Home

Opinión

Artículo

OPINIÓN

P…, (ex)liberal y estrecho

La estrategia de Uribe, el Ex., en este año fue meterse de lleno en la campaña electoral.

Semana
2 de noviembre de 2011

P…, liberal y estrecho, decimos en Antioquia cuando una persona concuerda con la descripción del loco furioso. Generalmente le colocamos otra expresión: ¡voló m… al zarzo! Se escucha el cuac para disimular vulgaridades o se alcanza a ver una expresión de la emberracada: #%&”!!!%&*##...

¿Y quién está bravo?: un damnificado del fenómeno santista y de la ola electoral, que se venía mordiendo los huevitos. ¿Quién es?, ¿Quién es?... Se los voy a decir, se lo voy a decir:… Uribe, el Ex. Se le subió el ubérrimo y la emprendió, en la emisora que dirige quien trinó como pajarillo delirante la semana pasada, contra el gobierno. ¡Dijo de todo!: Lejano, inactivo, de anuncios, hostil, burocrático, con excesivos gastos, acciones hipócritas, poco fervor popular, paralizado, poco práctico, que se robará obras que empezó otro… pensé que estaba hablando el senador Robledo.

Los análisis de este comportamiento son muchos. El mío es simple: se rebosó el pocillo. Dejó salir la rabia que lleva en su encrucijado corazón desde el 7 de agosto de 2010. La U, pero nacional; un gabinete de economistas bogotanos y pastranistas; German Vargas Lleras, un destapen-tapen gubernamental; la reUnificación liberal; nuevos mejores vecinos, un retrovisor en salud, educación, transporte o, lo que es más extraño, en seguridad; un llamado a lo democrático pero en prosperidad-; el entendimiento con altos jueces; la envalentonada liberal de Gaviria en el cumpleaños de la Constitución; el arrinconamiento del Vice; unas formas institucionales de etiqueta gubernamental mesuradas; Pastrana como conservador de centro izquierda; el nombramiento de Rafael Pardo; entre otras circunstancias, desquiciaron su paciencia.

Por eso, se tomó el tintico y se bajó del caballo.

La estrategia de Uribe, el Ex., en este año fue meterse de lleno en la campaña electoral. Talleres democráticos que le permitieron continuar acercándose a lo local, donde se mueve el poder político en el país. Prensa, cuñas y hasta propaganda en bicicleta, con Lozano y Zuluaga. Apoyo a candidatos en municipios y departamentos. Se la jugó toda, apretó el estribo y se confió en una realidad: pocas veces ha perdido en lo electoral. Quería mostrarse vivito y coleando porque lo que está en juego no es 2012-2015 sino 2014-2018 y ss.

Después del 30 de octubre, cuando la prensa ausculta a los analistas con la pregunta de reinado electoral, como conclusión a la fiesta democrática -que por lo visto siguen celebrando en varios municipios con asonadas incluidas-, ¿Quiénes ganaron y quiénes perdieron? Al unísono, sacándose un chuzo, dijeron: Uribe perdió. Más allá del análisis sobre los resultados de la U que se consolida territorialmente, las voces señalaron que los ungidos no ganaron, que los votos no se endosan, que fue un abrazo de oso, en fin: que debía pensar en el san alejo expresidencial.

Es más, se revivió la narración de lo ocurrido:

Domingo: silencio. Hasta Néstor Morales preguntó dónde estaban los trinos a lo cual Yamid preguntó: ¿está en el país? Lunes: la humildad: véase comunicado (mezclado con valeriana). El martes: la despechada y la despachada. Seguro habló con Obdulio y Londoño. La estrategia: no perdí nada, culpa de Santos (aunque no es nada personal, señaló). Y aquí se repitió lo ya dicho: que se divorciaron y que no aguanta la viudez del poder. El problema es que nunca estuvieron casados (no aguantan ni una unión marital de voto). Lo dijo el Presidente en campaña: Santos es Santos y Uribe es Uribe. Eso significa algo. Demarcación política como ocurre tradicionalmente. El novelón colombiano se repite: Pastrana vs Samper; Samper vs Gaviria; Lleras vs López; López vs Turbay; Turbay vs Lleras hasta llegar a Bolívar vs Santander… el tinglado político republicano.

Lo seguiremos viendo y oyendo. Por eso, en medio de un país que busca consolidarse en su eficacia y legitimidad, que debe seguir afrontando el conflicto social no resuelto, que está llamado a afrontar discusiones en materia de pobreza y desigualdad, que se enfrenta a un capitalismo mundial en crisis, ojalá se escuche el mantra santista. Porque, como lo hemos podido ver en Colombia el diablo sí hace hostias, las consagra y las reparte.

* Profesor del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana.

Noticias Destacadas