El inesperado efecto Petro

El extraordinario desempeño de Gustavo Petro en las encuestas, su efectiva estrategia en las redes sociales y hasta la ayuda que algunos medios de comunicación le han brindado calificándolo como el fenómeno político del momento, producen un comprensible temor en los sectores de centro y derecha que puede desembocar en un acelerado giro electoral.

Así como algunos dicen que Enrique Peñalosa parece estar paradójicamente trabajando para Petro, este último, por su parte, puede estar haciéndole un enorme favor a Vargas Lleras y Uribe sin quererlo.

Los estratos altos, al igual que una buena porción de la clase media están comentando con ‘pavor’ por estos días las declaraciones del exalcalde en la radio nacional y el empresariado dejó de creer que Petro llegó a su techo -como se decía con frecuencia- para comenzar a verlo como uno de los candidatos que puede continuar creciendo y pasar a la segunda vuelta con un discurso antisistema que le está funcionando.

Todo ello ha hecho que un importante sector de la derecha haya empezado a reparar en la importancia de llegar unido en primera vuelta y superar su actual fragmentación.

Los cordiales cafés que pintan casuales en algunas ciudades de Colombia, el cruce de amables declaraciones de lado y lado y la coincidencia en los temas fundamentales, son abrebocas de una relación que parece estar cultivándose a punta de pequeños pero calculados gestos.

Uribe y Vargas son los políticos más pragmáticos de la historia reciente del país y aunque su relación ha pasado por altibajos, ambos tienen claro que esta vez no pueden darse el lujo de perder y, si para ganar, hace falta olvidar algunos hechos del pasado, seguramente lo harán.

Por eso, si después de las elecciones parlamentarias de marzo, Petro sigue tan fuerte como se muestra ahora, el Centro Democrático y Cambio Radical –cada cual con unos 20 senadores– no tendrán alternativa distinta que sumar sus fuerzas y sentarse a conversar seriamente sobre la posibilidad de llegar con un solo candidato el 27 de mayo para enfrentar con contundencia la amenaza petrista.    

Sin embargo, para sellar esta unión –en caso de que los hechos políticos los conduzcan hasta allá– Uribe debería asegurar el triunfo de su candidato Iván Duque en la consulta popular pues si Marta Lucía Ramírez gana, las alianzas antes de primera vuelta se pueden enredar.

No hay que olvidar que a diferencia de los elogios mutuos de los miembros de Cambio Radical y el Centro Democrático, tanto Marta Lucía como el expresidente Pastrana han sido muy duros con Germán Vargas y en ese sentido para facilitar una unión -¡vaya paradoja!- al exvicepresidente le conviene más que gane Duque a que gane Ramírez.

Toda acción genera reacción y el crecimiento de Petro está alineando más rápido de lo que se esperaba a la derecha colombiana que dará la pelea a fondo para ganar.

Twitter @JoseMAcevedo