Home

Opinión

Artículo

Nace una estrella

Andrés Uriel Gallego es la cuota uribista del gabinete, porque es el único que Uribe se trasteó de su equipo de gobernador de Antioquia

Semana
9 de septiembre de 2002

Como en todo comienzo de gobierno, hay ministros que recién estrenados se destacan más que otros: ya los colombianos están familiarizados, por ejemplo, con los Londoños, el bueno y el malo -aunque a estas alturas de los acontecimientos ya no se sabe cuál es cuál-; con la Ministra de Defensa, escogida como la más popular en una encuesta de La FM, por la vistosa contradicción que se crea entre su sexo y su cargo; con los 'paraministros', Rudolf Hommes y Fabio Echeverri, controvertidos en su papel de particulares incrustados en los altos círculos del gobierno, pero sin duda alguna insuperables asesores del Presidente.

Pero poco se ha hablado de otro Ministro que tal vez ocupa una de las carteras más aburridas y menos vistosas del gabinete, a pesar de lo cual auguro que muy pronto se revelará como uno de los personajes más talentosos y pintorescos que hayan hecho reciente aparición en el escenario político colombiano.

Pistas: es la única cuota uribista en el gabinete. Igual que su mejor amigo, el Presidente, nació con tereque en la cuna: es dueño del caballo campeón de paso nacional. Uribe le dice 'Gitano'.

Más pistas: hasta su nombramiento de Ministro, era profesor de la Universidad Nacional de Minas en Medellín, y no cualquier profesor: fue escogido como el mejor. Allí dictaba la 'cátedra de Antioquia' -en la que hablaba de temas tan disímiles como arqueología y hasta turismo-, con tanto éxito, que tocó entregarle el auditorio para que cupieran todos los estudiantes que iban a escucharlo.

Más pistas: es soltero. No ha descartado la posibilidad de hacerse monje medieval; vive actualmente en un convento "porque con esto del poder, la honra que se pierde de día se recupera de noche"; trabaja hasta las 2 de la mañana y vuelve y arranca a las 5. Con un bozo mexicano que lo caracteriza, tiene más cara de camionero que de ministro. Tiene fama de ser uno de los mejores calculistas estructurales del país.

Se trata del ministro del Transporte, Andrés Uriel Gallego.

Y digo que es la cuota uribista del gabinete, porque fue el único que Uribe se trasteó del equipo que tenía cuando era gobernador de Antioquia. Ambos recorrieron, haciendo los famosos consejos vecinales que hoy hace el Presidente a nivel nacional, los 125 municipios del departamento. No sólo no les faltó ni uno solo, sino que este camello lo hacían durante los fines de semana, y Gallego le acolitó a Uribe que en todos esos meses sólo se tomaran tres días de descanso. Uribe cuenta que cuando lo iba a nombrar secretario de Obras le advirtieron que no lo hiciera porque Gallego era un loco. Pero Uribe se empecinó, y al poco tiempo se convirtió en su secretario estrella.

Desde ese cargo no hizo otra cosa que pavimentar, pavimentar y pavimentar las carreteras que sugerían los propios antioqueños en las audiencias comunitarias, de donde nunca se fue sin prometer que muy pronto regresaría con los tractores "rugiendo". Hasta se dice que se pavimentaron más vías en el período de Uribe como gobernador que las que habían pavimentado todos los demás gobernadores a lo largo del siglo.

En tan solo un mes de Ministro ya destapó el chanchullo de Ferrovías, y cuando a propósito de las declaraciones que dio en la televisión sobre este caso alguien le corrigió que estar "muy furioso" no se podía decir, él sencillamente respondió: "Bueno, entonces lo que estaba era muy berraco". Ya descrestó a los empresarios en el congreso de la Andi. También descrestó a los costeños en la famosa tertulia del ex ministro y columnista Armando Benedetti. Se inventó un asfalto especial que abarata enormemente la pavimentación de vías. Y está tan empeñado en poner a funcionar el río Magdalena, que ya alguien le cogió la caña, y la semana pasada fueron transportados docenas de carros de Sofasa en contenedores que viajaron sobre planchones, algo inaudito desde hace años en Colombia. Pero es que este Ministro no sólo se sabe de memoria cuántos kilómetros pavimentados tiene Murindó, sino además cuánta profundidad tiene el río Magdalena... ¡en cada uno de sus puertos!

Por ahí también dicen que el ministro Gallego no sólo anda metido en los temas de su Ministerio, sino que mete mano en sofisticados asuntos políticos con la autoridad que le da ser el Ministro del corazón y del alma del Presidente.

Así es que pónganle bolas: a pesar de estar en un ministerio poco vistoso y bastante aburrido para el opinómetro político de los colombianos, puede que muchas cosas cambien aquí después de que Uribe tomó la decisión de trastearse a Andrés Uriel Gallego de Marinilla a Bogotá. Con seguridad, será el único de los ministros que no va a protestar por trabajar hasta el amanecer, incluyendo fines de semana y festivos.

ENTRETANTO?¿Será cierto que dizque Alvaro Uribe está preocupadísimo porque sólo le quedan 47 meses de gobierno?

Noticias Destacadas