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Paro Agrario… ¡Desgobierno!

Si de generar problemas sabe este gobierno, uno de los más sensibles y hasta absurdos es la clara falta de entendimiento e interlocución con el sector campesino.

Guillermo Rodríguez M., Guillermo Rodríguez M.
28 de abril de 2014

Este lunes se dará inicio a un capítulo más del incontrolable pero justo paro agrario. Las demandas son inmensas por parte del campesinado colombiano, quienes hacen una crítica constructiva al actual gobierno en pro que se adopten medidas que logren mitigar impactos directos y apenas lógicos de la política de globalización.

El conocido y escalofriante paro campesino del 2013 fue motivado por los altos costos de los plaguicidas, abonos, insumos, y desde luego los combustibles, la falta de adopción de medidas que logren mitigar la minería ilegal su impacto en el ambiente y desde luego las altas deudas del sector con la banca. 

Si el campesinado se movilizó en ese entonces para que se adoptaran medidas en a favor de las demandas del sector, en este año la movilización que esperamos no llegue a los extremos del año pasado hoy los motivos son en virtud de la carencia de cumplimiento por parte del Gobierno Nacional, en la totalidad de compromisos y acuerdos a los que llego en ese momento. Sabemos todos que el gobierno no cumple absolutamente nada, sabemos que no tiene claridad en los asuntos de Estado, pero también es claro que las vías de hecho no son el mejor camino para resolver tanta inequidad que vive día a día nuestros campesinos.

Si de generar problemas sabe este gobierno, uno de los más sensibles y hasta absurdos después del supuesto proceso de paz, es la clara falta de entendimiento e interlocución con el sector campesino pues en la historia reciente del país no hay un antecedente similar que demuestre la grave crisis agropecuaria que hoy padecen los campesinos, desde luego promovida desde el Gobierno Nacional que dice atender las demandas de la más importante población de nuestro país pero que lamentablemente ha sido olvidada por todo un gobierno, eso para no entrar a señalar los desaciertos del ministro de agricultura anterior.

Tanta carencia de liderazgo y gobernabilidad tiene la administración que el único que trata de defender una situación indefendible es el candidato a la vicepresidencia German Vargas Lleras, ¿qué sabe él de las demandas del campesinado?

Lo más pavoroso de todo el panorama es que el gobierno de una manera subestima los alcances de la organización campesina que demostraron en el pasado que son bastante organizados, por otra parte se dan largas desde La Habana para que actores inescrupulosos, posiblemente, infiltren las marchas que se anuncian serán pacíficas. Ya veremos como las FARC frotan las manos con esta movilización.

Si preocupaba tanto el campesinado y las vías de hecho a las que podrían, el gobierno, en lugar de salir con anuncios debió cumplirles de manera cabal. Llama la atención, más no sorprende, la más reciente declaración del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien olímpicamente declara que “quienes hablan de paro solo buscan pescar en rio revuelto”, para afectar “la prosperidad y la estabilidad del país”. Qué bueno sería que el ministro Cárdenas regresara al país del mundo de nunca jamás, dado que en Colombia ni hay estabilidad y mucho menos prosperidad.

Recordemos como en el 2013 las manifestaciones campesinas estuvieron infiltradas en ciertas regiones del país, especialmente en el Catatumbo donde de manera clara las FARC jugaron un papel desestabilizador todo porque demandaban mayor autonomía y cantidad de zonas de reserva campesina. A escasas horas de que inicie el paro, el gobierno ordeno desembolsar a los cafeteros más de 80.000 millones de pesos de pagos de facturas atrasadas, una posición que de manera clara relega de alguna manera a todos los sectores agricultores ajenos al café, el programa de Protección al Ingreso Cafetero (PIC) es lo único existente y a medias. 

En pocas palabras el PIC, ese que empezara a girar el gobierno desde el fin de semana de manera acelerada para tratar de mitigar el paro -¡ese tal paro!-. Se trata de una subvención que el gobierno reconoce al sector cafetero por un valor cercano a los 145.000 pesos por carga de café de 125 kilos, dado que tal carga se vendía en 400.000 pesos y su costo de producción es de 700.000 pesos: es decir, que la perdida no fuera tan alta.

Así las cosas, deberíamos contextualizar el programa del gobierno anterior desmontado por el actual, ese programa que no hacía nada diferente al PIC, por el cual se judicializo políticamente a un ex ministro, el programa conocido como AIS ese que beneficiaba a todos los sectores agropecuarios.

En Twitter: @GuilloRodrig
*Abogado, Director Ejecutivo Gobierno Seguridad y Desarrollo.