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Paralizando cronómetros

Valiosos resultados están obteniendo los atletas colombianos, en su tierra y en la ajena. Ya son siete los corredores clasificados a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Semana
20 de mayo de 2011

Con muy buenos tiempos y velocidades, los atletas colombianos están haciendo su tarea: progresar, trazarse metas para luego tacharlas en la lista de objetivos planteados. Escribir nuevas. Todo mientras paralizan cronómetros, se meten en finales, adquieren experiencia y agrandan su esperanza. Ya son siete los corredores que obtuvieron la marca A, que los clasifica directamente a los Juegos Olímpicos de Londres 2012: Raffit Rodríguez, especialista en 800 metros planos y posta 4x 400 que, con una marca soberbia (1 m 44 s 31c) hecha en el Grand Prix Caixa de Belém, en Brasil, acaba de lograr en los 800 metros uno de los ocho mejores registros del planeta, codeándose entre gringos y africano; Erica Abril y Yolanda Caballero, dos maratonistas sin techo; Catherine Ibarguen, saltadora triple de unas condiciones notables dueña de registros que hoy la tienen en el quinto lugar del escalafón mundial; Luis Fernando López en 50 Km. marcha, noveno en Pekín 2008 y clasificado a Londres con un gran tiempo (1 h 22 m 17 s) conseguido en marzo pasado en México; el maratonista Juan Carlos Cardona y Norma González en 400 metros.

Ese tiempo, al que no llegan muchos, es una especie de listón; el que lo supere clasifica. Las marcas las asignan las autoridades, Comité Olímpico Internacional y la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). Además existe la marca B: el que la logra tienen que ratificarla o esperar a que nadie la mejore para clasificar. Con marca B está Brigitte Merlano en 100 vayas y 4x 100, y los marchistas Arabelly Orjuela, Ingrid Hernández, Freddy Hernández y Gustavo Restrepo.

En la camada también hay que contar al velocista Álvaro Gómez de 100 y 200 metros, flamante campeón nacional de mayores en la justas disputadas hace unos días en Bogotá, donde mejoró en dos ocasiones el récord nacional de 100 metros, pero no se homologó porque, mientras corría, en la pista se registraron velocidades del viento y corriente a favor que sobrepasaron lo límites permitidos; a los atletas de la nueva generación, los marchistas Sandra Galvis y Éider Arévalo, campeón juvenil; María Luz Eli Murillo, lanzadora de jabalina y cuarta en el último mundial juvenil en Canadá; John Tello, Iván y Mauricio González, los tres fondistas; Gerard Giraldo de 3.000 metros obstáculo, Evelis Jazmín Aguilar de 400 metros planos, el mismo Raffit Rodríguez.
 
Hay atletas jóvenes con un techo alto, pero la gran mayoría ronda la flor de la madurez: 30 años. Hace 15 o 20 que están corriendo, como Catherine Ibarguen, Yolanda Caballero, Juan Carlos Cardona, Paulo Villar, corredor de 110 metros vayas, Freddy Hernández, Norma Hernández. “Uno va cumpliendo los objetivos de la vida, se va acercando a la culminación de la carrera y llegan la sabiduría, la paciencia. Estos resultados son fruto de un trabajo arduo, con pasión, y talento”, asegura Luis Fernando López, nacido y criado en Pasto, ciudad a 2.527 metros sobre el nivel del mar.

Por cierto, lo de las mujeres es impresionante. Para confirmar su avance, basta mirar el equipo de relevos 4x100 que tiene. Fantástico. Vienen de un proceso, están consolidadas, en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 quedaron de octavas, en el mundial de Finlandia sextas, y además lograron el campeonato suramericano en Lima, ganándole a Brasil. El éxito histórico de las mujeres en el atletismo nacional es para celebrar.
 
Se estima que en la delegación de Colombia habrá algo más de media docena de atletas en Londres, supeditado a que ratifiquen sus marcas. La idea es que los atletas colombianos tengan una mejor figuración en Londres; de acuerdo con eso, la Federación Colombiana de Atletismo hará un filtro a nivel nacional y decidirá si mantiene o modifica el tiempo, para aumentar la exigencia y el nivel. Las marcas de participación para Londres son válidas a partir del 1 de mayo del 2010 hasta 2 julio del 2012.

Espejo retrovisor

Dentro de las cinco áreas que componen el atletismo, carreras (resistencia y velocidad), saltos, lanzamientos, marcha y las pruebas combinadas (decatlón y heptatlón), Colombia goza de casi todas las cartas, si no todas, de la baraja. Según los especialistas, tener cinco pisos térmicos, costa, llanura, sierra y hasta nieves perpetuas hace que las condiciones de biotipo de su gente sean especiales. Tierras privilegiadas éstas, siempre susceptibles a potenciales atletas. Aunque no es vía arte de magia, para sacar velocistas, acuda a las partes bajas, Santander de Quilichao, Puerto Tejada, Tumaco, Chocó; y si por el contrario prefiere mediofondistas o fondistas, diríjase a Medellín, Bogotá, Nariño, a las partes altas. Lo mismo para entrenar. Los africanos de Kenia o Etiopía, que viven en un entorno libre y sitios altos, son los mejores en pruebas de larga duración. En cambio, en tierras bajas como Jamaica o Bahamas, son dados para las pruebas de velocidad. Ambos gente negra y fibrosa, cada uno a su forma, determinan un biotipo especial.

Hace mucho años el atletismo colombiano tuvo sus mejores exponentes en la modalidad de resistencia, con Domingo Tibaduiza, campeón de la Maratón de Berlín en 1986, quien participó en cuatro Juegos Olímpicos seguidos (1972, 1976, 1980, 1984); Víctor Mora, múltiple campeón de la maratón de San Silvestre; Álvaro Mejía, superdotado atleta de resistencia, Silvio Marino Salazar, corredor de semifondo y campeón suramericano y centroamericano con meritorias presencias en las Olimpiadas. Después vino la velocidad con Pedro Grajales, Ximena Restrepo, Norfalia CarabalÍ, oriunda del departamento de Cauca, quien con apenas 16 años impuso dos marcas en los 100 y 400 metros planos en el campeonato nacional categoría menores; Felipa Palacios, Norma González. Y cómo dejar de nombrar a Luis Carlos Lucumí, nacido en Palmira y especialista en lanzamiento de jabalina, o Gilmar Mayo Lozano, quien ostenta el récord nacional y sudamericano de salto alto con 2,33, finalista en los Olímpicos de Atlanta 1996.

Aunque antes Colombia había tenido una buen figuración en las pruebas de fondo, 3.000, 5.000, 10.000 metros y maratón, es notable su progreso en velocidad y en la rama de las mujeres. “Esa mejoría se debe al trabajo de los muchachos, la evolución de su técnica, una mejor implementación, mejor entrenamiento, mejores herramientas de trabajo, más oportunidades de competencia, mejores pistas, además del apoyo del sector público y privado”, dice Valentín Gamboa, entrenador en jefe de la selección nacional de Atletismo. Lo más fresco es la actuación de Colombia el año pasado, donde logró la hazaña y le ganó a Brasil en el Campeonato Sudamericano en Lima. Felicitaciones a ellos. Lo que viene: en junio próximo se realizará el Suramericano de mayores en Buenos Aires, Argentina, clasificatorio para los Panamericanos de Guadalajara, en México, en octubre. En el medio, a finales agosto, se disputará el Campeonato Mundial de mayores en Corea.

La Federación, ente regulador, organiza las competencias, apoya con los viajes, las estadías. En este momento Coldeportes apoya a 40 deportistas con un auxilio, y a los que no, que son la inmensa mayoría, o los subsidian los institutos departamentales o se la rebuscan solos. El que muestra resultados recibe el respaldo. Para López, si vemos talento en los niños desde las bases de la enseñanza, si se preparan, el día de mañana pueden brindar muchas cosas al deporte de alto rendimiento. Por ejemplo, en la estructura atletismo estadounidense, tan exitoso, el Estado subvenciona la cantera, y el alto nivel es una gran industria con marcas y empresas donde toman a los jugadores ya formados. El enfoque no debería ser, antes que premiar el resultado, ¿incentivar a lograrlo?

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