Home

Opinión

Artículo

OPINIÓN

No arranca el Plan de Aguas del Magdalena

Con una millonaria inversión y el esfuerzo fiscal de municipios, departamento, Nación y crédito externo, este plan para dotar de agua a la población magdalenense, que es piloto para Colombia, está entrabado y la obras no avanzan.

Semana
25 de junio de 2008

El pasado primero de junio, la Asamblea Departamental del Magdalena inició sus sesiones ordinarias con dos temas vitales: agua potable y saneamiento básico para los cuales existe un presupuesto de aproximadamente 4.800 millones de pesos a ejecutarse a través de una concesión. Estos tendría que solucionar los problemas de agua potable que sufren, de forma permanente y con escasez aguda, sus 29 municipios.
 
El macro plan busca dotar al departamento de acueducto con cobertura del 95 por ciento y alcantarillado en el 85 por ciento. Sin embargo la millonaria inversión, según el diario Magdalena Hoy, “ha sido puesta en tela de juicio por parte de varios mandatarios municipales que han perdido la esperanza de que sus poblaciones puedan contar con este servicio, por la paralización de las obras, en algunos casos, y en otros porque no han iniciado”.

El plan, piloto para Colombia, presenta como fuentes de financiación las regalías escalonadas del Departamento, transferencias de los municipios, aportes de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena y un crédito externo con garantía de la Nación con la Corporación Andina de Fomento (CAF).

El municipio que quizás enfrenta la peor situación es Pueblo Viejo (frente a la Cienaga Grande, cerca al puente de La Barra en la carretera Barranquilla-Ciénaga) cuyo alcalde, Jaime Caballero Carbonó, viene exigiendo explicaciones sobre la total inactividad del plan en su área, a pesar de que tributariamente es considerado el más disciplinado en sus aportes para la ejecución del proyecto.
 
El principal escollo, según la dirección de Aguas del Magdalena, es que el abastecimiento de agua depende de Ciénaga y no hay un operador especializado en Pueblo Viejo lo que iría en contra de la política de regionalización del Plan y lo mantendría dependiendo de aquella y sólo con un comercializador del producto.

Se presenta entonces un problema jurídico y económico porque mientras los residentes pagan sus contribuciones, aunque en el macro plan aparecen en proceso, en la realidad no se ha hecho ni el diseño de construcción.. En la misma situación o con las obras iniciadas pero paralizadas se encuentra muchos otros municipios lo que ha llevado a las distintas bancadas de la Asamblea a cuestionar el Plan de Agua y buscar mayor control político las inversiones y la ejecución de obras.  También están vigilando el desarrollo de la obra de la concesión Ruta del Sol, cuya principal obra es la doble calzada Cienaga Santa Marta, donde se observa algún en movimiento de tierra pero no se podría afirmar que están trabajando al 100 por ciento.
 
Este tema nos conduce a las concesiones de lo público a los  privados que se convirtió en peste en el Caribe y hace agua por todos los costados, principalmente porque han sido adjudicadas a amigos y familiares de los políticos y empleados públicos lo que hace bastante complicado, cuando no imposible, el control de la inversión y la oportuna terminación de las obras.
 
Tendrán en el Magdalena que seguir el ejemplo de Barranquilla, donde todas las concesiones están siendo revisadas con posterior ajuste o finalización, según las circunstancias.
 
losalcas@hotmail.com




Noticias Destacadas