de periodistas aduladores que no demoran en denominarlo como el personaje del año no tiene por qué darle explicaciones al país; mucho menos si quien lo fuerza a darlas es un senador con rabo de paja como Armando Benedetti.

Así él tenga investigaciones en la Fiscalía, lo que el cuestionado senador Benedetti ha sacado a flote no es una novedad. Esos señalamientos ya los han hecho de manera reiterada otros senadores como Jorge Enrique Robledo y como Claudia López sin que tampoco hayan merecido una respuesta clara y contundente.

Hasta el momento, el fiscal ha optado por la táctica de acallar a sus contradictores con la amenaza de los estrados judiciales. Pero el palo no está para cucharas. En momentos en que la Justicia está en el ojo del huracán, envuelta como nunca antes en el escándalo del cartel de la toga, el fiscal debería tener un acto de sinceridad con el país y contar lo que no nos ha querido contar: por qué nombró a un fiscal corrupto como Gustavo Moreno en la Fiscalía y cuál fue realmente su participación en la campaña del presidente Juan Manuel Santos.

Investigar un escándalo siendo juez y parte es una moñona que podría acabar con la Justicia en Colombia.

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