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Alejandra Carvajal Reyes Columna Semana

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‘No’ rotundo a la asamblea nacional constituyente. Fuera Petro

El presidente pretende anular nuestras instituciones. Debemos estar alerta.

Alejandra Carvajal
19 de marzo de 2024

La propuesta de Gustavo Petro en la que convoca a una asamblea nacional constituyente es quizás uno de sus mayores errores políticos. Una vez más, cual cirquero, ha decidió dar un espectáculo, no a la altura del Cirque du Soleil, más bien deplorable, lamentable y bochornoso. Ni siquiera destacados copartidarios y seguidores de su causa lo apoyan en semejante osadía que lo único pretende es anular nuestras instituciones.

Iván Cepeda, por ejemplo, dijo ayer que en lugar de una asamblea constituyente, el país necesitaba un acuerdo nacional. León Valencia, siempre defensor a ultranza de Petro, textualmente afirmó en su cuenta de X: “No me parece buena idea una constituyente en el país”.

De manera similar se pronunció Rodrigo Uprimny al expresar: “La propuesta de constituyente del presidente Petro carece de sentido, pues es innecesaria, inoportuna, contradictoria, inviable (si se hace por las vías jurídicas) y por todo ello es inconveniente y riesgosa”. A estas palabras añadió un texto de dos páginas, llenas de inconformismo con la inusual propuesta presidencial.

El profesor Uprimny hace entonces que algunos lleguemos a una peligrosísima conclusión: existen unas vías, además de las jurídicas, las conocidas como vías de hecho, terreno fértil para que el presidente haga barbaridades y decida quedarse en el poder.

Esa es una realidad que todos debemos tener clara. La agenda de Petro siempre ha sido una sola y esta es una estrategia que ha tenido planteada siempre. No es algo aleatorio ni espontáneo el que proponga una asamblea constituyente.

Siendo candidato, el actual presidente declaró, tanto en la campaña de 2018 como en la de 2021, que jamás convocaría a una asamblea nacional constituyente. En 2018 incluso juró sobre piedra que no lo haría. A estas alturas uno se pregunta: ¿cómo logra tener aún un 30 % de aprobación ciudadana (que es lo que develan las encuestas) alguien que miente así?

Petro se ha burlado de todos, muy especialmente de sus seguidores. Aquellos que siempre han creído en él. Pobre gente, cuánta desilusión, pues no solo les mintió, sino que se burla de ellos. Los ha utilizado como a idiotas útiles siempre.

Nuestro malabarista estrella quiere entretenernos ahora con una nueva pelota llamada asamblea nacional. Este show ya lo hemos visto en otras latitudes, como Chile, en la que se le salió de las manos a Boric, con altos costos a nivel político. A Hugo Chávez, en cambio, el malabar le salió bien. Venezuela está ahora en la miseria y lleva más de 20 años de dictadura.

Gustavo Petro, acróbata por naturaleza, podría tomarse más en serio su puesto y empezar a ser presidente. Hasta ahora no lo ha hecho. Colombia necesita a un estadista, pero –en cambio– hemos tenido como jefe de Estado más bien a un cirquero.

Lo más triste es que aún varios aplauden como focas todo lo que su líder proclama. Esto me recuerda la escena de una famosa película, en la que su protagonista dice: “Así es como muere la libertad, con un estruendoso aplauso”.

Por ahora, el presidente Petro parece que seguirá con sus acrobacias y malabares. Algo que está bastante acostumbrado a hacer, siguiendo la vieja fórmula romana de “pan y circo”, bien descrita por el poeta satírico Juvenal en el siglo I de nuestra era. 2024 años después, populistas como Petro siguen aplicando la misma fórmula clientelista, al parecer con éxito.

Es ahí que surge un escenario perfecto para que la oposición actúe. Una oposición propositiva, con ideas nuevas, que demuestre que existen otras alternativas de poder no circenses. Una oposición que marcha empoderada, y se toma las calles gritando “Fuera Petro”. Una oposición que busca el fortalecimiento de nuestras instituciones y lucha por ellas.

‘No’ a una asamblea nacional constituyente. No más pan y circo. En 2026, Fuera Petro.

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