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El Twitter presidencial

En medio de los índices más bajos de favorabilidad de su gobierno, el presidente Santos está recurriendo a desatinados mensajes de Twitter, que en lugar de mejorar su imagen, terminan trivializando su gestión.

Miguel Ceballos Arévalo
16 de febrero de 2018

La semana que termina no fue la más afortunada para Juan Manuel Santos en materia de redes sociales. El miércoles 14 de febrero el presidente sorprendió al país al publicar en su cuenta de Twitter un sondeo, pues no se trata de una encuesta estadísticamente válida, en el cual preguntaba a sus 5 millones 262 mil seguidores, si estarían de acuerdo con eliminar la ley seca durante las próximas elecciones, argumentando que los colombianos somos ahora lo suficientemente responsables y que dicha figura afecta mucho al comercio. (ver el trino: https://twitter.com/JuanManSantos/status/963745404910231552 )

Hasta el momento en que fue escrita esta columna, solamente 58.973 personas habían respondido el sondeo, es decir el 1,12 por ciento de sus seguidores, cifra que refleja el poco impacto que tuvo el trino presidencial. De otro lado, cuando se mira el resultado mismo de la encuesta, el 57 por ciento de quienes la respondieron están de acuerdo con la eliminación de la ley seca, mientras que el 43 por ciento no lo están. Cabe entonces preguntarle al presidente si ya tiene lista la reforma legal para que el Congreso de la República elimine la ley seca durante los periodos electorales, y si su gobierno asumirá la responsabilidad política de impulsar dicha reforma, sobre la base de un sondeo, sin rigor estadístico alguno, respondido por el 0,1 por ciento de los 48 millones de colombianos.


No existe precedente histórico en nuestro país de un presidente que haya llegado a consultar, vía Twitter, una decisión tan importante y con tan graves implicaciones como la de prohibir o no el consumo de alcohol el día de las elecciones más difíciles y trascendentales de los últimos años. Si ya hay polarización y crispación de los ánimos, imagínense ustedes con licor en la cabeza. ¿Cómo combatir a los políticos corruptos que ya estarán comprando miles de cajas de licor para llevar a la gente a votar por quienes ellos quieran?, ¿cómo exigirle a la Policía que el día de elecciones tenga que descuidar la seguridad de los sitios de votación por andar cuidando borrachos? Será el presidente, quien con su Twitter sembró esta pésima idea, el responsable de responder estas preguntas, pero no con otro trino, sino asumiendo la responsabilidad política y legal de las medidas que llegue a tomar.


Otro desconcertante trino fue enviado el jueves 15 de febrero, ( https://twitter.com/JuanManSantos/status/964096405697638400) en este el presidente Santos hace pública una larga carta en la cual, anunciando no querer interferir en la campaña presidencial, hace un recuento de su gestión y su legado, para que sea “considerado y discutido” precisamente por los candidatos a sucederlo, lo cual paradójicamente no es nada distinto a querer intervenir en la campaña.

 
Resulta apresurado y poco presentable anunciar vía Twitter el legado de un gobierno, cuando aún faltan siete meses para que termine. Hacer una rendición de cuentas al final de una administración presidencial es algo serio y formal, pues tiene implicaciones legales de enorme trascendencia, por ello los colombianos esperamos que el informe final de la gestión de 8 años sea entregado al Congreso de la República, haga parte del empalme con el siguiente gobierno, y no sea otro simple trino presidencial.


Por la respuesta a este segundo trino, solamente 1.120 retuits y 2.680 me gusta, puede deducirse que el alcance e impacto de los mensajes presidenciales no es precisamente el mejor. Si no fuera por los medios de comunicación que le hacen eco a los trinos presidenciales, estos simplemente pasarían desapercibidos. Bueno sería que los muchos asesores del Palacio de Nariño encontraran mejores caminos que el Twitter, para conectar al presidente con los ciudadanos de carne y hueso, evitando así que se trivialice tanto su gestión.