Home

Opinión

Artículo

OPINIÓN

¿Va a quedarse Transmilenio en la era de los combustibles fósiles?

Todo indica que terminaremos poniendo a circular por 15 años, con una fuente de energía que nos ancla en el siglo pasado, los 700 articulados de la renovación de la fase I de Transmilenio.

Semana.Com
10 de mayo de 2016

Las vallas plateadas instaladas frente a algunas de las estaciones de Transmilenio de la Caracas para protegerlas de los colados, están ya ennegrecidas por el  esmog de los articulados. El sistema ha recibido muchos premios ambientales a lo largo y ancho del mundo, gracias a un lobby infatigable. Sin embargo, los 1.300 vehículos de sus fases I y II generan anualmente 200.000 toneladas de CO2, y 20 toneladas de material particulado, ese veneno flotante que aún a baja concentración causa estragos en los pulmones de los bebés y los ancianos. Así que cuando Petro anunció que en la nueva licitación de la fase I se exigirían vehículos eléctricos, tuve sentimientos encontrados. Me temía que lo de la flota eléctrica fuera otro embeleco del alcalde, pero me convencieron los argumentos ambientales.

Bogotá tiene la población y el presupuesto de un país, pero el debate público sobre sus problemas es de talla parroquial, se agota en un par de foros y dos o tres artículos de periódico. Qué bueno habría sido que lo de la flota eléctrica se hubiera sometido a una deliberación juiciosa de actores gubernamentales, de expertos y de la opinión informada y reflexiva. Pero no fue esa la suerte que corrió el asunto. Apenas instalada la nueva administración desechó sin explicaciones la licitación que la anterior había dejado preparada. Cambio y fuera.

La energía eléctrica ya se utiliza con eficiencia en el transporte pesado. Es la que mueve los mega camiones de la gran minería, si bien se la genera con diesel en el interior de los propios aparatos. Pero la tecnología para surtirse de ella en tomacorrientes fijos y almacenarla a bordo en baterías eficientes está bastante desarrollada, y muchos fabricantes suministran en el mundo esa clase de baterías. Sin embargo, hasta el año pasado solo una firma, BYD, de capital chino con participación norteamericana, parecía estar en condiciones de hacer una oferta inmediata y madura, de articulados movidos por baterías eléctricas recargables. Dicha empresa ha suministrado las flotas de esas características que operan en algunas ciudades chinas, y trajo a Bogotá un vehículo prototipo que funcionó bastante bien. 

Las suspicacias que genera la presencia de un solo oferente no deberían paralizar a la administración. Hay formas de blindar la contratación de los riesgos de corrupción que eso conlleva. Y vale recordar que en Bogotá circulan decenas de biarticulados, cuyo único proveedor en el mundo es Volvo, y nadie se ha rasgado las vestiduras por eso –Volvo también es la mayor fuente de suministro de los articulados sencillos de la ciudad–.  

Pero ¿por qué no haber asumido un papel proactivo para ampliar las opciones? Existiendo la tecnología de las baterías recargables, varios productores de buses estarían en condiciones de incorporarla y ajustarla a las necesidades de esta capital. En esta clase de proyectos, las adaptaciones son de rigor. Los articulados a diesel que se trajeron inicialmente a Bogotá eran productos en proceso, que terminaron de diseñarse y adecuarse aquí, a 2.600 metros más cerca de las estrellas.

En China ya operan más de 100.000 buses que son completamente eléctricos, y en pocos años lo será todo el parque de esos vehículos. Aquí terminaremos poniendo a circular por 15 años con una fuente de energía que nos ancla en el siglo pasado, los 700 articulados de la renovación de la fase I de Transmilenio.

Si se tienen en cuenta el costo de adquisición, el de operación y el de mantenimiento de los buses en toda su vida útil, los eléctricos no son más caros que los de diesel.   

El Acuerdo 4 de 1999, promovido por el entonces alcalde Enrique Peñalosa, creó la empresa gestora del sistema, Transmilenio S. A., y le asignó entre otras funciones la de “garantizar que los vehículos usados para la prestación del servicio incorporen tecnología de punta, teniendo en cuenta especialmente el uso de combustibles que generen el mínimo de impacto ambiental”. La estrategia del Plan de Desarrollo recién presentado al Concejo en sostenibilidad ambiental, se basa en la promoción del transporte limpio. ¿Habrá que derogar aquel acuerdo y eliminar esa parte del Plan de Desarrollo para evitarles problemas futuros a los funcionarios con los órganos de control?

@CVderoux

Noticias Destacadas