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¡Paz en Corea del Norte y en Venezuela! ¡Guerra en sus fronteras!

Mientras que Trump y Kim Jong-un se lanzan mutuas amenazas, Maduro se consolida por cuenta de la división de la oposición venezolana y de la afirmación del presidente norteamericano de que no descarta la acción militar contra Venezuela.

Juliana Londoño, Juliana Londoño
12 de agosto de 2017

Es costumbre que, durante el proceso del pesaje, horas antes de las grandes peleas del boxeo profesional, los contendientes se insultan y se muestran los puños a pocos centímetros de la nariz del adversario. Los espectadores quedan convencidos de que los contendientes van anticipar el combate y se van a enfrentar de inmediato a puño limpio.
El mundo sigue expectante de las amenazas que se lanzan el presidente Trump y sus mandos militares de una parte y el “Gran Líder” Kim y sus generalotes de la otra. El Secretario de Estado se ve en aulagas para tratar de matizar las expresiones de su jefe directo y evitar que el pánico se apodere de los norteamericanos, especialmente de algunos residentes en la costa oeste, que afanosamente construyen refugios subterráneos y adquieren enlatados, linternas y botellones con agua potable para sobrevivir ante un eventual ataque nuclear.
Entre tanto un general norcoreano describe detalladamente como serán las acciones que realizarán contra la isla norteamericana de Guam, indicando cuántos y cuáles serán los misiles y demás elementos que utilizarán en la invasión e incluso como se denominará la operación. Lo único que le faltó fue informar el nombre de los pilotos que participaran en la acción. Vaya…vaya…
Los norcoreanos afirman que su arsenal es solamente para disuadir a los Estados Unidos y a sus aliados de emprender un ataque nuclear contra ellos. Trump reitera que constituye una amenaza real contra su país y que no está dispuesto a tolerarlo. Habrá que saber si en últimas, se va a resignar a que Corea del Norte se consolide como potencia nuclear, como la India, Pakistán e Israel. El riesgo potencial de China y de Rusia, aunque esta se encuentra a una distancia menor a la que hay entre Bogotá y Anapoima, es otra cosa.
En Corea del Norte piensan que las amenazas de Trump no pasan de ser palabras, para incrementar el presupuesto militar, dar imagen de fortaleza como lo hizo Reagan después de Carter y lograr solidaridad nacional ante las acusaciones de intervención rusa en la campaña electoral. No obstante, Pyongyang sigue ensayando cohetes de largo alcance, mientras que el pueblo famélico, portando pancartas de su “Idolatrado Guía”, aplaude sus logros militares.
Al otro lado del mundo, cuando muchos presagiaban que el régimen de Maduro estaba en sus estertores, la oposición se dividió quedando neutralizada y la asamblea constituyente comenzó a sesionar con el apoyo de entusiastas partidarios, llevando emblemas de Chávez para festejar el triunfo electoral. Para completar, Trump anunció que no descartaba “la opción militar” contra Venezuela, no obstante que el Subsecretario de Estado para el hemisferio occidental, horas antes había afirmado diplomáticamente que los Estados Unidos, no impondrán sanciones al vecino país y se limitarán a adoptar medidas individuales contra personajes del régimen.
¡Que maravilla! Solo falta que Laureano Gómez resucite, pero no en Colombia sino en Venezuela y repita esas famosas palabras que pronunció en el senado colombiano cuando un grupo de civiles y militares peruanos se tomó a Leticia en 1932: ¡Paz, paz, en el interior, guerra, guerra en la frontera! Maduro está tan de buenas, que de pronto recibe también la bendición papal…
(*) Profesor de la facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario

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