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Soluciones para desplazados en el centro de la paz

Si las víctimas de desplazamiento no logran integrarse con garantía de sus derechos podría desestabilizar la paz e incluso hacer recaer al país en el conflicto.

Semana.Com
30 de marzo de 2015

Unos 6 millones de personas, 13 % de la población colombiana, ha sido registrada oficialmente como desplazada desde 1985 y al menos 400.000 personas más han huido del país, a causa del conflicto armado, la persecución individual u otras formas de violencia. El logro de soluciones duraderas para estos casi seis millones y medio de personas es crucial en el proceso de construcción de paz. Experiencias de otras regiones, como en Centroamérica, han demostrado que si las víctimas de desplazamiento forzado no logran integrarse con garantía plena de sus derechos es un factor que puede desestabilizar la paz e incluso hacer recaer al país en el conflicto.

La mitad de la población desplazada ha huido hacia los barrios marginales de las 25 ciudades más grandes del país y no quiere retornar a zonas rurales debido a los persistentes riesgos de seguridad y la falta de acceso a servicios básicos. La mayoría tampoco ha logrado integrarse localmente y – a pesar de los esfuerzos del Gobierno – no ha alcanzado el disfrute pleno de sus derechos humanos. Cerca de 80 % ciento vive bajo la línea de pobreza y 35 % en pobreza extrema, como lo mostró la reciente encuesta de la Contraloría.

Hacia 2011 – 2012, solo un tercio de los 400.000 refugiados –especialmente en las Américas y Europa– había tenido acceso a procedimientos formales de asilo; hoy este porcentaje es aún menor. Así, la mayoría carece de un estatus migratorio regular que impide su acceso a salud y educación y los vuelve vulnerables frente a la explotación, la detención y la deportación, especialmente a mujeres, niños y niñas.

Frente a este contexto, ¿cuándo una persona en situación de desplazamiento o refugiada alcanza una solución duradera? La población desplazada deja de considerarse como tal cuando retorna a su lugar de origen (retorno voluntario), se integra en el lugar de acogida (integración local) o se reubica en otra parte del país (reubicación), y además, deja de necesitar asistencia o protección específicas vinculadas con su situación de desplazamiento. Es decir, el retorno o reubicación no implica en sí mismo una solución sostenible. Alcanzarla significa disfrutar –sin discriminación– de condiciones estables de seguridad, libertad de movimiento, acceso adecuado a agua, alimentación, vivienda, salud, educación, a empleo y medios de vida dignos y a mecanismos efectivos de restitución de sus viviendas, tierras y propiedades o de reparación de las mismas.

El estatus de los refugiados cesa cuando optan por el retorno a su país, se integran localmente en el país que les concedió el refugio o acceden al reasentamiento en un tercer país de acogida y disfrutan de manera efectiva de la protección de sus derechos.

¿Cómo llegar entonces a una solución duradera? Primero, Acnur apoya a las autoridades nacionales en la adopción de un enfoque de derechos humanos para el diseño e implementación de soluciones. De la mano con el Gobierno se identificarán áreas que requieran nuevas políticas públicas para el fomento de las soluciones. Un ejemplo es el apoyo en la elaboración de una política integral que permita a la población desplazada su integración en áreas urbanas. A nivel local, Acnur continuará trabajando con las autoridades para acompañar a las comunidades en sus procesos de retorno, integración o reubicación, poniendo en el centro de la acción el empoderamiento de las comunidades y su capacidad para definir sus planes de vida.

Segundo, Acnur asiste a las autoridades del Estado en el fortalecimiento de su presencia en áreas de conflicto donde han estado tradicionalmente ausentes, construyendo confianza entre ellas y las comunidades, y mejorando las capacidades estatales para proteger los derechos humanos.

Tercero, y en tanto las soluciones son un proceso complejo y a largo término que conlleva desafíos a nivel humanitario, de desarrollo, reconstrucción y construcción de paz, Acnur trabajará hombro a hombro con actores de desarrollo, políticos y del sector privado para asegurar la sostenibilidad de estos esfuerzos.

Finalmente, gracias a su presencia regional en las Américas, Acnur cuenta con una posición estratégica para apoyar al Gobierno y a los países de asilo en el diseño e implementación de soluciones integrales para los refugiados colombianos y refugiados retornados, ya sea en los procesos de retorno voluntario, integración local o reasentamiento.

Con la convicción de que la integración exitosa de población desplazada y refugiada en condiciones de seguridad, dignidad y con plena participación de las comunidades víctimas y receptoras contribuirá sustancialmente a la paz en Colombia, Acnur está comprometida en su rol de liderazgo para la búsqueda de soluciones duraderas desde ya y en un esperado escenario posacuerdo de paz.

*Representante Adjunto de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Colombia.

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